Isabel Gemio: «Si María Teresa Campos me lo hubiera pedido no hubiera emitido la entrevista»

Isabel se encuentra sin pareja, aunque de tenerla no lo diría porque asegura: «en el amor me ha ido mejor siempre en las historias que no han salido a la luz pública. Así que voy a seguir por ahí, aunque muchas mujeres no necesitamos tener siempre un hombre a nuestro lado. Yo tengo que estar enamorada, apasionada. Pero para ligar soy tímida . No sé ligar. Me han ligado todos hombres a mí. Y es curioso cómo funciona el amor, basta con una mirada».

Sobre el encontronazo con María Teresa Campos, Chenoa y Jesulín han querido conocer la versión de Isabel Gemio: «Hice una entrevista en mi canal que no salió como queríamos. O, desde luego, como yo tenía pensado. Yo me había preparado una entrevista cómplice, con una compañera a la que aprecio, a la que respeto, con la que tenía, tengo -o tenía porque ya no lo sé en qué situación estamos ahora- una buena relación después de 30 años de profesión. Era una entrevista simpática pero es como si yo te intentara sacar a ti (dirigiéndose a Jesulín) tu sentido del humor y tu ironía, y empiezas a contestarme muy seco…».

Conviene destacar que Isabel Gemio hace una confesión sincera sobre su reacción, reconociendo su parte de culpa: «Yo me descoloqué, me sentí mal y ya no estuve acertada: estuve precipitada, nerviosa, improvisaba preguntas y aquello fue un desastre, la verdad. A partir de ahí, cada uno ha opinado. Y ella se la molestado y eso es lo que más me duele».

Pero Isabel comparte la responsabilidad de lo sucedido con la Campos: «Porque yo creo que entre compañeras, mejor hablarlo. No sé, me dices, ‘Isabel, vamos a dejarlo o lo hacemos otro día. No la publiques».’Y yo no la publico. Mi error fue no decirle, «Teresa, veo que estás incómoda, no te gusta nada de lo que te pregunto, ¿de qué quieres que hablemos?» No sé. A mí eso me dolió y ya está, que una mala tarde la tiene cualquiera. Pero bueno, mi carrera creo que ya está, y no lo digo por esto».

Isabel Gemio da así por zanjada su polémica con la Campos y, de paso, confirma que da por terminada su prolífica y exitosa carrera profesional. Un final con sabor agridulce. Lamentablemente, más agrio que dulce.