Ainhoa Arteta, la gran ausente de los Premios Escaparate

Como tantos sevillanos que añoran su Feria en el 'dress code', el organizador pidió a los asistentes que hicieran un guiño a la Feria de Abril y de ahí el impresionante desfile de mantones de Manila, vestidos de volantes y flores en el pelo. Hubo donde elegir. Estrella Morente , una de las premiadas, lució el mantón como pocas; donde aplaudir, como el vestido negro de volante bajo que llevó Norma Duval (acompañada por su novio Matthias Khün) y hasta donde tocar que era un gusto ver los mantones de las abuelas que algunas llevaban con orgullo como el de Alejandra Domínguez , novia de Enrique Solís, y siempre una de las parejas más glamurosas en casi todas las bodas que vemos en el cuché (la próxima semana tienen otra).

Lo bueno de los Escaparate, además de la cantidad de premios que se dan, es lo que supone de reencuentro y de volver a ver a figuras que cuesta sacar de casa. Fiel a la cita llegó la cantante María Jiménez en silla de ruedas pero con esa mirada que lo dice todo y también especial ilusión supuso ver llegar a la empresaria Anselma, cuyo local de Triana es un clásico de Sevilla (la pena es que hace tres meses que lo ha cerrado) con galardón a tantos años de poner la última nota en las noches de Sevilla (quien no haya acabado una vez en su vida en la Anselma tiene poco que contar a sus nietos).

La gracia de los Escaparate es que siempre ha mezclado un aristócrata con un flamenco o un torero con un cirujano plástico sin que el cóctel sepa amargo, todo lo contrario. Con premio acudió el matador Roca Rey (ayer toreó en la Maestranza) y con aplausos se fue el animado Josie que es el mejor adobo de muchas salsas. El matrimonio Trapote puede dar cuenta al igual que la mesa de mujeres que compartieron Toñi Moreno , Remedios Cervantes o Pepa, la cocinera, que recogió también su trofeo que dedicó a su mujer Mila. Tan o más contenta estaba la modelo Marisa Jara que lució su embarazo con un orgullo manifiesto y es que llevaba diez años intentando cumplir este sueño.

Pero hubo muchos más. Xandra Falcó recogió el premio póstumo a su padre el marqués de Griñón «siempre recordaba los versos de Machado «mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla» ya que él también nació en el palacio de Dueñas y «tenía a mucha honra de ser sevillano» y la verdad es que nadie echó de menos a la viuda Esther Doña que hoy es una mujer muy feliz junto al juez Pedraz. Carmen Cobo recordó a su hermana Isabel, quien falleció hace unos meses, sin poder contener las lágrimas, y la actriz Ana Duato habló de su larga historia junto a la serie 'Cuéntame' a la hora de recibir el galardón (su hija fue su mejor compañía y el objeto de miradas de mucha gente impresionados por lo guapa que es).

La verdad es que hubo mucha más gente, un sinfín de guiños a la moda y las costumbres de antaño (puede que sea la única fiesta donde suena el himno de España antes de sentarse a cenar) y hasta una exhibición de doma clásica en el patio de Pilatos con banda de músicos a ritmo de pasodoble. La fecha coincidía con el 57 cumpleaños de la soprano Ainhoa Arteta , una clásica también de las veladas sevillanas, y fueron muchos las que la echaron de menos. A esas horas Ainhoa descansaba en la casa de su padre en el País Vasco tras haber recibido la sorpresa de sus íntimos amigos con una comida que fue el mejor regalo en estos tiempos de tormenta. El año que viene fijo que vuelve a Sevilla.