Lo mejor y lo peor de las tendencias de los 90 y el 2000

Ambas son recordadas con cariño y pavor a partes iguales porque, aunque resultasen divertidas, no era nada fácil dar con ellas y encontrar las opciones más favorecedoras. Ahora las firmas se están empeñando en revivirlas bajo un enfoque que no deja espacio a la discreción, incluso las más clásicas están sucumbiendo a ellas.

Así se ha visto en las propuestas primavera-verano 2022 de Chanel, con pantalones metalizados y en la que se dejaba a la vista la ropa interior; Blumarine con tops con vaporosos que recuerdan al que lució Britney Spears en su icónica actuación de 'I'm a slave for you' en los MTV VMAs del 2001; Diesel con total looks en tejido vaquero que poco dejan a la imaginación; Prada con sus camisetas básicas con logos y así un largo listado de firmas que no han dudado en rendir su particular homenaje a esta época.

Tanto en los noventa como los inicios del siglo XXI no faltaban los pantalones con campanas interminables, animal print en altas dosis, los 'slip dress', transparencias indiscretas, el color rosa en todas sus versiones, encajes... Una época en la que las Supermodelos, grupos musicales como las Spice Girls y series como 'Friends' cambiaron de forma improvisada el panorama de la moda para siempre.

Una época que sin duda tiene puntos positivos como la creatividad desmedida y también sus contras como que, las siluetas que más triunfaban, no eran siempre las más favorecedoras. Sin embargo, lucir estas corrientes en la actualidad sin caer en lo estrafalario resulta todo un desafío. Para ello, no hay nada mejor que recurrir al «menos es más» con pequeños detalles que marquen la diferencia.

Los perfiles de Instagram de los entendidos en moda pueden darnos una pista de si los noventa y 2000s son viables más allá de los desfiles. Rachel Zoe, una de las estilistas más conocidas al otro lado del charco afirma en su cuenta que a la hora de configurar looks de fiesta, los años noventa e inicios del siglo XXI ofrecen un amplio abanico de posibilidades. Si tuviese que elegir, según ha contado, se queda con los minivestidos repletos de lentejuelas con caída, los trajes de terciopelo y el animal print en todas sus formas donde siempre intenta dar con un resultado glamuroso.

Pero, ¿qué opinan los expertos españoles? El estilista Jesús Reyes explica a ABC Estilo que, desde su punto de vista, aunque ambos periodos tengan sus pros y contras, las corrientes de estilo de los noventa son más fáciles de llevar en el día a día.

«Los años noventa se conciben como más 'classy' y elegantes, pero cuenta con grandes toques de opulencia, vanidad y ostentación como son los detalles dorados. Botones, pendientes o joyas XXL en este tono, combinados con prendas atemporales como los denim, las americanas con hombreras, las camisas o camisetas básicas...» Comienza diciendo, para añadir a continuación que cree que también hay un hándicap.

«No a todos gusta y no se puede adaptar a todos los estilos. Los 90's están vinculados a los cachorros de la 'upper class'. Gente asociada a deportes como el polo, la equitación, el golf... También a las academias de estudio y a las universidades. Se ha visto e inspirado también en populares series de televisión como 'El príncipe de Bel-Air', 'Blossom', 'Cosas de Casa', 'Las Gemelas de Sweet Valley'... Un estilo que nace en Europa y se extiende y asienta rápidamente en USA. O al revés, que nace en California, en Beverly Hills, y se pone de moda al segundo en todo el mundo. En España, se puede asociar a esa 'hit society' del Marbella con dinero».

En cuanto a la década del 2000, opina que la música y el espectáculo tienen un papel clave. «Las tendencias se inspiran en las grandes divas de la canción de aquellos años como Britney Spears, Jennifer Lopez o Christina Aguilera con looks y estilos que están envueltos en glitter, brillos, estampados con manchas, pantalones acampanados, piercings, botas de cowboy, coletas y tatuajes».

Cuenta que, aunque puedan resultar muy divertidas y coloridas, son bastante menos favorecedoras. «Por ejemplo, los jerséis de canalé, tan populares en aquellos años, pueden hacer parecer más grueso a quien lo lleva que los que no lo tienen. Al igual que los pantalones acampanados con el tiro bajo... Solo aptos para personas altas, con abdominales o cinturas de avispa. ¡Eso sí, lo importante es atreverse con ella!», concluye.