Modelos más allá de los 40

Pero más allá de las modelos «típicas», sí existe una larga vida profesional dentro del modelaje. Para muestra, el casting organizado por la agencia neoyorkina Wilhelmina Models , que busca estos días por todo Estados Unidos mujeres mayores de 40 años «seguras, bellas e inspiradoras» .

Hasta el estudio del «shooting» se han desplazado todo tipo de mujeres interesadas en la moda cuyas vidas les han llevado por otro camino, hasta el momento. Mujeres reales, con una vida real, hijos (algunas incluso nietos), hipotecas, arrugas y canas. Mujeres como Darlene Larson, de 74 años , que posaba frente al fotógrafo en bañador, con confianza y sin complejos; o Lynne Soobitsky, de 52 , encantada ante la alternativa de convertirse en modelo.

Si resultan seleccionadas podrían seguir el ejemplo de Patricia Neville , imagen de la marca de cosmética Avon a sus 50 años, que ganó el concurso hace tres años. «No pongas números en la vida. Tenemos una belleza interior dada por años de pruebas, aflicciones y buenos momentos», dice.

Desde que era una adolescente, Neville soñaba con ser modelo. «Mi vida tomó un camino diferente, y después de criar a mis tres hijos como madre soltera, algo me inspiró desde mi interior. Mi inspiración fue doble. estaba leyendo una revista cuando un papel publicitario cayó sobre mi escritorio: Participe en la búsqueda de modelos mayores de 40 . Además, el ver a mis hijos vivir sus sueños, me inspiró a vivir el mío», cuenta.

O mujeres como Simone Banos , que asegura que su edad «se

convierte en atemporal, porque ahora ya nadie sabe cómo debería parecer alguien mayor de 40». «Siempre he disfrutado trabajar como modelo, pero una vez que me convertí en madre tuve que aprender a equilibrar la maternidad y mi carrera», recuerda. Pero dar a luz a su hija no le impidió seguir adelante: «He aprendido que puedo dedicarle tiempo y trabajar juntas en sesiones de fotos de madres e hijas, mientras nos ganamos la vida. Los trabajos que hacemos juntas como modelos ahora son los más especiales para mí. Es una manera de formar un equipo y enseñar a mi hija la importancia de tener una imagen sana.»

Los castings se extienden desde Nueva York a Los Ángeles y la ganadora (que se dará a conocer el 30 de junio) puede ganar un viaje de tres días a Nueva York, un contrato con la agencia Wilhelmina, una sesión de fotos, un cambio de imagen a cargo del estilista Randall Christensen y 2.000 dólares en vestuario. Pero sobre todo, la confianza de seguir un sueño más allá de la edad.