Cómo cubrir las canas sin recurrir al tinte convencional

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Araceli Nicolás

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Una de las opciones para teñirse las canas o cambiar de color el pelo son los barros. Se trata de una coloración a base de pigmentos de plantas, maderas, flores y tierra que se mezclan con agua caliente, formando un barro que se aplica sobre el cabello recién lavado. Es la evolución de la henna, un producto usado hace siglos, sobre todo en determinadas culturas, y que cada vez tiene más demanda por la tendencia ecológica y sostenible. La estilista Noelia Jiménez, propietaria del salón que lleva su nombre, explica que «teñirse con barro mejora la cutícula del cabello gracias a sus propiedades fitoterapéuticas (exclusivas de origen vegetal), dejándolo muy hidratado y reduciendo el encrespamiento». Otra de sus ventajas, según la experta, es que «no generan raíz evidente como la de los tintes químicos. El pigmento va desapareciendo con los lavados y se va fundiendo con las canas (en el caso de que las hubiese)».

En cuanto a cómo actúan sobre las canas, los barros no las cubren por completo, pero las tonaliza. Noelia Jiménez cuenta que «los barros maquillan las canas integrándolas de forma natural, de tal modo que hacen ellas mismas de micromechas».

Otra forma de coloración natural son los óleos. Diferentes de los barros, pero complementarios, ya que se pueden combinar, Gema Eguiluz, estilista del salón IN-Viso, explica que "se trata de una coloración en gel permanente o demipermanente, de oxidación química, libre de sustancias tóxicas y enriquecida con sustancias procedentes de la agricultura ecológica, aminoácidos y enzimas naturales, con los que se consigue un efecto 3D ya que suaviza la línea de crecimiento. Es una combinación de tecnología y naturaleza que se caracteriza porque no daña el córtex, gracias a los micropigmentos que se desarrollan a los 15-20 minutos después de preparar la mezcla. Es una coloración muy respetuosa que trabaja muy despacio (se necesitan 40-45 minutos de exposición mínima). En nuestro salón tenemos un protocolo de retirada exclusivo en el que nos aseguramos de que no quede residuo en la piel". Los óleos, al contrario que los barros, sí cubren las canas.

La coloración natural se caracteriza por la ausencia de sustancias químicas. La tendencia hacia la sostenibilidad que se ha impuesto en los últimos años, ha hecho que muchas marcas lancen tintes orgánicos tanto para usar en casa, como en el salón de belleza. Para un uso doméstico Garnier lanzó en 2023 Good, una fórmula con un 90% de ingredientes de origen natural, sin amoniaco, que ofrece 15 tonos, 100% cobertura de canas y una duración de hasta ocho semanas. En la peluquería, una de las últimas novedades es Actyva Coloro de Kemon, un sistema de color vegano, certificado con un 95% de ingredientes naturales y que nace con los mismos principios formulativos de las cremas faciales. «Si el colágeno es esencial para mantener perfecta la piel del rostro, la queratina lo es para el cabello, por ello, entre sus activos, han formulado una compleja mezcla de aminoácidos de estructura similar a la de la queratina humana, para restituir la pérdida natural de esta proteína, imprescindible para la salud capilar", explican los expertos de Kemon. Los resultados, según la marca, son un color brillante y duradero, cobertura perfecta de las canas, fibra capilar protegida y un cabello tratado e hidratado bajo la máxima personalización del color.

El amoniaco es un compuesto químico, responsable del olor fuerte de los tintes tradicionales, que asegura una gran transformación de color, o cubrir las canas al 100%. El problema es que en algunos casos puede provocar problemas de alergias o sensibilidad en el cuero cabelludo. La alternativa más extendida es el tinte sin amoniaco, tanto en el salón de peluquería, como para usarlo en casa. En cuanto a los resultados se puede conseguir un resultado igual o incluso superior, según la estilista Sonia Atanes. «Con estos tintes se alarga mucho más el tiempo entre coloración y coloración, ya que el crecimiento es mucho más natural y no genera esa marca tan definida de la raíz. Aunque pueda parecer lo contrario el color es mucho más estable». Pero no todos los tintes sin amoniaco son iguales. «Hay que buscar los que lleven principios activos protectores como los óleos, ya que recuperan el cabello y mantienen su cutícula cerrada. Esto hace que el pelo esté hidratado, brillante y con un efecto más natural. Yo siempre recomiendo los oleos sin amoniaco independientemente del tipo de cabello, son más versátiles y se consiguen diferentes efectos. La degradación de color tras los lavados también es mucho menor», añade la experta.