juicio del alvia
El maquinista y el interventor ocultaron a la Policía la llamada que provocó el accidente
SE RETOMAN LAS DECLARACIONES
El agente encargado de realizar las primeras indagaciones sobre el siniestro desvela que Garzón Amo «ocultó» que estaba hablando por teléfono segundos antes del choque. «Lo descubrimos al analizar el registro de llamadas, pero el interventor nos lo negó hasta en dos ocasiones«
Análisis: Estos son los testigos citados para esta semana y lo que se espera de sus declaraciones
Galicia
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Iniciar sesiónNi el maquinista ni el interventor contaron a los agentes encargados de los primeros compases de la investigación por el accidente de Angrois que, segundos antes del impacto, iban hablando por teléfono. Es más, el interventor lo negó en las dos ocasiones en ... las que fue interrogado por los policías. El dato lo aportó este martes el secretario del atestado sobre el accidente que, preguntado en juicio, señaló que solo supieron de la trascendental llamada cuando analizaron las entradas y salidas de los tres teléfonos móviles que llevaba Francisco José Garzón Amo en la cabina. «Intentamos valorar si hubo algún tipo de distracción. Se determinó al cabo de unos cinco días. Hicimos testificales variadas con el personal que iba dentro del tren, no nos comentaron que hubieran tenido comunicación con el maquinista«, aclaró el testigo a preguntas del fiscal. Ahondando en el referido ocultamiento, anotó que «preguntamos al interventor y nos dijo que no se había comunicado con el maquinista salvo una llamada en Orense. Le preguntamos dos veces. Él lo negó. Una vez que se hace palpable esa llamada, el órgano judicial decidió pedirle declaración directamente. Ni el maquinista ni el interventor nos dieron información sobre la llamada. Lo descubrimos cuando indagamos«, recalcó.
Sobre las primeras horas después del accidente, el agente indicó que el maquinista fue trasladado al hospital, donde más tarde fue detenido. Allí, y dado que todos los heridos estaban hospitalizados en la misma ala, la Policía decidió custodiar su habitación «por si había algún tipo de problema». Preguntado en relación con la denuncia del acusado, que en su declaración se quejó del mal estado físico en el que se encontraba cuando lo trasladaron a comisaría, el agente indicó que «salió del hospital para comisaría cuando le dieron el acta hospitalaria, sin pedirla nosotros, fue una indicación médica». «No se quejó de que no estaba en buen estado físico, no dijo nada. Lo que establecimos fue un protocolo para evitar que se autolesionase, porque su estado nos indicaba que podía tener esta tendencia«, recordó.
«La he jodido, iba a 190»
También prestó testimonio este martes el primer mando policial en llegar a la zona, que recordó que las primeras llamadas hablaban «de una pequeña explosión» y ordenó que todo el dispositivo desplegado para la seguridad de la celebración de los fuegos del Apóstol se desplazase a Angrois. Él fue el primero en hablar con el maquinista cuando lo auxiliaron de la cabina. Sobre esta conversación, el testigo rememoró que «le pregunté qué había pasado, y dice dos o tres veces 'la he jodido porque venía a 190 kilómetros por hora'.Muy nervioso me empieza a preocupar si había heridos. Lo sentamos en un banco, le atienden de las heridas y lo evacuan al hospital. Va con dos policías de paisano, no fue en ambulancia porque quisimos evitar agresiones. Fue en un vehículo camuflado« atestiguó.
El agente dibujó la dramática escena nada más llegar al accidente, con «médicos y enfermeros colapsados, policías haciendo de camilleros, gente vagando por la vía y otros tratando de salir de ella por unos taludes con ayuda de los vecinos. Ni con la radial que trajo un vecino éramos capaces de acceder a los trenes... Fueron momentos muy duros«. »Yo estuve hasta las 6 de la mañana en el lugar de los hechos. Después me enteré de que habían decidido concentrar a los familiares en Sar con un equipo de psicólogos. Los familiares estaban muy enfadados porque eran las 8 de la mañana y no habían recibido información. El ambiente estaba muy tenso y los psicólogos nos pidieron ayuda. Les comenté a los familiares cuál era el plan a seguir para las identificaciones y tratamos de calmar a todo el mundo estableciendo con los psicólogos un procedimiento de que cuando alguien estaba identificado se los llevaba a una sala. A partir de las 12 de la mañana se empezaron a dar las primeras comunicaciones y no acabamos hasta la 1 de la madrugrada del día 26. Quedaban dos personas por identificar, una era una niña de corta edad y hubo que recurrir a la huella plantar de un hospital coruñés«, verbalizó nueve años después, dando cuenta de la dimensión de lo sucedido.
«Pensaba que estaba dos túneles antes»
Un tercer agente declaró que, en su traslado al hospital, el maquinista «se iba lamentando con remordimientos». «Nos dijo que se había despistado y que había perdido las referencias y que pensaba que estaba en dos túneles anteriores». A preguntas del fiscal del caso, el efectivo indicó que Garzón Amo les explicó que no era la primera vez que hacía ese recorrido, que solía hacerlo tres veces por la semana, y que al salir de un túnel tenía memorizado reducir la velocidad, pero que perdió esa referencia. «Él lo asumía como su responsabilidad. La única dificultad es que no había señalización y que era rudimentario porque todo se basaba en él, pero no echó culpas a nadie«.
Consultado por la Fiscalía acerca de su trabajo en las vías, y visiblemente emocionado y afectado, éste efectivo policial prefirió no contestar a las preguntas sobre cómo estaban los viajeros que se encontró al llegar a Angrois. «Todos conocemos el calibre del accidente» se apresuró a intervenir la juez para poner fin a las calificaciones sobre «el estado psicológico de la situación».
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