La historia del edificio mudéjar de la cuesta del Alcázar, en imágenes

La cuesta del Alcázar era el paso habitual de los alumnos de la Academia Militar para cumplir su formación. A la izquierda, bajan camino de Alijares en 1907; en el recuadro aparece parte de la entrada al Gran Hotel Toledano que gestionó Marcelino Fernández Martín entre 1903 y 1912. En la imagen derecha, las secciones pasan ante el rótulo del Hotel París en un momento fechado entre 1912 y 1915, pues la fachada aún no había sido renovada por González Saz. Archivo Municipal de Toledo Comedor del Hotel Toledano con el patio acristalado y distintos tipos de mesas. Al fondo, se percibe iluminada la entrada ante la cuesta del Alcázar. Fotografía publicada en la "Guía práctica de Toledo y su provincia" (ca. 1907) Texto incluido en la "Guía práctica de Toledo y su provincia" (ca. 1907) detallando el nombre del propietario y la inversión que hizo de “muchos miles de duros” para convertir “la antigua fonda” en un “hotel a la moderna”. Además de la obra, modernizó la atención en el comedor suprimiendo “la mesa redonda” Entre 1907 y 1909, en el diario madrileño La Publicidad, se prodigaron los anuncios del Gran Hotel Restaurant Toledano, a veces con alguna alteración en el orden de los apellidos del propietario. Los idiomas, la luz eléctrica, timbres en las habitaciones y la disposición de ómnibus para los viajeros en la estación del tren eran otros incentivos Aspecto de la cuesta del Alcázar en los años treinta, entonces denominada calle “Capitanes Galán y García Hernández”. A la derecha se distingue la fachada mudéjar del edificio que albergó el Hotel París, que ahora ocupaban los Jurados Mixtos, un servicio de la Delegación Provincial de Trabajo. Archivo Municipal de Toledo. Foto Rodríguez En la calle de Carlos V persiste la fachada neomudéjar que trazó Álvaro González Saz en 1915 para un flamante hotel. Entre 1918 y 1933 el edificio acogió el servicio de Telégrafos y la vivienda de su dueño: Eugenio Ortiz Pedraza. Ente 1934 y 1990 se arrendó para dependencias del Estado. Tras la venta, el inmueble acogería sucesivos cambios de propiedad y usos Composición y detalles de la fachada. Entre ellos, el revés del tejaroz con decoración de lacería islámica y una de las gárgolas. El ladrillo, con retoques de cerámica, es el protagonista constructivo. En la estrecha travesía de Barrio Rey se mantienen unos escuetos antepechos metálicos en los balcones con arcos de herradura apuntados Fachada lateral entre la cuesta del Alcázar y la plaza de Barrio Rey. En la documentación de antiguas escrituras figura como “Callejón del Cristo de la Buena Muerte”. La puerta que existe fue el acceso que hubo aquí a la cuadra de la casa-fonda que funcionó hasta 1900