28-F. Día de andalucía
Andalucía, del cambio al liderazgo
Andalucía celebra este nuevo 28-F con grandes objetivos por los que seguir trabajando, porque aspiramos a afianzarnos entre los mejores y los más competitivos
Andalucía recibe en el calendario la llegada de este nuevo 28-F con un brillo especial en los ojos. El brillo de quien se siente orgullosa. De quien nota dentro de sí una irrefrenable vocación por ser líder. El brillo de quien ve que avanza ... con paso firme en el camino que se ha marcado.
Vivimos tiempos donde todo pasa muy rápido, e incluso donde nos toca afrontar situaciones que ni siquiera podíamos imaginar. Parecía imposible que llegaran una pandemia, otra guerra a las puertas de la Unión Europea o este nuevo contexto de incertidumbre e inestabilidad económica a nivel mundial en el que estamos inmersos.
Me refiero a ello porque, honestamente, creo que todo ese contexto adverso da mucho más valor a todo lo que Andalucía está siendo capaz de crecer y progresar. Algo que viene a confirmar mi convencimiento de que a esta tierra solo hacía falta colocarla sobre los raíles adecuados y dejarla caminar.
Andalucía celebra este nuevo 28-F con grandes objetivos por los que seguir trabajando, porque aspiramos a afianzarnos entre los mejores y los más competitivos. Un camino por el que, felizmente, nuestra tierra está avanzando con velocidad de crucero junto al grupo de las regiones de España que mejores registros está marcando.
Antes, estas fechas pasaban con discreción. Como si no hubiese mucho más que celebrar que el cumpleaños de nuestra autonomía. Hoy, ese sentimiento es distinto. Vivimos en una Andalucía que atrae miradas, encabeza debates y despierta admiración, para orgullo de su gente. Orgullo de una región potente, emprendedora, industrial, que aspira a ser un referente internacional digital y verde. Determinación y ambición para conseguirlo tenemos de sobra.
Hoy es el día del orgullo andaluz. Y aspiramos a que mañana también lo sea. Como otros muchos días lo vienen siendo. Porque cuando se instala una empresa en Andalucía, eso es motivo de celebración. Igual que cada autónomo que emprende una aventura laboral, o cada balance de exportaciones que mejora el anterior. Así se ha construido esta nueva Andalucía. Con humildad, peldaño a peldaño. Un pequeño éxito sobre otro. No hay más secreto que el tesón y el esfuerzo de cada andaluz, los verdaderos artífices de este cambio.
Ambiciosa. Sin complejos. Decidida. Ésa es la Andalucía a la que aspiramos. La que queremos consolidar entre las mejores. La que quiere ser líder.
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Andalucía se está poniendo de moda. Y somos conscientes de que ello implica, además, una enorme responsabilidad. Me refiero a las expectativas que estamos despertando, y a la que debemos ser capaces de responder. Desde el turista que nos visita al empresario que confía en nosotros para desarrollar su proyecto empresarial. No podemos defraudarles.
Al primero debemos darle razones para que vuelva. Y para que, hasta entonces, hable maravillas de lo que se ha encontrado. Al segundo debemos darle facilidades y persuadirle de que dónde mejor que aquí. Seguir simplificando trámites burocráticos y bajando impuestos como hasta ahora para que refuercen en el futuro su apuesta por Andalucía. Qué mejores embajadores para que hablen bien de nosotros a otros inversores y empresarios que busquen generar riqueza y empleo.
Ésa es la línea que queremos seguir. La senda que tan bien le está sentando a esta tierra. Lo dicen los datos. Acabamos de conocer, por ejemplo, el último balance de nuestra política fiscal. En los últimos cuatro años, Andalucía ha incrementado sus ingresos en más de 1.944 millones anuales con respecto al cuatrienio anterior (2015-18), gracias a haber reducido los impuestos. En total, más de 7.700 millones que han servido para reforzar los servicios públicos andaluces. Tenemos muy claro el camino y lo vamos a seguir con determinación.
Pero es también un 28-F desde el que seguimos mirando al mundo con preocupación. La guerra en Ucrania cumple un año enquistada y su pueblo sigue sufriendo las consecuencias. En Turquía y Siria, el recuerdo aún reciente de tantos miles de víctimas nos sigue rompiendo el corazón, acaso reconfortado por la ola de solidaridad y por la ayuda que muchos de los bomberos de Andalucía han brindado para rescatar supervivientes. Porque nuestra tierra es solidaria y fiel compañera. De ésas que, en los momentos más difíciles, es cuando dan lo mejor de sí. En cariño, en dar calor a quien lo necesita y en convivir con respeto siempre hemos sido, y seremos, líderes indiscutibles.
Reivindiquemos en nuestro día esa Andalucía diversa, la que escucha e integra en mitad del fuego cruzado de los extremismos. Aquí cabemos y sumamos todos. Es la diferencia lo que enriquece a esa tierra moderna y moderada con la que queremos ser ejemplo de convivencia, de tolerancia y de progreso. Porque, al fin y al cabo, ése es el liderazgo más importante de todos, y el que debemos dejar a nuestras hijas e hijos.
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