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Verso suelto

Mal de muchos

La parte aguafiestas del cerebro tendrá que recordar momentos que no eran para tanto

Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral, corazón de la carrera oficial de la Semana Santa de Córdoba Valerio Merino
Luis Miranda

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La culpa de todo la tienen la dichosa memoria y la emotividad de estos días, que entran en la habitación de los recuerdos y no dejan más que lo bueno. «El olvido sólo se llevó la mitad» , cantó Serrat , y ... lo cierto es que aquellas cosas que se barren y se arrojan a una bolsa de basura no tendrían que reciclarse, sino quedarse en una estantería a la espera de servir. No es síndrome de Diógenes , sino puro pragmatismo: en este año son bastante útiles para los días que han pasado y para lo que todavía está por llegar. El corazón engaña a la cabeza y le hace pensar que todo lo que se vive es sublime y memorable, así que la parte más aguafiestas del cerebro tendrá que trabajar un poquito para recordar los momentos en que ver a una cofradía no era para tanto. «Estos ojos que no miden ni comparan, ni se olvidan de su cara, ni se acuerdan de tu cruz », que dijo Sabina .

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