La Graílla

Huelguistas pasivos

La protesta de Justicia se hace contra el Gobierno, pero pagan los abogados y procuradores sin ingresos

Luis Miranda: Con este calor

Protesta de los Abogados en la Ciudad de la Justicia de Córdoba abc

De algunos derechos, aunque estén consagrados en la letra gótica de las leyes solemnes, es mejor no preguntarse por su origen, porque se construyeron contra otros. El sacrosanto del aborto es el que tiene una mujer para terminar con un hijo sin ... derecho a la vida.

El de huelga, quizá necesario pero suelto de una regulación que lo embride en las manos de la cordura, se hace bastantes veces contra la libertad de no seguirla y contra el bienestar, la economía y los derechos de personas que reciben las bofetadas sin haber hecho nada malo a quienes han decidido dejar de trabajar.

Es peor mientras más sensible sea el trabajo: si yo hago huelga de artículos un sábado de estos quizá no haya nadie con morriña de mi prosa y mi lucidez, pero si los operarios que recogen la basura la dejan en su sitio, y eso ha pasado en unos cuantos lugares, la ciudad entrará en un estado de excepción tal que los mismos ciudadanos pagarán la subida de sueldo que se pide para que salir a la calle vuelva a ser saludable.

A ciertos niveles profesionales públicos, una huelga es como un depósito de ahorro: se deja dinero del que no se puede disponer durante un cierto tiempo con la certeza de que al cabo del tiempo se recobrará con los intereses de una buena subida. En 'Novecento' la huelga es famélica y se hace contra patrones sin escrúpulos; en este tiempo se pone en huelga quien puede renunciar al dinero y a la cotización de los días porque tiene los ahorros de un sueldo decente y la esperanza de que puede apretar para conseguir la subida que quiere.

Es del todo legítimo, pero por el camino quedan derechos y libertades que no parecen importar a nadie. La ministra de Justicia y el Gobierno saben que la huelga se hace contra ellos, pero habrán cobrado la extra de junio con la absoluta normalidad de saber que no les afecta más que con algo de desgaste.

No pueden decir lo mismo los abogados y procuradores de Córdoba que están contando en ABC que pierden dinero con cada juicio que no se puede celebrar y que empiezan a acercarse al momento de tener que cerrar o prescindir de gente sin que importe ni a quienes protestan para ganar más dinero ni a quienes tienen que conseguir que la subida no descuadre los Presupuestos Generales del Estado. Los acusados y los que aguardan en prisión preventiva un juicio que los condene o los absuelva tampoco parecen sujetos de derechos como la tutela judicial efectiva o la defensa, y hasta los sindicatos disidentes del alto el fuego electoral se quejan con retórica rancia en términos de trabajadores y patronal, como si los funcionarios no se fueran este verano al todo incluido.

Los asuntos pendientes subirán hasta el infinito en un sistema ya colapsado y perjudicarán algo al Gobierno contra el que se hace huelga, pero mucho más a la gente que acude a la Justicia. Igual que en 2006 la Ley del Tabaco protegió a los que en todas partes respiraban nicotina sin fumar, habría que proponer una huelga activa para que alguien se preocupe por los huelguistas pasivos.

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