El presunto homicida, que fue posteriormente detenido, habría acudido con una escopeta a dicho bar y le habría disparado en dos ocasiones. Uno de los impactos habría sido en la cabeza, el que le costó la vida a Antonio Rodríguez.
En la tarde de ayer, se celebró el funeral y quedó patente el dolor de este pueblo por la pérdida de este conocido vecino. No en vano, su hija Cristina había definido, tras la tragedia vivida, a su padre como «una persona muy carismática, que estaba para todo el mundo» en el pueblo. No en vano, recordó que había ayudado a su presunto asesino con «temas económicos».
Las muestras de pesar se siguieron sucediendo. Por ejemplo, la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de esta localidad quiso expresar su «más sincera condolencia a la familia de Antonio Rodríguez por su fallecimiento, uniéndose al dolor y la tristeza que embarga a sus seres queridos en este momento de gran pérdida».
Pesar del alcalde de Priego
Otra hermandad del municipio, la de la Virgen de los Dolores, también quiso trasladar su «pésame» a la familia del hostelero fallecido. Entre las muestras de dolor por lo sucedido también estuvo la del alcalde de Priego de Córdoba (municipio fronterizo con Almedinilla), Juan Ramón Valdivia. El regidor en sus redes sociales quiso despedirse de «un buen hombre y un buen amigo que siempre pasaba a saludar en mis visitas a Almedinilla».
Le definió como un hostelero de los que lleva su bar como «un centro de reunión» del pueblo, «pensando más en juntar amigos que en generar ingresos». «Me uno al dolor del pueblo hermano de Almedinilla», añadía. Y también aseguraba que «no somos capaces de entender qué pasó por la cabeza de quien le quitó la vida a Antonio». En cuanto al presunto asesino, permanecía en dependencias de la Guardia Civil, al cierre de esta edición, y aún no había sido puesto a disposición judicial.
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