galardones
Historias de pequeños comerciantes de Córdoba escritas con tesón: «Lo más difícil ha sido sobreponerse a las crisis»
ABC recoge el testimonio de cuatro de los negocios que van a ser premiados por la patronal del sector este sábado
El comercio emplea a 15.335 personas en la ciudad de Córdoba, un 2,8% más que hace un año
El comercio, a caballo entre la esperanza y el temor por la obra de peatonalización de la avenida de la Viñuela
Córdoba
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Iniciar sesiónLa Federación Provincial de Empresarios y Autónomos del Comercio de Córdoba (Comercio Córdoba), dio a conocer días atrás las empresas, comerciantes y trabajadores distinguidos en la primera edición de unos reconocimientos para el sector. La gala, que se celebra este sábado en ... el Jardín Botánico de la capital, lleva como lema 'El valor de lo nuestro', y busca poner en relieve el esfuerzo, la dedicación y la importancia de los profesionales que integran el tejido comercial cordobés.
Los reconocimientos distinguen este año a Grupo Alsara, como Comercio del Año, Albertasoyyo, como Comercio Innovador; Nelson & Carreras, como Comercio Sostenible y Cerrajería Diéguez como Comercio Tradicional.
Comercio Córdoba anuncia los premiados de su gala de reconocimientos 2025
ABC CórdobaLa cita se celebrará el 27 de septiembre en el Jardín Botánico con galardones a empresas, comerciantes y trabajadores de la capital y la provincia
La Trayectoria Empresarial recae en Antonio Ríos Sánchez (Comercial Ríos) y la Policía Nacional recibe una distinción como entidad colaboradora. También son premiados Ana Lavirgen Pulido (Mujer Comerciante), Rubén Sánchez (Joven Comerciante), Moisés Martín Sánchez (Comerciante de Mercados Municipales), Matilde Rubio del Moral (Trabajadora) y Casa Guadamecí (Artesanía Cordobesa).
En los centros comerciales abiertos de Córdoba se reconoce a El Espejo te dice guapa y Luis Muñoz (Centro Córdoba); Joyería Jucar y Rafael Casaño de Cuevas (Ciudad Jardín); Victoria Descanso y José María Ruiz León (Santa Rosa-Valdeolleros); y Motos Vicente y Nuype S.L. (Viñuela).
También hay una mirada a la provincia, en cuay modalidad se va a premiar a Vistalegre Solutions (La Carlota), Dimatica (Posadas), Sabores de Pueblo (Montilla), Relojería Roldán (Lucena), Higar Novias (Fuente Palmera), el Centro Comercial Abierto de Cabra, Gema Jiménez (Puente Genil), José Luis Luque Sicilia (Priego de Córdoba), Calzados Mohedo (Montoro), Carnicería Ana (Villafranca de Córdoba) y Francisco Parra, de Confecciones Sevilla (Peñarroya). Poco antes de la entrega de los premios, ABC se sienta con cuatro de los ganadores.
José Antonio Diéguez: «Lo más difícil ha sido sobreponerse a las crisis»
José Antonio Diéguez regenta actualmente la Cerrajería Diéguez, situada en la calle Cronista Maraver, dentro del popular barrio de Levante. El modesto localito, situado en una esquina, mantiene el aspecto puramente tradicional de una tienda de barrio de toda la vida. Ha sido premiado por la patronal de Comercio Córdoba en la categoría de comercio tradicional. Esta cerrajería la puso en marcha su padre, Emilio Diéguez, en el año 1965. También cumple, por tanto, sesenta años.
Y cuenta ya con sucesión, gracias a un sobrino de José Antonio. «Lo más difícil, para mantener un negocio como éste, ha sido sobreponerse a las crisis, la de los ochenta, noventa, dos mil... Cada una trae un cambio en las costumbres y en la forma de acometer los trabajos, lo que va transformando todo con el paso del tiempo», reconoce el responsable del lugar.
Empezó ya con doce años a recoger avisos y atender el teléfono en la misma tienda. «Luego ya mi padre me dejó hacer llaves». Eso sucedió a mediados de los años 70. Toda la familia colaboraba en el negocio familiar.
Desde entonces este tipo de empresas han evolucionado mucho: «Hemos ido de máquinas manuales que se movían con la mano como un carro a máquinas electrónicas de última generación que hacen la lectura de la llave por láser». En cuanto a las puertas, y como narra con gran sentido del humor, el avance ha venido también de la mano de los tutoriales que pululan por Internet, y que permiten a los amantes de lo ajeno aprender rápido a acceder a los domicilios. Una inquietud que le trasladan los propios clientes cuando se juntan en su local.
«Hemos ido de máquinas manuales que se movían con la mano como un carro a las de última generación que hacen la lectura de la llave por láser»
«A pesar de la tecnología de los fabricantes, se aprende a abrir puertas con facilidad, por lo que todo este sector está evolucionando muchísimo, y, además, constantemente la contraseguridad para frenar a los amigos de lo ajeno; y así hacer elementos que eviten el robo», explica este comerciante.
Moisés Martín: «La clientela quiere cada día las cosas más cómodas y fáciles»
Muchos jóvenes quizá hayan leído u oído hablar de ello. O quizá no. Pero el mercado de la Corredera (Sánchez Peña) estuvo en el subsuelo de este enclave histórico de Córdoba desde el año 1955, cuando se demolió el antiguo mercado situado en un edificio justo alto y enladrillado en la mitad de la plaza. En esos sótanos trabajaron la abuela y el padre de Moisés Martín Sánchez, -premiado por su labor comercial en los galardones de la patronal del comercio- en el actual mercado de la Corredera.
Allí regenta un puesto dedicado a la carnicería gourmet. Lleva treinta años dedicándose a este establecimiento. Tras el cierre de ese mercado que se situaba en el subsuelo, y una breve experiencia laboral en otros sectores, Martín decidió seguir con la tradición y abrió su negocio en el actual edificio. Empezó allí con unos 24 años de edad tras un paréntesis de unos 18 años entre el negocio de padres y abuelos y el suyo.
El local inicial se transformó en los dos presentes. Aquel niño que observaba la labor de su padre, se convirtió más tarde en experto en la materia. Con respecto a los problemas de supervivencia de los mercados de abastos, no parece muy preocupado por la buena marcha de la Corredera: «Va perfectamente, recientemente han entrado cuatro nuevos comerciantes con ilusión y ganas, gente relativamente joven que ha puesto unos locales muy bonitos, lo que nos da esperanza para dar guerra unos años más».
Su trabajo se ha ido modernizando en estos años de ardua tarea: «Cuando entré aquí era un carnicero a la antigua usanza, hacía lo que había visto con mis padres y hermanos, y vendía pollo, cerdo y ternera; además de algunos elaborados como salchichas, hamburguesas o flamenquín».
«Hay nuevos y jóvenes comerciantes que han puesto unos locales muy bonitos y da esperanza»
Todo ello ha evolucionado hasta convertirse en abanderado del lugar precisamente a la elaboración propia. «Ten en cuenta que le damos un valor añadido, tanto por el producto de calidad como por el hecho de que son artesanos y se hacen con una ventana abierta al público». Todo ello va de la mano de los tiempos, pues «la clientela quiere cada día las cosas más cómodas y fáciles, mejor acabadas, para llegar a su casa y disfrutarlo».
Ana Lavirgen Pulido: «Vamos a por otros sesenta años más»
El premio a la mujer comerciante ha sido otorgado a Ana Lavirgen Pulido, de Persianas Lavirgen, en pleno corazón de Ciudad Jardín. Su galardón le ha llevado ya a la televisión esta semana. Ana rememora los inicios de un negocio que se inauguró por su padre en 1965, por lo que cumple su sesenta aniversario. Su progenitor, Bartolomé, que vive todavía hoy y goza de buena salud a los 96 años, combinaba su labor en un local chiquito, cerca del actual, con la venta de huevos procedentes de Bujalance. «Iba y venía todos los días al pueblo con un mini amarillo, y la gente encantada, porque los huevos venían fresquitos, fresquitos», recuerda su hija.
Ana Lavirgen se incorporó hace 34 años, tras terminar su carrera de empresariales e intentar combinar el trabajo en un banco y la tienda durante un tiempo. Pero vio que el comercio familiar requería de una dedicación superior. «De chica yo terminaba mis estudios y me iba a trabajar a la tienda, y ya hacía mis cortinas de palillo o arreglaba las venecianas, me acuerdo que mi padre me pagaba ambas cosas a 50 pesetas», cuenta la premiada. Decidió finalmente dedicarse de pleno al establecimiento de Camino de los Sastres, en el que también trabajaba su madre, María, ya fallecida.
«¿El secreto? Tener muy buenos trabajadores y aconsejar bien al cliente»
Este negocio ha pasado de la persiana con cadenilla colgada con cáncamos o la enrollable de plástico a las de aluminio de todos los colores, los estores y las barras de todo tipo». ¿El secreto para aguantar tantos años? Sólo hay uno: «Tener muy buenos trabajadores y solucionar los problemas de los clientes o aconsejarles muy bien, incluso aunque no tengamos el artículo que solicitan». El negocio tendrá sucesión gracias a sus hijos: «Vamos a por otros 60 años más».
Antonio Ríos: «Con la edad lo ves todo de otra manera»
Antonio Ríos Sánchez, de Comercial Ríos, lleva unos años jubilado tras una dilatada trayectoria profesional, pero Comercio Córdoba no se ha olvidado de la misma y le ha reconocido por su trayectoria empresarial, iniciada en 1974 en la droguería de su padre, situada en Jesús Rescatado esquina con Luis Valenzuela. En pleno corazón de La Viñuela, otro pulmón detallista. Este establecimiento, inaugurado en 1964, estuvo abierto hasta el final de la década pasada.
Como no le gustaban los estudios al calificarse como hiperactivo, la bombilla para su expansión se le encendió a Ríos al ver una pequeña estantería con pinturas de carrocerías en las que se señalaba el color y la marca del coche. «Se vendía en envases de cuarto de kilo, de medio kilo o de un kilo, empecé a promocionarlas y ahí empezó la subida».
A eso siguió una innovación comercial: «Empezamos a visitar talleres, a llevarles las pinturas, seguimos comprando un local en la Torrecilla y metimos comerciales en toda la provincia». A partir de ahí surgió la iniciativa común a otros almacenistas de pinturas de la provincia para crear la asociación Anadeco, que derivó en fábrica con marcas de pintura y escuela de formación propias, y con grandes instalaciones en Cartagena, hasta el punto de que se han convertido en uno de los tres fabricantes más importantes de España.
«Visitábamos los talleres y les llevábamos pinturas; compramos en la Torrecilla y metimos comerciales por la provincia»
Mientras tanto también hubo tiendas de Comercial Ríos en diversos barrios de Córdoba, que no se mantienen abiertas en la actualidad. En este sentido, sobre dichos cierres, denuncia las dificultades para aparcar en muchos barrios de Córdoba, lo que hace imposible que un cliente pueda plantearse comprar determinados productos. Un problema que sigue vivo en la actualidad en muchas de estas zonas comerciales tradicionales. Antonio Ríos comenta entre risas que si tuviera veinte años no sabe si se hubiera metido en tantos negocios como ha procurado a lo largo de su vida: «Con la edad lo ves todo de otra manera».
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