agricultura
La CHG da marcha atrás y empieza a dar algo de agua al sector hortícola de Córdoba
Las protestas de los agricultores y los contactos de Asaja y los regantes del Genil-Cabra con el órgano de cuenca dan sus frutos con tres días de riego pese a las continuadas negativas
La Confederación señala en una respuesta parlamentaria que sólo hará desembalses concentrados en pequeños periodos de tiempo
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Córdoba
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Iniciar sesiónLos agricultores cordobeses no tendrán de forma regular riegos de emergencia o agua por adelantado para intentar salvar sus cosechas más inmediatas y, por ende, miles de jornales dependientes. Aunque el 40 por ciento de la superficie ajera en la provincia se ha perdido ... , como ayer informó ABC, y por el camino seguirán otros cultivos hortícolas, la negativa de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) es firme. Aunque la influencia en la próxima campaña del olivar sea de efectos notables. Ni ve «viable» realizar «desembalses puntuales» ni va a «comprometerla disponibilidad» del recurso para el resto de las zonas regables del sistema general regulado, que totalizan 345.000 hectáreas. Aún asi, en estos últimos días, el órgano técnico ha dejado una rendija abierta.
El sector del ajo de Córdoba afronta la campaña con un 40% menos de superficie
Pablo CruzLas causas son la baja pluviometría y las escasas dotaciones de agua previstas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG)
Estos argumentos han sido puestos de manifiesto este pasado Miércoles Santo en una respuesta parlamentaria ofrecida al diputado popular Andrés Lorite, a la que ha tenido acceso ABC, y que interpelaba al órgano de cuenca sobre las necesidades esgrimidas y las protestas llevadas a cabo por los agricultores de la Zona Regable del Genil-Cabra. Es la última versión del Gobierno de Sánchez ante las reiteradas quejas del sector -la penúltima el pasado día 30 en Sevilla con la concentración de 500 agricultores-, que ya no pueden más en una situación de extrema sequía. Un escenario de 25 y hasta 30 años atrás que el propio Ejecutivo dibuja con pelos y señales pero que, pese a su contundencia, no provoca un giro en su decisión.
En la respuesta parlamentaria, la CHG califica esta escasez de recursos hídricos en su nivel más alto de alerta: Emergencia. Con unas reservas medias del 23 por ciento que han llevado «a una situación crítica» que no se recordaba desde 1994 y 1995 cuando se produjeron cortes de suministro para el abastecimiento humano de calibre (no en Córdoba capital por decisión del entonces alcalde Rafael Merino).
Caída del 70% en volumen desembalsable
Hace apenas un mes que se reunió la comisión de Desembalses para informar a los usuarios del sistema de regulación de la previsión de la próxima campaña de riego. Según el Plan Especial de Sequía vigente, se han fijado 375 hectómetros cúbicos. En una campaña normal, según datos de la propia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el volumen a desembalsar es casi cuatro veces mayor, con 1.200 hectómetros cúbicos.
«La reducción de casi el 70 por ciento de este volumen complica bastante la gestión de desembalses de agua -prosigue la Confederación en su respuesta al PP- que se realizan desde los 19 embalses [que conforman este sistema de explotación de los ocho que hay] para atender las demandas que se ubican a lo largo de toda la cuenca». A esto suma el órgano estatal la ausencia de lluvias durante los últimos tres meses que está provocando «que los caudales circulantes en los cauces estén por debajo de lo habitual en estas fechas».
Sin ir más lejos, ayer mismo la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) hizo público su balance climático del mes de marzo en el que puso de manifiesto que fue «muy cálido y muy seco en el conjunto de España, tratándose del segundo marzo más cálido del siglo XXI y el tercero desde el inicio de la serie histórica en 1961». También, indicó este órgano oficial, que se trata del segundo marzo más seco del siglo actual y el sexto desde el comienzo de la serie. Indicadores que se suman a una 'tormenta perfecta' para la sequía.
A su vez, esta circunstancia hace que cualquier partida de riego que se autorizara «tendría una eficiencia por debajo de una campaña media pudiendo tener una disminución de volumen a lo largo del cauce aguas abajo de en torno al 40 por ciento», precisa.
«Embolada de agua» en el Genil-Cabra
Las organizaciones agrarias (UPA, COAG y Asaja) explican al respecto que «no se está pidiendo más agua sino un adelanto de los desembalses» porque las distintas zonas regables de Córdoba necesitan un riego de emergencia, pues, entre otros cultivos, quienes más grave lo tienen son los hortícolas de invierno que, además, suponen un alto beneficio social y económico.
Aún así parece que las peticiones han sido escuchadas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) con un pequeño adelanto de tres días de riego que concluyeron ayer para que los cultivos de ajo, hortalizas, árboles frutales, olivares y cereales se beneficien con el agua que les llega por el canal principal.
Así lo confirmaron a Europa Press ayer fuentes de Asaja Córdoba y el propio presidente de la Comunidad de Regantes del Genil-Cabra, Julio Valcuende, quien ha explicó que, «a base de mucho suplicar, nos han dado una poca de agua» para regar, la cual «no es ningún regalo», pues ya estaba «asignada desde hace meses, pero no nos la querían dar hasta más entrada la primavera, y a los ajeros y a los hortelanos nos hacía falta ya».
La CHG ve inviable adelantar el desembalse que piden los ajeros de Córdoba
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En cuanto a los cultivos que se han beneficiado desde el pasado viernes por la noche y hasta ayer a mediodía, Valcuende precisó que son los de «hortalizas, ajos, cebollas, patatas, melones, olivares de nueva plantación, almendros» y cereales, «que ya están medio secos, pero bueno, con una poquita de agua, de no darte nada pues a lo mejor te dan 500 ó 700 kilos por hectárea más», de manera que, «dentro de lo poco» que supone este adelanto del riego, «algo es algo».
Está prevista una Junta de Desembalse a final de mes en la que se acordará una nueva embolada de agua, teniendo en cuenta el hecho de que los regantes del Genil-Cabra tienen asignados 500 hectómetros por hectárea, y quería el presidente de la Confederación «darnos esto en tres o cuatro emboladas», dijo Valcuende.
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