La sangría del turismo foráneo

A la hemorragia le podemos poner tiritas: entre los cinco territorios con mayor hundimiento, dominan claramente los de interior —el segmento de sol y playa ayuda a cicatrizar mejor la herida del coronavirus—; a Granada, uno de nuestros grandes competidores por el visitante cultural, se le escapan los foráneos a borbotones (-42,3%) o Andalucía exhibe un boquete considerable (su caída roza el 22%). Todo esto no quita para advertir de que lo que sucede aquí es especialmente sangrante.

Porque otros enclaves sin costa, Salamanca (-19,2%) y Cáceres (-21,8%), ofrecen descensos menos fuertes. Y, por dar otro ejemplo, La Coruña, cuyo referente es Santiago de Compostela (el otro nombre propio turístico entre las Ciudades Patrimonio españolas), ha cerrado el desgarro de los visitantes extranjeros. Se anota un alza del 7,6% —ha habido subida en otras seis provincias— . Lo sutura gracias a la celebración del Xacobeo, que tiene un programa cultural atractivo para los viajeros. Esto nos recuerda la importancia de contar con eventos de este tipo, muy olvidada en Córdoba, para captar turistas.

Expuestos estos datos, todo apunta a que este área de actividad necesita una intervención múltiple que lidere el Ayuntamiento de la capital (motor del sector): tocar a la puerta de la Junta, que tiene más músculo económico para hacer promoción internacional; redoblar esfuerzos para que las inyecciones de visitantes nacionales sean más fuertes o potenciar la apuesta por el viajero de negocios. Se trata de aplicar un tratamiento ya porque el paciente cordobés tiene el riego de extranjeros bastante obstruido, y eso es motivo de preocupación para la salud de Córdoba, que ya bastantes achaques tiene tradicionalmente.