¿Cuál es el ahorro que genera la bajada fiscal propuesta por el Ayuntamiento de Córdoba?

El caso del IBI de urbana, el impuesto más importante, el asunto es bastante simple de explicar. Quien pagaba 500 euros en 2019, pagó 500 en 2020, volvió a pagar 500 euros en 2021, le llegó una factura de 500 euros en 2022 y la idea es que pague 500 euros en 2023. El IBI no se ha bajado. Ha sido deflactado (o corregido para que no suba), que no es lo mismo. El tributo depende de dos factores: los valores catastrales que fija el Gobierno central y un coeficiente tributario que es el que marca el Pleno. Los valores catastrales y el coeficiente ha bajado cada año en un tanto por ciento similar.

Los impuestos del IBI de rústica (fincas agrícolas) y del ICIO (todas las construcciones, instalaciones y obras) son los que sí se les puede notar cierto margen de bajada a lo largo del mandato. Uno bajará este año un 1% y el segundo un 2%. El de Rústica quedará fijado en un 1,05% del valor catastral de forma que, por cada 500 euros que se pagasen a principios de mandato, el año que viene pagaría 69,65 euros menos. Es el que más ha bajado porque era el que estaba en máximos nacionales. Córdoba tenía una fiscalidad bastante bestia para con sus propietarios agrarios.

El ICIO es un tributo bastante complejo que se suele apoyar en el presupuesto de ejecución material (lo que cuesta una obra sin impuestos) o, en su defecto, en un cuadro de valoraciones según usos que proporciona el Ayuntamiento de Córdoba. Por cada mil euros de ICIO pagados en 2019, el plan para 2023 es ahorrarse 122 euros en la factura final. Una cuestión que hay que tener en cuenta es que la obtención de licencia de obras tiene su propia tasa (que se pretende que baje un 6,25% a lo largo del mandato tras congelarse en 2023). Y hay un sinfín de conceptos relacionados con la Gerencia de Urbanismo que en muchos casos son cantidades fijas.

El sello del coche tiene una cuenta clara. El 1% que se pretende detraer en 2023 permitirá una reducción a lo largo del mandato cercana al diez por ciento. En concreto, un 9,74 por ciento. Los turismos se dividen en cinco categorías fiscales que quedarán de la siguiente manera: De menos de 8 caballos fiscales: 21,86. De 8 hasta 11,99 caballos fiscales: 59,04. De 12 hasta 15,99 caballos fiscales: 130,33. De 16 hasta 19,99 caballos fiscales: 162,35. De 20 caballos fiscales en adelante: 202,91. El impuesto tiene una multitud de categorías para motos, tractores o remolques. Los ciclomotores han sido los grandes beneficiarios del mandato: pagan seis euros.

Y el caso de las plusvalías es el más complicado de hacer la cuenta. Supuestamente, por cada 1.000 euros de impuesto que se pagaban en 2019, la pretensión es que los cordobeses se ahorren 82,7 en 2023. Pero la cuenta no se puede hacer de esa manera porque el propio impuesto ha cambiado para evitar que se pague cuando se vende a pérdidas. Además, PP, Cs y Vox han incrementando la gratuidad del tributo para dos supuestos: herencias de la vivienda habitual y del edificio donde se realiza una actividad económica propia (una idea pensada para el pequeño comercio). Originalmente, el PSOE e IU solo lo aplicaban a descendientes directos cuando no se superaban los 100.000 euros de valor catastral.

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Rafael Ruiz

El alcalde anunció que este año se reconocería el segundo grado de parentesco (tíos y sobrinos o abuelos y nietos) pero el texto no ha cambiado. Es el mismo. Puede ser un error de José María Bellido porque la ordenanza fiscal ya establecía el concepto de descendencia y ascendencia sin poner tope alguno. De hecho, se podía legar gratis a una persona con la que no se hubiese llegado a contraer matrimonio demostrando solo una relación. Las herencias a personas con las que no se tiene grado de parentesco alguno están gravadas así las que se realizan cuando se compra una vivienda a un vivo.

Sí ha cambiado una casuística concreta. La de los mayores que viven en residencias. Y probablemente tenga que cambiar sobre lo aprobado ayer. Como solo se considera la gratuidad para la vivienda habitual, los mayores que estaban censados en residencias perdían esa consideración para su casa de toda la vida. El texto dice que, en esos casos, se considerará como vivienda habitual la anterior que tuvieran antes de entrar en residencias. El problema es que puede dar lugar a una contradicción. Los mayores que se fueron a vivir con sus hijos antes de entrar en una residencia tampoco estarían bajo el paraguas de la bonificación.

Hay un último cambio de cierta relevancia sobre el que el gobierno municipal no ha informado. Es una modificación a conciencia de la forma en la que se cobran las entradas a los museos. Se han creado cinco categorías nuevas en función de que se visite el centro cultural solo o con algunas de las modalidades colectivas previstas. Además, se empezará a cobrar por visitar el Centro Fosforito. Una curiosidad es que el Ayuntamiento empezará a cobrar por el uso de sus monumentos para rodajes. Habrá una tasa cuando haya figurantes y otra, más barata, cuando no haya extras.