Mercado de trabajo
El 17,6% de los contratos que firman los cordobeses son para trabajar en otra provincia
En 2022, los habitantes de la provincia firmaron 77.155 para desempeñar ocupaciones en otros territorios
Córdoba cierra 2022 con 13.800 ocupados menos, una bajada del 4,5% de la que tira el mal dato del campo
La última edición del informe «Datos básicos de movilidad», con indicadores de 2022, del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), vuelve a incidir en un viejo problema de los cordobeses: la necesidad que tienen muchos de ellos de ganarse la vida fuera ... de su tierra.
De cada cien contratos que firmaron los residentes en la provincia el pasado año, cerca de 18 implicaron tener que trabajar fuera de Córdoba. Es la ratio de salida más elevada en la última década. Y en 2022, nuestra tierra siguió siendo un territorio claramente emisor de mano de obra. Son las grandes conclusiones que deja el citado informe, que se acaba de publicar.
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En el pasado año, los residentes en la provincia firmaron 438.949 contratos. De ellos, 77.155 fueron para desarrollar trabajos con sede fuera de Córdoba -la cifra de personas que rubricaron esas vinculaciones laborales es menor, pues cada una de ellas puede formalizar varias en el periodo analizado-.
Antes de seguir profundizando en el informe hay que tener en cuenta dos factores. El estudio no ofrece indicadores de quienes logran un empleo en el extranjero. Y tampoco baja al detalle importante de si estos ocupados tienen que dejar la provincia por la ocupación lograda, si el empleo obtenido les posibilita mantener su residencia aquí -haciendo, por ejemplo, viajes de ida y vuelta en el día- o si se usa el teletrabajo, lo que baja los desplazamientos.
Sevilla, Málaga y Jaén son los principales destinos en las vinculaciones que implican movilidad
Cruzando las dos cifras aportadas, se observa que, de cada cien contratos rubricados el año pasado por habitantes de Córdoba, el 17,6% fueron para trabajos que se debían realizar más allá de las fronteras provinciales. Ese porcentaje es el que se conoce como tasa de salida. Y poniendo la lupa sobre un amplio periodo de tiempo, la última década, se observa que dicha tasa se encuentra en su nivel más alto.
El segundo porcentaje más elevado se registró en 2019 cuando esa ratio se situó en el 17.3%. Y es que la opción de carretera y manta sigue siendo por la que tienen que apostar muchos cordobeses, dada la tradicional debilidad de la economía provincial, lo que se traduce en sus niveles de creación de empleo. Buscan territorios más prósperos para zafarse del desempleo, que castiga más por estos lares.
Baste recordar que Córdoba acabó 2022 como el noveno territorio del país con mayor tasa de paro. Según la EPA del INE, en su último trimestre, el 17,7% de los residentes en la provincia que querían trabajar no podían hacerlo. Son 4,8 puntos más que la media nacional.
En la agricultura, de cada cien contratos, 22 implicaron trabajar en otra provincia. En servicios, la tasa de salida fue del 18,6%
Y la capital sufre especialmente el martilleo de esta lacra socioeconómica. De acuerdo al último informe Urban Audit del INE, Córdoba fue el pasado ejercicio la novena gran ciudad española con mayor tasa estimada de paro: un 22,2%, obtenida mediante un mecanismo que mezcla indicadores de la EPA y del paro registrado.
El número de contratos firmados por los residentes en la provincia para salir a trabajar fuera sufrió un descenso interanual del 10,2%. Se formalizaron 8.808 menos. Ese dato está influenciado por el hecho de que a principios de 2022 se activó la reforma laboral, que fomentó las vinculaciones indefinidas. Ello redujo las temporales, las más habituales, provocando un impacto descendente sobre la cifra total.
Madrid y Barcelona
Además, en los análisis de la movilidad en nuestra tierra, hay que tener en cuenta el enorme peso de las relaciones laborales de la agricultura. Y su número viene marcado en cada periodo por cómo sean las cosechas que haya que acometer: que necesiten más o menos mano de obra.
El campo y la ganadería fueron el segundo sector de actividad en el que se rubricaron más contratos para salir a trabajar fuera de nuestras fronteras. Fueron 33.381, un 43,3% del total. Esta área de actividad tiene la segunda mayor tasa de salida: de cada cien vinculaciones formalizadas en 2022 por residentes en Córdoba para empleos en la agricultura, 18,4 implicaban desempeñar una ocupación fuera de ella.
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En 2022, los varones absorbieron dos de cada tres contratos para trabajar fuera
Pero el sector que más contratos movilizó para trabajar fuera fue el de servicios: 35.460, un 46% del global. Su ratio de salida fue la mayor: 18,6%. A mucha distancia se quedaron ya las vinculaciones de este tipo en la industria (3.127) y la construcción (5.187).
El informe del SEPE también permite ver cuáles son los principales lugares en los que los cordobeses se tienen que buscar la vida. Sevilla es el principal destino. Los ciudadanos residentes en la provincia firmaron el pasado año 21.110 contratos (27,4% de los que implicaron movilidad) para trabajar en ese territorio. En el pasado, el SEPE sí daba apuntes sobre qué tipo de trabajo fundamentalmente desempeñaban allí: dominaban las vinculaciones para trabajar en el campo, algo que no debe haber cambiado.
La segunda provincia receptora fue Málaga. Los cordobeses formalizaron 11.773 vinculaciones para ocupaciones a desarrollar allí. Supusieron el 15,3% del global. Hay que recordar que profesionales del sector hostelero suelen trabajar en esa provincia, especialmente en verano -queda encajonado entre los dos periodos de temporada alta de Córdoba-. Este podio lo cerró Jaén, con 7.810 contratos para empleos que había que desarrollar en el territorio vecino. Absorbió diez de cada cien vinculaciones que implicaban movilidad. Los habitantes de la provincia buscan allí trabajo fundamentalmente en el campo -recogida de la aceituna-.
Córdoba fue en 2022 otra vez emisor de mano de obra. Los contratos para trabajar fuera superaron en 22.046 a los firmados para venir aquí
Hay que prestar atención a la cuarta posición de Madrid (6.982 contratos, un 9% de todos) y a la séptima de Barcelona (2.372 y 3,1%). Esos territorios deben absorber una parte de la fuga de talentos que sufre desde hace mucho tiempo la provincia, con la salida de parte de sus jóvenes mejor preparados hacia provincias que les ofrezcan mejores oportunidades.
Como es habitual en los informes anuales sobre movilidad laboral de este ente público, en 2022, Córdoba volvió a ser un territorio emisor de mano de obra. Los citados 77.155 contratos firmados por residentes en la provincia para salir de ella superaron en 22.046 a los que rubricaron quienes vivían fuera para desarrollar un empleo aquí (55.109).
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