Córdoba cierra 2022 con 13.800 ocupados menos, una bajada del 4,5% de la que tira el mal dato del campo

En concreto, en el último trimestre del pasado ejercicio, se contabilizaron en la provincia 63.300 personas sin trabajo. Esa cifra implica un descenso interanual del 2,3% tras contabilizarse 1.500 personas menos en esa situación.

Este guarismo se traduce en que la tasa de desempleo aquí se sitúa en el 17,7%. Es decir, de cada cien personas en edad de trabajar y que quieren hacerlo, 18 no encuentran trabajo por estos lares. Ese porcentaje implica un aumeno de tres décimas respecto al alcanzado en la recta final de 2021.

Ese indicador, eso sí, vuelve a superar con claridad al nacional, que es del 12,9%. Córdoba, por lo tanto, es actualmente la novena provincia de España donde mayor es la tasa de desempleo.

El otro gran indicador que ofrece la EPA es el de los ocupados. De octubre a diciembre, la provincia suma 294.900 trabajadores. Hace un año, eran 308.700, con lo que se ha producido un descenso del 4,7%. Son, en números contantes y sonantes, 13.800 cordobeses menos con empleo.

En el último trimestre, el mercado laboral en nuestra tierra está influido por elementos peculiares. Octubre es parte de la segunda temporada alta de la capital -el turismo, aunque se ha recuperado, no ha alcanzado en Córdoba aún los niveles previos al Covid-. Y otro factor relevante es que en ese periodo se activa la recogida de la aceituna en Córdoba, que es la campaña agrícola más importante en cuanto a absorción de mano de obra. Pero ya se ha advertido de que la sequía provocará un descenso importante del número de jornales en esta ocasión. A todo ello se suman elementos que sí se repiten en todo el país, como pueden ser los repuntes de contratación en el comercio para la campaña de Navidad o en la hostelería para las celebraciones de las Pascuas.

Córdoba, se mueve además, en un marco cada vez más complejo. La previsión es que el crecimiento de la economía de España, ya ralentizado en 2022, se decelere aún más en este 2023. Y es un escenario adverso cuya finalización es muy complicado de determinar al haber entrado en juego una cuestión tan imprevisible como el desarrollo de la guerra en Ucrania.

En el caso de la provincia, el principal factor de descenso de los ocupados es el campo. En el último trimestre, sus ocupados se situan en 25.900. Esa cifra implica una caída interanual del 31,7%, con 12.000 ocupados menos. Fue el área de actividad que tiró del descenso, influida por la citada merma de la mano de obra necesaria en esta campaña de la aceituna, para su recogida.

El otro sector que arrojó saldo negativo fue el de la construcción, cuya buena marcha se ve amenazada por la subida de tipos o la crisis de materiales. En la recta final de 2022, suma 19.800 ocupados. Son 2.500 menos que 365 días anets, con lo que el descenso fue del 11,2%.

En que el descenso del paro no se refle en un aumento de ocupados, influyen distintas cuestiones. Hay que tener en cuenta que no todas las personas que dejan de declararse como desempleadas hallan trabajo. Hay que tener en cuenta que hay ciudadanos que se jubilan, otros que dejan nuestro territorio por haber encontrado empleo en otro o están aquellos que vuelven a las aulas.