Retos para un nuevo mundo
Saifedean Ammous: «Un presidente piensa a cinco años; un rey, a mucho más largo plazo»
Sostiene que la dicotomía hoy no es de izquierda y derecha, sino de Estado e individuo
«China se dice comunista pero cobra mucho menos impuestos que los países de Europa y EE.UU.»
La banca se prepara para ofrecer criptomonedas a sus clientes en España

Saifedean Ammous (Naplusa, Cisjordania, 1980) es una de las figuras más influyentes en la comunidad de las criptomonedas y en la difusión del pensamiento económico de la Escuela Austriaca. Su libro 'El Patrón Bitcoin' de 2018 se convirtió en un best- ... seller. Ammous se graduó en la Universidad Americana de Beirut, continuó en la London School of Economics y se doctoró en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos. En 2022 fue designado asesor económico del presidente de El Salvador, Nayib Bukele para su recién creada Oficina del Bitcoin. Ha venido a Madrid a presentar sus 'Principios de Economía' (Deusto, 2025), un manual escrito desde la perspectiva de la Escuela Austriaca, que contiene puntos de vista muy polémicos.
- ¿Cómo le explicaría a un gobernante que controlar el precio de la vivienda sólo produce escasez?
- La tentación de muchas personas en economía es pensar las cosas en términos de los conceptos matemáticos de una oficina de estadística. Lo que intento hacer con este libro es pensar la economía en términos de la acción humana. Una forma de no hacerlo es decir que como las casas son caras, aprobaremos una ley para que sean baratas. Si adoptas la perspectiva de la acción humana te das cuenta de que cuando introduces este tipo de leyes, lo que estás diciendo es que es ilegal vender o alquilar una casa a determinado precio. Pero eso no cambia mágicamente el coste de producción de la casa o de alquilarla. El resultado es que si no puedes vender o alquilar a ese precio, el propietario retira la vivienda del mercado y acabas teniendo menos oferta. Si lo ves a través de la acción humana, te das cuenta de que hay acciones que son contraproducentes.
- En nuestra sociedad se entiende bien que la gente quiera tener una casa o un salario, pero no es tan fácil entender que un empresario quiera obtener una ganancia cuando desarrolla un proyecto. ¿Por qué?
- Predomina lo que Mises llama la mentalidad anticapitalista, en la que la gente piensa en el beneficio y en el capitalismo como algo negativo. Esto es extremadamente peligroso como mentalidad, porque lo importante de que la gente obtenga beneficios no es que puedan hacerse ricos, sino que han encontrado la manera de proporcionar un valor que supera los costes que conlleva producirlo. Eso significa que están creando valor para la sociedad y cuanto más rentable eres, más valor estás creando.
- Dedica un capítulo a la energía. ¿Cuál es su visión de la transición energética?
- Toda nuestra vida moderna depende de los hidrocarburos y utilizo el análisis marginal de la escuela austriaca para explicar por qué creo que no hay ninguna posibilidad de que la energía solar y eólica vayan a sustituir de manera significativa a los combustibles fósiles. Necesitamos alta potencia energética que esté disponible bajo demanda independientemente del clima, cuando la gente la necesite. Y la única manera de hacerlo es con los combustibles fósiles, la energía nuclear y tal vez la hidroeléctrica. Así que estas cinco energías que he mencionado van a ser las principales fuentes para todo el mundo.
- ¿Usted niega el impacto de las emisiones o simplemente cree que la solución es tecnológica?
- No creo que haya nada que sugiera que las emisiones estén causando una crisis. Puede que estén teniendo un impacto en el clima, pero probablemente sea insignificante comparado con la evolución natural. Sabemos que el mundo es más cálido que hace cientos de años, pero también sabemos que en Groenlandia y en el Ártico hay fósiles de árboles que crecían hace miles de años. Así que la Tierra ha pasado de ser más fría a ser mucho más cálida en los últimos miles de años sin que nuestras emisiones contribuyeran a ello. No creo que contribuyan lo suficiente como para afectar al clima. No es ni de lejos comparable a la catástrofe humana que tendríamos si nos deshiciéramos de las fuentes útiles y fiables de energía y potencia que utilizamos.
- Personas que han leído su manual consideran que la forma en que se refiere a Marx como «un vago alemán semianalfabeto» no corresponde a un autor académico.
- Si quitamos el sesgo de un siglo de inflación fiduciaria promoviendo las ideas marxistas por todo el mundo para justificar más gasto público e inflación, ésta sería una valoración justa. No era alguien que pudiera pagar sus propias facturas en la vida, y eso se refleja en su obra inmadura. Sus ideas son erróneas, mal pensadas y consecuencia directa de los delirios resultantes de no haber sido un ser humano productivo. Esto no es un insulto pasajero, sino que está en la esencia del fracaso de las ideas marxistas sobre economía. Si Marx hubiera conseguido mantenerse con éxito en el mercado, habría comprendido mejor la importancia del capital y de la propiedad privada. En lugar de eso, inspiró a millones de personas a creer en el engaño de que su fracaso, su pereza y su envidia son justificación para atacar a los demás.
- Usted dice que el comercio conduce a una existencia civilizada. Los alemanes creían eso y ahora se han dado cuenta de que el comercio no garantiza que no aparezca Putin.
- Creo que el mercado sí trae la civilización. Los pueblos de Rusia y Alemania se beneficiaban del hecho de que comerciaban entre sí y era algo bueno. Y es el gobierno el que trae la destrucción. Fue un gobierno el que ordenó volar el Nord Stream 2. Fue un gobierno el que comenzó la guerra en Ucrania. La gran mayoría de la gente quiere vivir y trabajar para darle a sus hijos un futuro mejor. Pero pequeñas minorías que están en el gobierno y los grupos que se benefician de sus políticas tienen intereses destructivos: toman el dinero y los recursos de la gente y los dirigen hacia la destrucción en lugar de la producción. Si tuviéramos una manera de restringir el gasto de los gobierno podríamos proteger mejor nuestra civilización.
- ¿Qué piensa cuando un arquetipo del emprendedor como Elon Musk entra en el Gobierno de EE.UU.?
- No estoy seguro de que Elon Musk sea un héroe de la iniciativa privada. Muchos de sus negocios dependen del gobierno que es el principal cliente de sus empresas. Tesla vende principalmente por los subsidios que el gobierno da a los coches eléctricos. Recibe enormes subvenciones. Eso es lo que hizo crecer a su empresa a lo largo de los años. SpaceX recibe importantes cantidades de la NASA. Creo que una enorme parte de su negocio depende de contratos con el gobierno, y eso no me gusta nada. Prefiero que el gobierno no interfiera en esos sectores. No creo que se deban subvencionar coches. El mercado debe producir los coches que quiera la gente. Ni siquiera creo que el gobierno deba participar en la exploración espacial.
- Donald Trump está interesado en que el dólar siga siendo la divisa global. ¿Cree que es posible que Bitcoin sustituya al dólar?
- Sí, Bitcoin es superior al dólar porque es una moneda fuerte. Nadie tiene la capacidad de crear más Bitcoin, pero siempre están fabricando más y más dólares, y por lo tanto la oferta de dólares siempre aumenta y su valor disminuye. La gente se beneficiará si cambia a un dinero que no se crea fácilmente. Por tanto, es probable que el valor de ese dinero siga aumentando y se vuelva cada vez más importante en el sistema monetario.
- Algunas personas dicen que el capitalismo hoy no enfrenta el desafío de la izquierda antimercado, sino del mercantilismo de la derecha populista. ¿Qué opina?
- Hay algo de verdad en eso. En última instancia, no se trata tanto de izquierda contra derecha, sino del Estado contra el individuo. Por eso es bastante común que los partidos de derecha tengan una retórica más individualista, pero en la práctica puede suceder que acaben teniendo políticas más estatistas y agresivas contra los derechos individuales. Y creo que esto se ve en particular en términos de su política exterior y su gasto militar. Llegan a las elecciones hablando de que quieren reducir el gasto público y el poder del gobierno. Y se centran en aspectos en los que la izquierda aumentó mucho el gasto público y la intervención gubernamental. Y logran reducirlo, pero aumentan el gasto para financiar guerras extranjeras. Y envían gente y recursos a luchar en guerras extranjeras, lo que obviamente es un enorme abuso de la autoridad del Estado.
- ¿También hay nacionalismo y proteccionismo?
- También. Así que esta noción de que el mero hecho de declararse de derechas significa estar a favor de la libertad, no es correcta. El gobierno de China se dice comunista, pero cobra impuestos mucho más bajos que la mayoría de los países de Europa y Norteamérica. Y China goza de una libertad económica que en muchos sentidos ya no existe en el resto del mundo: se pagan menos impuestos, no hay inflación y el gobierno no gasta en guerras extranjeras. China no está invadiendo países como amenaza Estados Unidos, así que la dicotomía tradicional de que izquierda significa Estado y derecha significa mercado, no es precisa.
- Usted considera la monarquía como una empresa familiar. Y le gustan las monarquías. ¿Qué piensa de la española?
-La monarquía ha ayudado a España a preservar gran parte de su cultura a lo largo del tiempo y la protegió de muchas de las malas influencias que los estatistas impusieron en otros países. Si comparas con Francia, que perdió su monarquía hace 200 años, puedes sentir que en España hay más sentido del país como sociedad, del país como familia, hay un sentido de identidad y cultura común. Creo que una familia real ayuda a preservar algo así, y creo que en un lugar como Francia ves que falta. En mi país, Jordania, el rey ha hecho, diría yo, un trabajo estupendo manteniendo el país seguro y en paz durante los últimos 100 años, mientras que a su alrededor, todas las repúblicas han tenido muchas guerras. Israel, Líbano, Siria, Irak han sufrido muerte y destrucción en el último siglo, mientras Jordania ha vivido en paz.
- Hay quien diría que eso que menciona es anecdótico.
- No hay que menospreciarlo. Los reyes piensan en una perspectiva a muy largo plazo y quieren mantener la paz porque dirigen un negocio familiar. Tienen la intención de mantener el país en buena forma para su hijo y para su nieto, mientras que en las naciones donde hay presidentes, estos permanecen en el poder unos años, y tienen incentivos para que las cosas vayan bien unos meses o unos años. En cien años de una república tenemos veinte presidentes y cada uno de ellos está optimizando sus cinco años de mandato, así que tienes cien años de decisiones a corto plazo. Mientras que si tienes una familia durante cien años, están constantemente pensando en la mejora a largo plazo.
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