Miedos económicos

La Reserva Federal norteamericana, con su decisión de prorrogar la 'operación twist' hasta finales de año, decepcionó un poco a los inversres, que quizás esperaban más. Por eso, los índices estadounidenses cerraron planos y, por la mañana, los índices europeos abrían en rojo. Aunque no sólo por esas noticias procedentes de Estados Unidos. También por las que venían de China. La estimación que realiza el HSBC sobre la evolución del índice de gestores de compras del sector manufacturero volvió a mostrar una caída desde los 48,4 hasta los 48,1 puntos. Y eso puso nerviosos a los inversores. También los datos manufactureros de Europa correspondientes al mes de junio: bajó desde los 45,1 puntos hasta los 44,8, de acuerdo con lo esperado. Bien es verdad que el índice del sector servicios se reforzó un poco por sorpresa, aunque sigue por debajo de los 50 puntos, es decir, en terreno contractivo. En Alemania, una economía en la que nos debemos fijar porque su debilitamiento puede dar la señal del ablandamento de Angela Merkel y la toma de decisiones de más calado para la resolución de la crisis europea, tanto el índice de gestores de compras del sector manufacturero como el del sector servicios se situaron por debajo de lo previsto. El industrial, en zona contractiva. El del sector servicios, lindando ya con ella. Alemania está sufriendo los efectos secundarios de la medicina que impone a sus socios. Y esos temores económicos fueron los que provocaron que la rentabilidad del bono alemán a diez años volviera a bajar hasta el 1,53%.

Esas referencias provocaron caídas en los primeros cambios de la sesión, pero la subasta de deuda española invitó al Ibex a entrar en números verdes. Porque el Tesoro español colocó 2.219 millones de euros en bonos a dos, tres y cinco años, aunque tuvo que subir los intereses hasta el 4,7%, el 5,51% y el 6,1%, por ese orden. El coste de financiación del Tesoro a cinco años subió hasta su nivel más alto desde el año 1996. Aunque los costes subieron, lo cierto es que sentó bien que el Tesoro colocara 200 millones más del máximo de la horquilla prevista y que la demanda fuera de más de 7.700 millones de euros, lo que supone un ratio de cobertura equivalente a 3,4 veces la oferta. Con ello, se disipan las dudas: España no tiene problemas de financiación, únicamente es una cuestión de precio. Aunque también ayudan los rumores, negociaciones, especulaciones, sobre la posibilidad de que los fondos de rescate se utilicen para comprar deuda en el mercado secundario. De hecho, ha sido esto lo que ha ayudado a que bajara tanto la prima de riesgo.

Hoy, la prima de riesgo bajó hasta los 507 puntos básicos, aunque llegó a caer por debajo de los 500 puntos básicos en algún momento de la sesión. El interés del bono a diez años bajó hasta el 6,61%. Otra jornada de relax.

Con ello, el indicador español pasó de los números rojos a los verde. Y marcó los máximos de la de la jornada a las cinco y media de la tarde por encima de los 6.900 puntos. A partir de ese momento, coincidiendo con la apertura de la Bolsa de Nueva York, el selectivo comenzó a adelgazar las ganancias. Y terminó ligeramente en rojo: cedió un 0,33% y dio un último cambio en los 6.773,50 puntos.

Mejor que el Ibex lo hizo el Ftse Mib de Milán, que ganó un 0,14%. En rojo, el PSI-20 de Lisboa y el Cac 40 francés, que se dejaron cerca de un 0,4%. Los peores fueron el Dax alemán y el Ftse 100 británico, que retrocedieron un 0,77% y un 0,99%.

En el selectivo español, además de los bancos, le ayudaron Dia y Gamesa, que subieron alrededor de un 2,7%. También Mapfre e IAG, que se apuntaron alrededor de un 1,45%. Además de Iberdrola y Telefónica, que subieron un 0,31% y un 0,22%.

En rojo, el peor fue Mediaset, que se dejó un 3,98%, tras un consejo negativo de Goldman Sachs. A continuación, ArcelorMittal, que retrocedió un 3,05%. FCC y Acciona se dejaron más de dos puntos porcentuales. Indra, Técnicas Reunidas, Amadeus y Abertis se dejaron más de un 1%. Repsol, mientras, perdió un 0,94%.

En el Mercado Continuo, tras Bankia, Codere, que ganó más de un 8%, mientras que Azkoyen y Vértice avanzaron más de un 7%. En rojo, el peor fue Renta Corporación, que recortó un 11,23%, lógicamente después de una fuerte subida de la sesión anterior. A continuación, Montebalito, que perdió un 9,38%.

El enfriamiento que vivieron los mercados en el último tramo de la sesión se debió a la publicación de malos datos estadounidenses: el paro semanal subió más de lo esperado, el índice de gestores de compras del sector manufacturero se debilitó más de lo previsto, aunque, a diferencia de los europeos, sigue por encima de los 50 puntos. El índice manufacturero de la Fed de Filadelfia sufrió una fuerte caída en junio (desde los -5,8 hasta los -16,6 puntos), cuando se esperaba una recuperación hasta 0. Hay analistas, como Tomás García-Purriños, de Cortal Consors, que dicen que éste es el indicador en el que la Fed se fija para decidir nuevos estímulos. Así que han aumentado las probabilidades de una nueva QE. También decepcionaron las ventas de viviendas de segunda mano, aunque no el índice de indicadores líderes, que adelanta la situación económica para los próximos meses y que subió un 0,3%, frente al 0,1% previsto.

Con todos estos datos, los índices americanos caminaban claramente a la baja. Y sus descensos fueron aumentando a medida que pasaban los minutos. De hecho, ayer fueron los miedos económicos los que provocaron estas fuertes caídas.

En el mercado de divisas, el euro cayó con fuerza con respecto al dólar: desde mediodía y hasta final de la sesión, bajó desde el nivel de 1,27 hasta 1,256 dólares. ¿Está cotizando mayor expansión monetaria en Estados Unidos? Sí, pero la Bolsa decía lo contrario. ¿Y las materias primas? Éstas reflejaban la caída de la actividad económica: el barril de Brent, de referencia en Europa, bajaba más de un 2,5%, igual que el barril de West Texas. Y también el oro, que perdía el nivel de los 1.600 dólares por onza.