El presidente de Aena: «Si los aeropuertos evolucionaran al son de los lloriqueos y la extorsión de Ryanair, dejarían de funcionar»

El primer espada del gestor aeroportuario, que defiende que las tasas de Aena están entre las más competitivas de Europa, no se ha dejado nada en el tintero e incluso ha aportado un dossier donde aparecen noticias en las que Ryanair pide de manera agresiva a los gobiernos de los distintos países europeos (Alemania, Francia, Bélgica, Portugal, Italia, Grecia, Austria, Países Bajos, Dinamarca y Reino Unido, además de la Comisión Europea), mejores condiciones tarifarias para su actividad y exige dimisiones de altos cargos políticos.

Noticia Relacionada

El turismo desacelera y deja en un brete los 100 millones de visitantes extranjeros en 2025

Antonio Ramírez Cerezo

Alerta en el sector por la caída en la llegada de alemanes y franceses y la congelación del viajero británico

Según Lucena, -que se queja de la «asombrosa» discordancia entre «la eficiencia operativa» y «la deshonestidad de su política de comunicación» del que es su primer cliente- la irlandesa tiene «una inquietante concepción plutocrática» del sistema político. «Es decir, atemoriza a la opinión pública con la retirada de sus aviones, reclama la dimisión de ministros de media Europa y de la presidenta de la Comisión Europea, se burla de los políticos elegidos democráticamente y pide el cambio de leyes a su favor porque considera que la toma de decisiones de los gobiernos debe doblegarse a los intereses de las empresas con mayor poder económico, como Ryanair, en vez de proteger el 'interés general'».

Lucena, además, acusa a Ryanair de «distorsionar» los datos sobre los recortes de operaciones anunciados hoy, que apuntan a un descenso de la capacidad del 41% en aeropuertos regionales durante el invierno y de un 16% en el total de España. El presidente de Aena, sin embargo asegura que la programación de la compañía 'low cost' que tiene registrada el gestor para la temporada baja «es significativamente superior a las cifras comunicadas hoy por Ryanair en su rueda de prensa», aunque Lucena tampoco ha ofrecido cifras concretas. «Es urgente que Ryanair aclare esta discrepancia cuantitativa», ha pedido.

Aena asegura además que el problema de Ryanair no es con los incentivos en los aeropuertos regionales, los cuales Lucena defiende, por ser sustanciosamente más bajos (2 euros por pasajero adicional en relación al año 2023) que el promedio de 10,35 euros de los aeropuertos de Aena en 2025. La teoría del directivo es que Ryanair está trasladando sus aviones a aeropuertos de mayor dimensión donde «puede fijar precios más altos en sus billetes de avión y ganar así más dinero, como por ejemplo en los grandes aeropuertos españoles (a pesar de que las tarifas aeroportuarias de los mismos son sustancialmente superiores a las de los aeropuertos regionales)», ha apuntado, señalando como factor el «problema generalizado de retrasos en las entregas de aviones adquiridos por las aerolíneas (una restricción por el lado de la oferta)».

Además, en la carta, el directivo se explaya en que la subida de tasas propuesta de 68 céntimos atiende «al marco regulador de la actividad de Aena (cuyo núcleo es la Ley 18/2014) y la obligada aplicación de fórmulas matemáticas objetivas» y que, en todo caso, es una cifra insustancial como para que un pasajero decida no viajar. «Pero Ryanair insiste una y otra vez en lo contrario al tiempo que, sin sonrojarse, la aerolínea irlandesa sube sus billetes de avión en el último año un promedio ¡del 21%!». Como otra «evidencia de las auténticas prioridades de Ryanair y sus directivos», Aena Lucena ha apuntado al «estratosférico bonus de ¡más de 100 M€!» que percibirá el consejero delegado del Grupo Ryanair, Michael O'Leary, «en función del cumplimiento de una serie de objetivos y de su continuidad en la empresa».

«Aena se siente sinceramente afortunada de que Ryanair, dada su calidad operativa y su eficiencia, sea una de las principales aerolíneas de los aeropuertos españoles. Contrariamente a lo que las declaraciones públicas de Ryanair insinúan, la aerolínea no está obligada a utilizar los aeropuertos de Aena: los utiliza porque libremente quiere hacerlo y sobre todo porque, conforme a su enfático objetivo de maximización de beneficios, le conviene hacerlo. Ninguna fuerza demoníaca sobrenatural obliga a Ryanair a ser uno de los grandes clientes de Aena y vender sus billetes de avión a más de 60 millones de personas con origen o destino españoles», ha resumido Lucena.