Los empresarios animan a los gobiernos a tomar «decisiones valientes» contra los pisos turísticos

José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, ha señalado que «hay que coger el toro por los cuernos y tomar decisiones valientes». Una de esas «decisiones valientes», según él, es la que ha tomado el Ayuntamiento de Barcelona, que el pasado junio anunció que para 2028 habrá revocado todas las licencias de los 10.000 pisos turísticos que hay en la ciudad, recuperando el uso residencial para estas viviendas. El directivo, así, ha mostrado su apoyo a la medida adoptada en la Ciudad Condal.

En rueda de prensa, el directivo ha denunciado los ataques sucedidos en Barcelona, que considera «inadmisibles», pero también ha apuntado a las administraciones y a las plataformas que ofrecen pisos turísticos, que, ha dicho, «actúan con un extraordinario cinismo» y no muestran ningún interés en colaborar para que la legislación se cumpla. «En Madrid solo están registradas 1.000 viviendas turísticas», ha dicho, para añadir que saben que «en realidad hay más de 18.000».

Asimismo, Zoreda ha mostrado su temor por que el Gobierno de los Estados Unidos, tan receloso con sus viajeros, desaconseje pronto viajar a la Ciudad Condal. Mientras esto ocurre, el descontento de los vecinos en otros lugares muy saturados no hace más que aumentar.

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La de que casas que son de uso residencial no puedan ser alquiladas a turistas como si se tratara de simples vecinos es una de las demandas históricas de los hoteleros. En relación con esto, el vicepresidente de Exceltur ha reclamado que este tipo de contratos no se incluyan en la general exención para el alquiler residencial. No ha ido tan lejos como Sumar, que ayer propuso un IVA al 21% para pisos turísticos, pero si ha pedido que «la vivienda turística pague al menos un 10%».

Con todo, la crítica de Exceltur no se ha ceñido solo a los alojamientos turísticos, que creen que son solo una parte -aunque la más grande- del problema de la saturación en algunos lugares (no en todos, remarcó el vicepresidente, como por ejemplo en los destinos que son mayoritariamente de turismo nacional como Cantabria).

Más allá de las medidas concretas que pueden tomar las administraciones y el poder legislativo, Zoreda ha pedido a los representantes públicos que abandonen tesis triunfalistas cuando hablan de cifras de visitantes y recuerden que, como ocurre con todos los sectores de la economía, tampoco esto puede crecer «de forma ilimitada, pues eso es insostenible». «España nunca tendrá un problema de demanda, así que no debemos tratar de batir récords de turistas sino récords de satisfacción ciudadana».

Y los datos de la primera mitad de año parecen ir en la línea de lo que quiere la patronal, pues a pesar de que el sector sigue creciendo, lo hace de una forma más moderada. En el segundo trimestre de este año la actividad turística se incrementó un 7,4% con respecto al mismo período del año anterior, una tasa interanual inferior a la del primer trimestre de 2024 (9,1%) y el último de 2023 (16,1%).

Después de que en 2023 el turismo se desbocara por el efecto rebote tras la recuperación de la pandemia del Covid-19, el sector esperaba esta normalización. Es más, Zoreda la ha celebrado porque los crecimientos vistos hasta ahora «no eran razonables», ha dicho.

Aún así, donde se aprecia una ralentización que no está relacionada únicamente con la recuperación tras la pandemia es en el turismo nacional, que se resiente de la subida de precios. Entre marzo y mayo los extranjeros incrementaron su gasto un 19%, mientras que los españoles solo un 5,9%, y este aumento se explica casi enteramente por la inflación. «Los españoles se siguen moviendo», explicó el portavoz de Exceltur, pero cada vez más «optan por alojarse en segundas residencias y viviendas de familiares y amigos».

En lo que respecta al empleo, en lo que llevamos de año el sector ha creado cerca de 79.000 puestos de trabajo nuevos, lo que supone un aumento de afiliados del 3,5%, una cifra por encima de la media española (2,7%). A su vez, solo el 7% de estos nuevos contratos son temporales, lo que supone una bajada drástica respecto a la temporalidad que sufría el sector hace tres años (del 30%) y que la patronal achaca a la última reforma laboral.

Según Exceltur, estos buenos datos de empleo se deben a las expectativas positivas de los empresarios hoteleros -hecho que ha provocado una apertura anticipada de las plantillas-, al buen ritmo de las llegadas de extranjeros (que son los que tiran del PIB turístico) y a la inversión en nuevos productos de mayor valor añadido; por ejemplo, la apertura de más establecimientos de lujo.

Esto último enlaza con lo que reivindica la patronal cuando habla de los beneficios del «turismo de calidad», pues sus datos indican que un hotel de entre 1 y 3 estrellas emplea a 5 personas por cada 100 huéspedes, mientras que en el caso de los hoteles de entre 4 y 5 estrellas son 19 por cada 100.