Una hoja de ruta para dar un acelerón a la movilidad sostenible
El hidrógeno verde está llamado a ser clave en el transporte de mercancías y en el desarrollo de combustibles sintéticos para barcos y aviones
España alimenta la ambición de alumbrar el gran centro europeo del hidrógeno verde
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLa aplicación del hidrógeno como un vector energético que mueve vehículos eléctricos ligeros ya es posible mientras que siguen los estudios para que sea una alternativa de los combustibles fósiles en los trayectos de media y larga distancia por aire y por mar. Se ... presenta como una solución transversal para todo tipo de transportes.
Según la Hoja de Ruta del Hidrógeno que tiene España, publicada en 2020, para el año 2030 deberían existir entre 100 y 150 estaciones de servicio de hidrógeno funcionando, un número similar al que pide Bruselas, distribuyéndolas a lo largo de las principales autovías (las pertenecientes a la denominada Red TEN-T mediterránea y atlántica) y en las principales ciudades. «Eso va a permitir que ya haya un despliegue de vehículos eléctricos de hidrógeno, tanto ligeros (automóviles) como pesados (camiones y autobuses)», afirma Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno Verde.
Pero hay problemas que resolver para que esa red pueda ser una realidad. Tal y como resaltan Xavier Ferré, socio responsable del sector de Automoción y Transporte en España de EY y Gregorio Serrano, Senior Advisor de Movilidad Sostenible, Segura y Conectada de EY, existen principalmente dos obstáculos: el despliegue de infraestructura de recarga y la producción de vehículos de pila de hidrógeno. «En cuanto a las hidrogeneras para repostar, en la actualidad no llegan a una decena en toda España. Además, los costes de su instalación son muy elevados: entre 1 y 8 millones de euros», resaltan. Actualmente la mayoría de las principales marcas de automóviles tienen vehículos de hidrogeno entre sus modelos. «Sin embargo, el precio, sobre todo respecto a un modelo equivalente de gasolina, ya que ninguno baja de los 65.000 euros sin ayudas, la escasa oferta de modelos y una red de recarga de hidrógeno aún muy escasa, hará que aún tardemos mucho en verlos circulando por nuestras carreteras en un numero apreciable», subraya Xavier Ferré.
Expertos en movilidad y transporte apuestan por el hidrógeno verde
Canal MotorLa investigación de nuevas fuentes de energías es fundamental para que la industria de la movilidad alcance los objetivos de emisiones neutras marcados por la Comisión Europea de cara a 2050
No obstante, por su eficiencia, mayor autonomía y reducción de pesos, el hidrógeno cada vez está ganando más terreno en el transporte, sobre todo de media distancia. Sirva como ejemplo el caso de un camión eléctrico con pilas de hidrógeno. Pesa bastante menos que uno de batería eléctrica y tiene una autonomía y tiempos de carga muy similares a los camiones movidos por gasolina o gasoil: 1.300 km y recarga de cinco minutos. «Si se quiere descarbonizar el transporte de mercancías y personas, el hidrógeno es una solución fiable y viable. Prueba de ellos es que en la actualidad hay unos 20 fabricantes que apuestan por los autobuses de hidrógeno», explica Ferré.
Opciones y desafíos
Al hablar de barcos y grandes buques de pasajeros y mercancías se plantea usar el hidrógeno para fabricar combustibles sintéticos. «La razón es que no hay espacio para guardar todo el hidrógeno necesario para grandes travesías». En el mundo de la aviación, por su parte, el hidrógeno es un combustible conocido, y ya se trabaja en el uso de combustibles sintéticos que tienen el hidrógeno como principal compuesto. Si bien la industria de la aviación y la marítima tiene puestas sus esperanzas en el hidrógeno, «surge el inconveniente del almacenamiento y de la temperatura a la que se guarda el hidrógeno. Los expertos creen que es una desventaja que se terminará resolviendo», puntualizan los socios de EY.
De hecho, hace ya un año que Airbus presentó tres nuevos prototipos de aviones con cero emisiones que podrían estar en funcionamiento a partir de 2035. Se prevé que vuelen con hidrógeno, un combustible totalmente limpio pero que requeriría la adaptación de los aeropuertos. Cada uno de estos proyectos supone un distinto enfoque una vez que usa diferente tecnología. Dos de ellos se basan en modelos existentes (reactores y turbohélices) y en un tercero las alas se fusionan con el cuerpo principal de la aeronave.
Tal y como resaltó en su momento Guillaume Faury, director ejecutivo de Airbus, «tenemos la intención de desempeñar un papel de liderazgo en la transición más importante que esta industria haya visto jamás». Los prototipos presentados y en los que siguen trabajando «ofrecen al mundo un vistazo de nuestra ambición de impulsar una visión audaz para el futuro de los vuelos sin emisiones». Lo cierto es que la transición al hidrógeno como fuente de energía primaria requerirá de un replanteamiento de todo el ecosistema de la aviación comercial e implicará apoyo de gobiernos y proveedores.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete