China anuncia un programa de estímulos para revitalizar su economía
Las medidas más sustanciales desde la pandemia tratan de inyectar liquidez y facilitar el crédito, con especial énfasis en el deteriorado sector inmobiliario
La economía china lastra el crecimiento de la demanda de petróleo
Corresponsal en Pekín
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Iniciar sesiónEl banco central de China ha anunciado hoy un programa de medidas que representan los estímulos más sustanciales desde la pandemia. El Gobierno trata así de revitalizar una economía sumida en un declive estructural, con múltiples frentes acuciantes, tras décadas de vertiginoso desarrollo.
Pan ... Gongsheng, gobernador de la institución, ha revelado este martes sus planes de facilitar el crédito e inyectar liquidez al sistema. Para ello, el Banco de China reducirá, entre otros, el coeficiente de reservas obligatorias –cantidad de efectivo que las entidades bancarias deben mantener en todo momento– en cincuenta puntos básicos. Según sus estimaciones, esto podría liberar hasta un billón de yuanes (127.000 millones de euros) para nuevos préstamos. En un gesto poco habitual, Pan ha sugerido incluso la posibilidad de ahondar la rebaja.
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El mercado bursátil ha reaccionado con optimismo –Hong Kong ha cerrado repuntando un 4,13%, Shanghái un 4,15%, Shenzhen un 4,36%– y el yuan ha marcado máximos anuales frente al dólar. Sin embargo, los analistas han expresado dudas respecto a la eficacia de las medidas.
«Es un cambio con respecto a su estrategia anterior de aplicar apoyo de forma gradual [...]. Es un paso en la dirección correcta, pero probablemente no será suficiente para impulsar un cambio de tendencia en el crecimiento a menos que vaya acompañado de un mayor apoyo fiscal», han explicado Julian Evans-Pritchard y Zichun Huang, economistas de Capital Economics, en un informe de la consultora.
«El panorama general es que, en vista del desapalancamiento de los hogares y la cautela de muchas empresas privadas a la hora de endeudarse, la política monetaria ha perdido gran parte de su eficacia en China, por lo que es poco probable que las medidas actuales, por si solas, impulsen un cambio de tendencia en el crecimiento del crédito y de la actividad económica», han incidido.
Prioridad inmobiliaria
El anuncio incluye un apartado específico para el sector inmobiliario. El paquete contempla una reducción de cincuenta puntos básicos en las tasas de interés promedio para las hipotecas existentes y un recorte en el requisito de pago inicial mínimo al 15% para todo tipo de viviendas, entre otras medidas.
La vivienda, sector que concentra un 29% de la economía china, se ha convertido en el riesgo sistémico más evidente. Evergrande, la segunda mayor constructora del país, bordea el desastre desde finales de 2021 ante una deuda estimada en más de 2,3 billones de yuanes (293.000 millones de euros), emergencia que amenaza también a otro gigante, Country Garden Holdings. Ante este contexto, las autoridades han comenzado a relajar las restricciones a la compra para frenar la contagiosa espiral de impagos.
Esta batería de iniciativas constituye uno de los primeros cambios tangibles tras el Tercer Pleno del Partido Comunista Chino, una reunión de la cúpula del régimen celebrada en principio cada cinco años y que tradicionalmente ha servido para fijar el rumbo en materia económica y social a largo plazo. La cita, que Pekín acogió el pasado mes de julio, concluyó sin novedades específicas pese a las expectativas generadas.
«La economía china se enfrenta claramente a vientos en contra, algunos de los cuales fueron reconocidos en el Tercer Pleno [...], pero las medidas anunciadas no parecen realmente capaces de aportar soluciones reales a los numerosos puntos conflictivos», apuntaba Alicia García-Herrero, economista jefe para Asia del banco de inversión Natixis, en una publicación difundida a finales de la semana pasada, bajo el título «¿Está China estancada?».
La desaceleración del gigante asiático –más acentuada a pie de calle que en las cifras gubernamentales– aleja el objetivo oficial de PIB para 2024, fijado en la reunión anual del aparato legislativo «alrededor del 5%» por segundo año consecutivo, una marca modesta en comparación con la serie histórica y al tiempo ambiciosa ante las circunstancias actuales. La economía creció un 5,3% en el primer trimestre y un 4,7% en el segundo.
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