El 60% de los asalariados cobran menos que los recién jubilados

El problema que entraña esta decisión está en que la fortaleza del sistema de reparto descansa no sólo en el nivel de suficiencia y reemplazo de las prestaciones públicas sino en el reflejo de los salarios en el mercado laboral, que han de sufragar esas pensiones con sus cotizaciones sociales. Y en este caso, el punto de partida es poco halagüeño. Los sueldos en España no terminan de despegar pese al entorno inflacionista, y en cualquier caso lo hacen por debajo de lo que crecen las prestaciones de la Seguridad Social, que en este año se han incrementado un 8,5%. Cabe recordar que la subida de salarios pactada por convenio hasta cierre del pasado mes de febrero se sitúa en el 2,89%.

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Una imagen fidedigna de esta circunstancia se desprende del cruce de datos estadísticos entre Seguridad Social y Agencia Tributaria, con un resultado ciertamente revelador: el 60% de los asalariados percibe menor renta que un pensionista recién jubilado procedente del régimen general de asalariados. Es decir, más de 11,1 millones de trabajadores españoles cobran menos que los nuevos pensionistas.

Concretamente, la última remesa de datos que aportó la Seguridad Social correspondiente al mes de febrero revelaba que los jubilados que se dan de alta desde el régimen general perciben una pensión media de unos 22.731 euros brutos anuales (en catorce pagas), es decir, unos 1.623 euros mensuales. A esta prestación accedieron el 83,5% de todos los trabajadores que se retiraron del mercado laboral en el segundo mes del año: fueron 23.139 pensionistas de los 27.704 jubilados.

Con todo para despejar de broza la comparativa con el estado real del mercado laboral, las declaraciones del Impuesto de la Renta (IRPF) permiten aterrizar el análisis. A partir de la distribución de declarantes de renta del trabajo se observa cómo todos aquellos que perciben por debajo de 1,5 veces el salario mínimo interprofesional (SMI) se encuentran en este momento percibiendo menos renta anual que los nuevos jubilados. Concretamente, tras la última subida del 8% hasta los 1.080 euros mensuales, el mínimo salario a percibir anualmente por cualquier trabajador independientemente del tipo de actividad se sitúa en 15.120 euros anuales.

En sentido, estarían percibiendo una renta menor al recién jubilado (22.731 euros) en estos momentos los 4.029.270 asalariados que perciben entre 0 y 0,5 veces el salario mínimo (2.884 euros anuales de media), los 3.331.764 trabajadores con nóminas entre 0,5 y 1 SMI (10.077 euros anuales) y los 3.799.630 empleados con rentas de 1 a 1,5 veces el salario mínimo (perciben 16.604 euros al año).

De hecho, desde esta perspectiva el saldo podría ser aún más agudo si se tienen en cuenta a los asalariados que se encuentran en el siguiente tramo de renta, que registra una media de 23.103 euros anuales y que afecta a 2,6 millones de trabajadores, de los cuales algunos también se encontraría por debajo de los 22.731 euros de renta anual por jubilación. La reforma de las pensiones ha desencadenado también un vivo debate sobre la perspectiva intergeneracional de una reforma que exige una aportación mayor a los trabajadores de hoy para sufragar el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas, que a día de hoy disfrutan de un esquema que les garantiza el mayor nivel de sustitución sobre su último salario que se puede encontrar en toda Europa.

Lo que dicen las estadísticas de declarantes de IRPF es que a partir de este año más de cuatro millones de jóvenes menores de 35 años que cobran un salario inferior a la pensión media con la que los nuevos jubilados entran en el sistema de protección de la Seguridad Social van a tener que aportar un extra del 0,6% en sus nóminas para garantizar que esos pensionistas no pierden poder adquisitivo. En esta aparente paradoja van a quedar atrapados el 75% de los asalariados menores de 35 años de España, cuyo salario es inferior a la media de las nuevas pensiones.