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Y ahora ¿quién le pone el cascabel a AENA?

El contexto en el que se desenvuelve AENA no es el más atractivo. Sueldos millonarios, horas extras a precio de oro.

ÓSCAR T. PÉREZ

SUSANA ALCELAY

La última joya de la corona de las empresas públicas tiene los días contados. Las férreas condiciones impuestas a España para cumplir con los objetivos de déficit público no han dejado al Gobierno de Rodríguez Zapatero más salida que privatizar parcialmente el control del tráfico ... aéreo en los aeropuertos españoles. En el transcurso del año, AENA dejará de existir como tal y se fragmentará en una red de empresas participadas por capital privado en hasta un 49%. Un movimiento delicado para obtener cash a corto plazo, que carga con la pesada losa de una red de aeródromos deficitaria, una deuda que supera los 12.000 millones de euros y un conflicto con los controladores que, a día de hoy, ha dejado 500 millones de euros de pérdidas al sector turístico y las aerolíneas y una imagen exterior de España más que debilitada con estado de alarma incorporado. La marca España, ya resentida, de nuevo queda dañada.

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