Así se vive la guerra del taxi en las ciudades españolas

Tras días sin que se vislumbrase un taxi en Madrid, ya que el colectivo se solidarizó desde la noche del viernes con sus compañeros de Barcelona, ayer se echaron a la calle. Según los datos de diversas plataformas del sector, más de 8.000 vehículos «bloquearon» el Paseo de la Castellana, desde la plaza de Lima hasta Gregorio Marañón. Dos kilómetros de una de las principales arterias de la capital se quedaron colapsados por la marea blanca que formaron estos vehículos.

Cargados con pancartas, banderas de España, silbatos y megáfonos, los taxistas se agolparon bajo el puente de Raimundo Fernández Villaverde, frente a la estación de Metro de Nuevos Ministerios , y delante de la entrada del Ministerio de Fomento. «El taxi unido jamás será vencido» se escuchó a través de los megáfonos.

La concentración de ayer se organizó a través de distintos grupos de WhatsApp y las redes sociales. La primera indicación que tuvieron los taxistas fue acudir a las diferentes terminales del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas . Por allí se pasaron haciendo sonar el claxon y sin recoger pasajeros, ya que solo realizan servicios mínimos. Después se dirigieron hacia el Paseo de la Castellana, donde también colapsaron las calles aledañas.

«No nos gustaría estar aquí, nos gustaría estar trabajando», indicó Jesús, taxista desde hace 20 años. «Pero este es el único camino que tenemos para que se nos escuche y se cumpla con la legislación vigente», aseguró: «No nos vamos a mover de aquí, porque Uber y Cabify van a destruir el sector».

Los taxistas paralizarán las calles de Madrid hasta que se llegue a un acuerdo con el Ministerio. «Si es necesario traeremos la tienda de campaña», bromeó Jesús Sevilla, conductor desde hace 15 años: «Aquí hasta morir o hasta que haya solución». Los momentos más tensos se vivieron cuando algún Uber o Cabify se desplazó por el lugar. «Mira como acelera», exclamaron los taxistas, al tiempo que lanzaron huevos contra los coches de VTC.

Ni el intenso calor pudo con los taxistas barceloneses. Ayer, en el quinto día de colapso de la ciudad y tercero desde que invadieron la Gran Vía , unos 1.500 taxistas seguían paralizando la ciudad decididos a no desistir hasta ver una clara solución del Gobierno. Los manifestantes extendieron su protesta y ocuparon tres de los cinco carriles del paseo de Gracia. «No vamos a parar hasta que haya una solución», aseguraba a ABC Alberto, taxista desde hace cinco años.

«Llevo tres noches durmiendo aquí junto a mi esposo (taxista) y mis dos hijos. No somos terroristas como han querido mostrar, somos trabajadores», añadía Mónica Valle, implicada indirecta en el conflicto. Los taxistas convocaron una asamblea nocturna y al cierre de esta edición no se conocían sus próximos actos de protesta.

El sector del taxi secundó ayer de forma masiva la huelga indefinida que arrancó el domingo en la Comunidad Valenciana. Este lunes, los conductores colapsaron la calle Colón , la principal arteria comercial de la ciudad de Valencia, donde se mantuvieron concentrados durante toda la jornada frente a la sede de la Delegación del Gobierno.

Los paros se extendieron también a los servicios desde el aeropuerto de Manises, lo que obligó al Ejecutivo a habilitar siete autobuses para desplazar a cuatrocientas personas a diferentes puntos de la ciudad antes de que comenzara el horario habitual del Metro de Valencia.

Al margen de colapsar el centro de la ciudad, la huelga de los taxistas provocó retenciones a lo largo del día en los principales accesos a la ciudad de Valencia.

La protesta se extendió a otros puntos neurálgicos de la Comunidad Valenciana, como el municipio de Benidorm , donde en plena temporarada alta turística no hubo servicios de taxi.

Las principales asociaciones de taxis de Sevilla -Unión Sevillana e Hispalense Solidaridad- habían convocado ayer una asamblea para decidir si secundaban la huelga. Elite Taxi Sevilla, una asociación minoritaria en la capital, inició el paro el viernes con diferentes marchas lentas y reuniones informativas. La totalidad de los presentes decidió iniciar, de manera oficial, la huelga hasta el próximo miércoles, cuando se celebrará la Conferencia Nacional del Transporte, y durante el tiempo que se mantenga han acordado realizar unos servicios mínimos.

En Málaga los ánimos se han caldeado esta mañana, cuando medio centenar de taxistas han bloqueado la avenida del Parque, que es una de las arterias que vertebra el tráfico en la capital. En Málaga ha parado el 50% de la flota, aunque la huelga no afecta a los servicios en el aeropuerto. En la capital de la Costa del Sol estaba prevista ayer la presentación de la aplicación Mytaxi, pero las circunstancias del sector han obligado a posponerla.