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El último grito en tecnología para acallar la contaminación acústica

Soluciones como la inteligencia artificial y el ‘big data’ ayudan a mitigar un problema para el que aún se necesita generar mapas de ruidos fiables

Inerco Acústica crea soluciones para reducir el ruido en infraestructuras como trenes o aeropuertos

CHARO BARROSO

Provoca la muerte prematura de 12.000 personas al año, 48.000 casos de cardiopatía isquémica, 72.000 hospitalizaciones, deterioro cognitivo, hipertensión, trastorno del sueño... Estos datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) dan buena cuenta de los efectos del que podría considerarse el contaminante más barato del mundo: el ruido.

La Sociedad Española de Acústica (SEA) reclama modificaciones legislativas para reducir los valores de decibelios que soporta la población. «Los Objetivos de Calidad Acústica de España superan en 10 decibelios los recomendados por la OMS», señala Antonio Pedrero, presidente de SEA, quien, no obstante, puntualiza que «no es cierto que seamos el segundo país más ruidoso del mundo». Pedrero señala que nuestra legislación se basa en las recomendaciones del Libro Verde de la Comisión Europea, de 1996, que «para las áreas de uso residencial establece en 65 decibelios en los periodos de día y de tarde y 55 en el periodo nocturno. Estos valores, de hace casi 30 años, no se han revisado en todo este tiempo y han quedado obsoletos».

Al menos el 20% de la población europea vive en zonas donde el ruido del tráfico es dañino para la salud, de al menos 55 decibelios. «Este ruido asociado al tránsito depende de varios factores, como la calidad del parque de vehículos, el tipo de pavimento y la actitud individual de los conductores», señala el presidente de SEA. Por ello considera preciso adoptar «medidas de remodelación de tráfico y urbana, con mejora de los pavimentos, de reducción de la velocidad o de cambio del parque de automóviles a otros más silenciosos». En el caso de los vehículos eléctricos, estos «tienen unas emisiones sonoras muy inferiores gracias a su motor pero esa reducción solo es efectiva para bajas velocidades. A más de 40 kilómetros por hora, la principal fuente de ruido pasa a ser el sonido de su rodadura y, por encima de los 80, el aerodinámico».

Para Pedrero la gran asignatura pendiente es la configuración de mapas de ruido actualizados y fiables. «Este año se tiene que confeccionar unos nuevos mapas para presentar a las autoridades europeas y desde SEA queremos hacer el máximo ruido para dejar claro que la contaminación acústica es un problema de salud pública», sentencia.

El 20% población vive con ruido de tráfico dañino

Mientras, empresas, startups y laboratorios de investigación buscan soluciones. Datos en la nube, IoT, Big Data o inteligencia artificial son algunos de los avances aplicados para la monitorización y reducción del ruido. Estas innovaciones, muchas de ellas «made in Spain».

Noisense permite visualizar el nivel del ruido

En el sector industrial ya se han ido produciendo grandes avances y la tecnología se centra ahora en las Smart Cities. «Es necesario dotar a las ciudades de sensores de ruido que permitan obtener un mapa en tiempo real de lo que se denomina ZAS, zonas acústicamente saturadas», explica Miguel Morales, director gerente de Inerco Acústica, quien señala que para que esto sea posible pasa por tener mejores equipos y una mayor información de los mapas de ruido de cada localidad que deben actualizarse para poder realizar políticas de gestión correctas.

Este experto avanza que se está trabajando para que los sonómetros sean menos costosos, lo que permitiría su instalación masiva en las ciudades. «Un solo dispositivo ronda los 15.000 o 20.000 euros y para controlar solo una zona en la ciudad se necesita desplegar entre 50 u 80», señala Morales, para quien todo foco de ruido tiene su tratamiento tecnológico, pero para abordarlo en unos casos hará falta mayor fiscalización, en otros conocimiento o gestión de datos».

Semáforo del sonido

La startup Noismart también desarrolla soluciones innovadoras para conseguir una sociedad saludable acústicamente. «Ofrecemos un servicio integral que aúna ‘big data’, consultoría social y técnica, acondicionamiento, aislamiento acústico y sensibilización y formación para fomentar la educación, la salud y la convivencia», señala Leire Atxa, CEO de la compañía.

Pioneros en la distribución del semáforo de control del ruido en España, Noisense está fabricado en el País Vasco. Se trata de «un aparato innovador que permite visualizar en pantalla el nivel de ruido y diseñar planes específicos de reducción de la contaminación acústica. Aúna las funciones de sonómetro (medición del ruido), y de sonógrafo (expresión gráfica de esa medición), con capacidad para tomar y transmitir datos en distintas condiciones ambientes y de avisar cuando se superan los límites establecidos. Puede utilizarse como herramienta de Smart Cities e Industria 4.0», explica Atxa. Además, adelanta que están investigando parámetros de inteligencia artificial que les permitirán conocer no solo el nivel, sino también cuáles son las fuentes de ruido. «El 65% de los europeos vivimos por encima de los índices que recomiendan las autoridades sanitarias.Se necesitan entornos tranquilos y relajados», insiste Atxa.

Para esta especialista es importante enfocar el ruido desde distintas perspectivas tanto sociales como técnicas. « No podemos aplicar la misma solución a un centro sanitario, a un ayuntamiento que quiere reducir la contaminación acústica o a una comunidad de vecinos que tiene una discoteca debajo de su casa. Hay soluciones técnicas, pero en el ruido todos somos corresponsables y podemos cambiar nuestros hábitos para lograr entornos más silenciosos y tranquilos», sentencia.

Dar solución a este problema ambiental, aunándolo además al reciclaje, es la pionera iniciativa de Signus Ecovalor y Acusttel. Juntos están desarrollando un nuevo sistema de apantallamiento acústico en infraestructuras que incorpora caucho proveniente de neumáticos reciclados. «Están realizadas de hormigón poroso de alto poder de absorción acústica con granza de caucho de reciclado como elemento fundamental para mejorar las propiedades absorbentes de ruido», explica Iñaki Miralles, director comercial de Acusttel.

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