Los trabajadores con plan de pensiones de empresa podrán aportar más de 2.000 euros

Porque la redacción actual prevé reducir la aportación máxima permitida, y la consecuente reducción en IRPF, de 8.000 a 2.000 euros al año para aportaciones individuales, es decir, de particulares. Para los planes de empleo permitía a las compañías hacer aportaciones adicionales de hasta 8.000 euros a sus trabajadores, para que el máximo conjunto fuera de 10.000 euros -de forma que un empleado podría hacer una aportación máxima de 2.000 euros y su empresa, de 8.000 más-. De esta forma, tanto si se tuviera un plan de pensiones individual, como uno de empresa, un particular ya no podría en 2021 destinar por su cuenta más de estos 2.000 euros al año a su jubilación y dependería de su empresa -en casos de planes de empleo -para incrementos mayores.

Finalmente no será así. Con el cambio, promovido por la patronal del seguro, Unespa, los trabajadores que tengan planes de empleo podrán aportar más de 2.000 euros si su empresa aporta menos de 8.000, de modo que entre los dos, eso sí, no se superen los 10.000 euros. Así, por ejemplo, si su empresa le aporta 4.000 euros, el empleado podrá aportar otros 6.000.

Además, la patronal también había reclamado que la máxima cantidad que se pudiera aportar de forma individual fueran 4.000 y no 2.000 euros sobre todos los planes, de forma que de 2021 a 2024 la reducción fuera progresiva .

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, quería limitar las ventajas fiscales de los planes de pensiones e incentivar de alguna forma los de empresa, que actualmente tienen solo un 10% de los asalariados, unos dos millones. Además, al limitar el beneficio fiscal, Hacienda se hacía con una mayor recaudación a través de menores bonificaciones en el IRPF, con 580 millones más previstos para 2022. En su informe sobre las bonificaciones tributarias, la Airef señalaba que tiene un carácter regresivo desde el punto de vista de que su uso se da, con mayor intensidad, entre las rentas altas, si bien la propia institución recoge que precisamente el diseño de la reducción beneficia, sobre todo, a las rentas bajas.

Sin embargo, el prohibir las aportaciones individuales de empleados al plan de su compañía iba en contra de los convenios de firmas que contemplaban que cada año, además de las de la empresa, los empleados tenían que hacer aportaciones propias, superiores a este umbral de 2.000 euros. De esta forma, con la enmienda habrá una distinción entre los dos millones de trabajadores con plan de empresa, que podrán aportar hasta 10.000 euros, y los seis millones de partícipes que cuentan con un plan individual , que no podrán aportar más de 2.000 euros al año.