Las subastas de renovables serán para nueva potencia y repotenciación de instalaciones antiguas

La primera subasta con la nueva normativa se celebrará antes de que acabe el año y será de unos 3.100 megavatios (MW). En ella, habrá un mínimo de 1.000 MW eólicos, otros 1.000 MW fotovoltaicos y 80 de biomasa. Las mismas fuentes explican que se trata de cifras mínimas indicativas.

Hasta 2025, la potencia subastada alcanzará un mínimo de 19.500 MW. La fotovoltaica será la tecnología dominante, con un volumen acumulado mínimo de 10.000 MW a subastar en los próximos seis años, seguida de la eólica, con unos 8.500 MW; la solar termoeléctrica, con 500 MW; la biomasa, con 380 MW, y otros 60 MW destinados a otras tecnologías como biogás, hidráulica y maremotriz, entre otras.

Desde el ministerio subrayan que estas subastas están diseñadas para que acudan los pequeños promotores del sector, ya que las grandes compañías tienen «músculo» suficiente para acceder a este negocio sin necesidad de acudir a ellas.

También han destacado que las subastas contribuirán a que baje el precio de la luz de forma directa para los consumidores, ya que no pasa por el mercado o «pool», donde el precio lo fija la energía más cara en ese momento.

UNEF (Unión Española Fotovoltaica) ha calificado de positiva esta nueva regulación, «que contribuirá a dar estabilidad y certidumbre al sector fotovoltaico, favorecerá el desarrollo industrial y las inversiones I+D y permitirá a los consumidores beneficiarse del grado de competitividad de las energías renovables a través de precios más baratos. Además, los proyectos fotovoltaicos podrán obtener la financiación que necesitan». Por último, UNEF espera que el mapa regulatorio se complemente con subastas específicas para proyectos de menos de 10 MW.