Solo Baleares podría pagar sus pensiones con las cuotas de sus trabajadores

Pero si todas las regiones están en números rojos sobresale una de ellas por encima de las demás, Cataluña. Si en este momento esta región se independizara de España, como pretende la Generalitat y, por lo tanto, tuviera que hacer frente por sí sola al gasto en pensiones, con su actual recaudación solamente podría pagar apenas el 70% de las prestaciones de sus ciudadanos. ¿Qué ocurriría con el resto? Es una incógnita, aunque mantener el gasto obligaría o bien a recortar las cuantías o a buscar nuevas fuentes de ingresos para mantenerlos. Esta región pagó en pensiones casi 22.000 millones el pasado año y apenas ingreso 15,8 millones en cotizaciones.

Según las cifras de ejecución presupuestaria de la Seguridad Social, Cataluña acumulaba hasta el pasado mes de agosto, últimos datos disponibles, un desfase entre ingresos y gastos de las pensiones por valor de 6.106 millones, el mayor de todas las comunidades autónomas. En pensiones de jubilación esta región se gasta 15.970 millones.

Tras Cataluña es Andalucía la región que suma mayor déficit en pensiones en España . Fueron 5.176 millones, fruto de unos ingresos por cotizaciones de 11.050 millones y unos gastos superiores a los 16.200 millones. Con sus cuotas, esta región solo podría afrontar el 68% de sus gastos en pensiones. La comunidad andaluza dedica a pagar pensiones de jubilación casi 10.677 millones va destinado a este tipo de prestaciones.

Tras Cataluña y Andalucía se sitúa Galicia con un desfase entre ingresos y gastos de 3.412 millones; Castilla y León (3.342 millones) y País Vasco, que registra un déficit de 3.373 millones. Los números rojos del sistema vasco son especialmente llamativos si se tiene en cuenta que el PNV ha reivindicado históricamente la gestión de la caja única de la Seguridad Social , una de las pocas áreas que sigue bajo el control del Estado.

Madrid tampoco se libra de los desfases entre ingresos y gastos. Con 15.336 millones de gastos y 16.639 millones de ingresos tuvo un déficit de 1.302 millones, lo que le permitiría en estos momentos hacer frente a más del 90% de sus prestaciones frente al 70% de Cataluña.

Las cuentas públicas no atraviesan por su mejor momento , pese a que la creación de empleo crece a cifras que rondan el 3%. El sólido crecimiento económico y de empleo se dejó sentir el pasado año en los números de la Seguridad Social , que empiezan a enderezarse. Por primera vez desde el estallido de la crisis el déficit del sistema de pensiones redujo su peso en relación al PIB, aunque en términos absolutos volvió a batir un nuevo récord. El desfase entre ingresos y gastos se situó en el 1,61% del PIB , inferior al 1,7% del PIB en 2016, pero en términos cuantitativos los «números rojos» escalaron hasta 18.800 millones , 200 millones más que un año antes. No obstante, si se contabilizan los saldos positivos del Servicio Público de Empleo (SEPE) y del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) —junto al sistema de pensiones conforman toda la Seguridad Social— el agujero disminuye hasta los 17.209 millones, el 1,48% del PIB frente al 1,59% del 2016 (17.757 millones).

A consecuencia de los desajustes en la caja el Gobierno se endeudará en hasta 15.000 millones en 2018 para pagar las pensiones . La cantidad es 5.000 millones más alta porque en 2017 se comenzó con más dinero en la hucha de las pensiones . La diferencia entre lo ingresado y lo gastado ha ido a más desde 2012. Lo cual ha llevado a Empleo a ir recurriendo al Fondo de Reserva para hacer frente a los gastos. Hoy la «hucha» cuenta con 8.095 millones frente a los 66.815 millones que llegó a tener a finales de 2011.