El 6G da el pistoletazo de salida a la próxima carrera geopolítica
A pesar de que su despliegue masivo llegará en 2030, China y Estados Unidos ya toman posiciones para aprovechar las ventajas competitivas de la nueva tecnología
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Iniciar sesiónLa batalla entre las grandes potencias mundiales se libra, cada vez más, en el terreno tecnológico. La implantación de la quinta generación de telefonía móvil ya ha desatado una guerra fría entre Estados Unidos y China , que ha tenido como episodio más ... sonado el veto a Huawei, uno de los mayores proveedores de redes 5G del mundo, por parte del país norteamericano. Con este conflicto como telón de fondo y cuando aún no hemos entrado de lleno en la era del 5G, empieza a hablarse de su sucesor, el 6G, en torno al que se avecina una nueva pugna geopolítica . Las previsiones indican que el despliegue técnico se producirá en 2028 y la comercialización masiva llegará en torno a 2030 , pero los distintos bloques económicos ya están moviendo ficha para colocarse a la cabeza de esta revolucionaria tecnología.
En octubre del año pasado, por ejemplo, Alliance for Telecommunications Industry Solutions (ATIS) lanzó Next G Alliance , una iniciativa para promover el liderazgo norteamericano en 6G durante la próxima década a través de esfuerzos del sector privado, de la forman parte gigantes como Apple, Google, Facebook o Microsoft o Intel. Por su parte, China lanzó al espacio el primer satélite 6G del mundo en noviembre de 2020 y, a nivel empresarial, Huawei ha elegido nuestro país para la creación de su primera unidad de investigación conjunta en esta tecnología a través de un acuerdo con la Universidad Politécnica de Valencia.
Otro de los grandes actores en liza, la Unión Europea, cuenta con proyectos como Hexa-X , coordinado por la finlandesa Nokia y en el que participan, entre otros, Telefónica, cuyo propósito es que el continente ocupe una posición ventajosa en 6G. En el caso de España, el Gobierno anunció recientemente la aprobación de 95,2 millones de euros en ayudas directas a 13 centros de investigación para desarrollar 115 proyectos de investigación e innovación en 5G y 6G.
Será una carrera de fondo porque la tecnología ni siquiera ha visto la luz. «Es un estándar en manos de los centros de investigación, universidades y empresas interesadas en futuras aplicaciones. Ahora mismo el 6G se encuentra en la fase de I+D temprana », explica Federico Ruiz , director del Observatorio Nacional 5G de la Mobile World Capital Barcelona. Lo que sí se sabe es que cada familia representa un salto considerable respecto a la anterior . «Se suele decir que las tecnologías pares (2G, 4G y 6G) hacen prácticos muchos de los adelantos introducidos en las impares. Podría ser que al 6G le tocara hacer concretos, viables y reales algunos de los adelantos que estamos viendo como posibles con 5G», detalla.
Los logros en el ámbito de las telecomunicaciones son usables en casi todos los campos imaginables, de ahí el pulso por su dominio. «Los tres grandes bloques económicos están haciendo enormes esfuerzos, por ahora en la fase de I+D, para avanzar rápidamente. En el caso de Estados Unidos y China, la rivalidad en 5G se prolongará en 6G , mientras que Europa ha visto los últimos años que no puede dejar de lado estas tecnologías», recuerda el experto.
Salto cualitativo
Las ventajas respecto a la generación anterior son múltiples. «En caudal vamos a estar hablando por encima del gigabyte por segundo . Esto, la velocidad de los datos, es lo que más percibe la gente», comienza por mencionar Albert Banchs , director de IMDEA Networks Institute, fundación adscrita a la Comunidad de Madrid, y catedrático de Ingeniería Telemática en la Universidad Carlos III de Madrid.
Se conseguirán también mejoras en la latencia , es decir, el tiempo de respuesta. «Las redes 4G y la versión actual de 5G tienen latencias del orden de los 50-100 milisegundos. Con 5G seremos capaces de bajar a pocos milisegundos y con 6G se pretende reducir incluso varios órdenes de magnitudes », asegura. Otro aspecto importante es la fiabilidad de la red . «En una cirugía en remoto no puede haber una mínima probabilidad de fallo», ejemplifica. Esta tecnología posibilitará asimismo progresos en conducción remota, industria conectada… «Más allá de esto, 6G cambiará el paradigma respecto al 5G en toda la parte de inteligencia artificial . La red conseguirá también muchísimos datos de los usuarios y esto se podrá emplear para personalizar servicios», comenta Banchs.
En esta línea, Luis Manuel Díaz de Terán , vicepresidente y director de Telecomunicaciones de Capgemini Engineering en España, resalta que si con 5G se introducirá IA de forma más fácil, barata y potente, el 6G lo llevará a un nivel superior: «Permitirá que toda la red de telecomunicaciones, extremo a extremo, incluido nuestro móvil o router en casa, se maneje de manera automatizada e inteligente , de modo que las partes de la red que necesiten más recursos los tengan de forma instantánea y las que no los necesiten en ese momento se apaguen automáticamente y no consuman energía».
La red, dice, será tan líquida e inteligente que entenderá qué está ocurriendo y qué ocurrirá para dar respuesta al tipo de servicios que se necesiten. «Si manejamos un coche de manera autónoma en una ciudad y entramos en un desierto con mala cobertura, el vehículo debería ser capaz de conectarse con otro cercano, que a su vez se conectaría con otro que esté al lado de una antena 6G. Así, nuestro coche podría seguir conduciendo solo aunque no tuviésemos cobertura móvil porque los coches de alrededor funcionarían como si fuesen antenas. Es lo que se está investigando en distintas regiones del mundo para resolver lo que a día de hoy 5G no está solucionando», explica. Suena a ciencia ficción, pero el experto cree que, si se trabaja con antelación, se encontrarán vías viables y baratas de hacerlo realidad.
Parece un escenario lejano, pero los institutos de investigación están volcados en ello. Una muestra es el laboratorio 5Tonic , –fundado por IMDEA Networks y Telefónica–, una referencia internacional en investigación sobre 5G, que ya está comenzando a investigar sobre 6G. « Desde que se empieza a investigar en una generación hasta que tenemos la primera versión suelen pasar unos nueve años », señala Albert Banchs.
Ventaja comparativa
Una vez se produzca su lanzamiento, las principales potencias se tomarán muy en serio esta tecnología porque lo que está en juego es decisivo. «Las implicaciones económicas y militares que puede tener son tan grandes que el liderazgo en esta tecnología dará una ventaja comparativa importante frente a otras potencias », subraya Mario Esteban , investigador principal del Real Instituto Elcano. Considera que, en un contexto de creciente securitización de la cooperación tecnológica, los actores tendrán más incentivos para desarrollar sus propias capacidades , por lo que la cantidad de recursos que están invirtiendo es ingente, tanto por parte del Estado como de las grandes empresas tecnológicas de cada país.
«Los jugadores que están emergiendo con más claridad son EE.UU, China, UE y Corea del Sur», afirma Esteban. Puede haber alianzas entre actores de diferentes países, como ocurre con Next G Alliance, donde participan la coreana Samsung o las europeas Ericsson y Nokia. Sin embargo, Esteban cree que estos acuerdos se enfrentan a la presión de EE.UU. « Con el 5G hemos visto la bipolarización tecnológica y nada hace pensar que con el 6G sea diferente », zanja. La falta de cooperación internacional es precisamente uno de los desafíos que planean sobre el horizonte, así como los problemas técnicos. «Estamos en fase muy preliminar y hay un enorme obstáculo técnico, pero también es la razón de ser de 6G, por eso tiene un valor estratégico de motor económico y tecnológico», apunta Federico Ruiz, director del Observatorio Nacional 5G.
El riesgo es que, al igual que ha sucedido con otras tecnologías, el Viejo Continente pierda el tren. «China y EE.UU. lo tienen clarísimo e invertirán mucho. La UE está invirtiendo, pero sus operadores de telecomunicaciones son muy débiles por la política que lleva realizando durante más de 20 años de un mercado ultracompetitivo para que las tarifas sean muy bajas para el usuario», explica Díaz de Terán, de Capgemini Engineering. Como consecuencia, «la implantación de estas nuevas tecnologías en Europa es más lenta». El experto tiene claro el camino a seguir. « O la UE empieza a cambiar la regulación o continuaremos compitiendo en desventaja con actores como China o EE.UU. que, para una población similar a la de Europa, tienen muchísimos menos operadores», incide.
En concreto, cuenta que en el país norteamericano conviven tres o cuatro operadores, mientras que en Europa, para un volumen similar de usuarios, existen más de 60 y en China dos operadores se reparten una cantidad enorme de clientes. «Europa tiene políticas totalmente desfasadas –recalca–. Si no cambia ya el chip, invertirá mucho dinero público, pero la capacidad de las empresas privadas para hacerlo realidad no acompañará».
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