El petróleo casi ha triplicado su precio desde la invasión de Irak y el barril ha pasado de 25,5 a 61,3 dólares
Tensiones geopolíticas en distintos puntos del planeta y el fuerte aumento de la demanda, sobre todo en China, han disparado los precios del crudo
JAVIER GONZÁLEZ NAVARRO
MADRID. Cuando las tropas aliadas invadieron Irak la madrugada del 20 de marzo de 2003, el barril de petróleo Brent costaba 25,50 dólares. En nuestro país, un litro de gasolina sin plomo de 95 octanos tenía un precio medio de 0, ... 862 euros y el del gasóleo de automoción, 0,780 euros.
Tres años después, el mismo barril de crudo valía ayer 61,34 dólares, un 140,5% más, la gasolina sin plomo cuesta 1,017 euros (+18,6%) y el gasóleo 0,954 euros (+21,8%).
La espectacular subida de la cotización del petróleo en los tres últimos años se ha debido a factores tan dispares como las tensiones geopolíticas (Irak, Venezuela y Nigeria), atentados terroristas (Madrid, Londres, Egipto...), desastres naturales (huracán «Katrina», tsunami en Asia), la fuerte demanda de crudo de los países más industrializados -sobre todo, China-, y la reciente crisis nuclear de Irán.
En estos tres años, ni las fuerzas aliadas ni las autoridades locales de Irak han podido relanzar la industria petrolera de este país, que cuenta con una de las mayores reservas de crudo y de gas del planeta. Sus exportaciones apenas superan los 1,6 millones de barriles diarios, sobre una producción de unos dos millones de barriles al día. Antes de esta guerra producía 2,5 millones.
Sus instalaciones siguen obsoletas porque la inseguridad que ofrece el país no atrae las inversiones necesarias. Sólo el año pasado, las infraestructuras petroleras de Irak sufrieron casi 200 sabotajes, lo que produjo más de 5.000 millones de euros de pérdidas, además de la muerte de medio centenar de ingenieros y un centenar de miembros de las fuerzas de seguridad.
La Agencia Internacional de la Energía calcula que en 2010 la producción de Irak será sólo de 3 millones de barriles diarios, la mitad de la prevista al comenzar la guerra.
Uno de los factores que más ha influido en el encarecimiento del petróleo ha sido el crecimiento de la demanda en China, país que se ha situado ya como el segundo mayor importador de crudo del mundo.
China consumió 6,6 millones de barriles al día de petróleo en 2004, un tercio del consumo de Estados Unidos, aunque con un crecimiento del 16% respecto al año anterior. De esos 6,6 millones de barriles, la mitad fueron importados. El aumento de la demanda de petróleo y de sus derivados en China se suma, aunque en menor porcentaje, al crecimiento de las economías occidentales. Esto ha ocasionado que, desde hace más de un año, la producción de crudo en el mundo esté casi al límite. La OPEP saca ahora al mercado 28 millones de barriles al día, frente a los 25,4 millones cuando comenzó la guerra. A corto plazo, sólo podría llegar a los 30 millones de barriles.
La caída de los precios del crudo en el periodo 2000-2002 hizo que se frenaran las inversiones, por lo que se tardarán aún unos años en poder extraer más petróleo.
El escaso margen que existe entre la producción de crudo y la fuerte demanda ha provocado situaciones difíciles, como la que se vivió a finales de agosto del año pasado cuando el huracán «Katrina» arrasó el golfo de México, lo que paralizó buena parte de la industria petrolera norteamericana. El «Katrina» dejó inservibles 110 plataformas de crudo y de gas y gravemente dañadas otras 53. Dos meses después, sólo se había recuperado un 10% de la producción de crudo y un 30% de la de gas.
Productores y petroleras, beneficiados
Si el encarecimiento del petróleo y de sus derivados ha perjudicado a los consumidores y ha ralentizado el crecimiento económico de algunos países, también ha provocado que todas las naciones productoras de crudo hayan obtenido en los dos últimos años ingresos récords. Una situación similar están viviendo las compañías petroleras, que en 2005 han conseguido unos beneficios históricos.
Una consecuencia de la subida del petróleo ha sido el aumento de los precios de los carburantes. En nuestro país, ese incremento ha sido menor por la revalorización del euro frente al dólar. En cualquier caso, la gasolina sin plomo de 95 octanos, la de mayor consumo en España, es ahora un 18,6% más cara que hace tres años. Ese porcentaje es del 21,8% en el caso del gasóleo de automoción.
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