Los mejores destinos para escapar de la crisis y encontrar trabajo en el extranjero

Una vez tomada la decisión de marcharse, sólo queda hacer las maletas y elegir el mejor destino de acuerdo con nuestras posibilidades.

Brasil es la «B» de los países «BRIC» (las siglas que designan las cuatro economías emergentes, junto a Rusia, India y China), y eso ya dice mucho. Brasil supera ya a Inglaterra como sexta economía mundial y es la primera potencia de América Latina. Un país que se prepara para acoger el Mundial de Fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016. Según las estimaciones oficiales, Brasil espera recibir 600.000 visitantes durante el Mundial y 7,2 millones de turistas en todo el 2014, mientras que en 2016 la cifra de viajeros anual podría llegar a 10 millones.

Eso son buenas noticias para dos sectores en España: la hostelería y la construcción. Dicho de otro modo, en Brasil se necesitan arquitectos, aparejadores, decoradores, directores de hotel, camareros o incluso cocineros. Ángel Rodríguez es trabajador de una importante consultora financiera y lleva seis meses viviendo en Brasil. Se refiere a él como «el país del futuro», «un lugar donde es posible hacer grandes proyectos a nivel personal y profesional».

Recuerda que, «no nos podemos olvidar, en el actual entorno de crecimiento económico de Brasil, de los s ect ores financiero y energético», añade. Ambos suponen un porcentaje muy relevante de la actividad económica brasileña.

Brasil presenta, sin embargo, dos pegas que hay que tener en cuenta a la hora de elegirlo como destino.

En primer lugar, aunque la seguridad del país ha mejorado, está todavía muy lejos de los estándares europeos. «No es conveniente caminar solo por las calles de noche y hay que saber de antemano cuáles son los sitios por los que te puedes mover», explica Ángel Rodríguez.

En segundo lugar, existen «barreras» a la hora de formalizar un contrato de trabajo si se es extranjero.

No obstante, «el atractivo del entorno y la importancia de los eventos internacionales que va a albergar próximamente», convierten a Brasil en un destino muy recomendable para expatriarse.

En Chile viven 40.492 españoles, cifra que durante el año pasado se engrosó en un 20%. Muchos de ellos llegaron escapando de la crisis económica y se quedaron. Con una tasa de desempleo del 6,5% y el castellano como idioma, puede ser una buena alternativa para el exilio voluntario.

Así lo confirma Sonia Garrido, trabajadora de Mapfre Seguros en Santiago de Chile: «Apenas das tres pasos por el centro de Santiago de Chile, y los carteles de ofertas de trabajo te saltan a los ojos».

Aunque la mayoría de sus sectores funcionan bien, el país reclama médicos, ingenieros de minas y geólogos.

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad reclamó este mes de febrero a 510 médicos españoles. En concreto, especialistas en Anestesiología, Medicina Interna y Geriatría, así como expertos en Urgencias generales y Urgencias traumatológicas.

Por otra parte, Andrés Poch, presidente de la Asociación de Ingenieros Civiles de Chile, declaró que el crecimiento explosivo del sector en los próximos años requerirá «miles de profesionales y que el país está interesado en atraer ingenieros españoles para satisfacer la demanda».

Con 23 años, Sonia considera que el país podría ser un refugio para el 50% de paro que atraviesa su generación: «para todos aquellos con una preparación universitaria o formación técnica especializada, Chile podría ser una buena opción de destino».

El nivel de vida es más alto en América del Sur y uno de los índices de criminalidad más bajos, dibujan el país austral como una buena opción para escaparse al extranjero.

El país de Ángela Merkel ya ha puesto el ojo en el maltrecho mercado de trabajo español en más de una ocasión. Con una tasa de desempleo de sólo el 5,60% y creciendo al 3% , Alemania reclama p erfiles profesionales cualificados y con un conocimiento medio del alemán.

Su cercanía a España y la posibilidad de aprender un idioma extranjero pueden ser alicientes a la hora de decantarse por él.

El Gobierno germano, a través del servicio europeo de empleo (EURES), pretende reclutar profesionales de las ramas de sanidad, ingeniería, docencia y turismo . En concreto, el año pasado se ofrecían hasta 3.150 puestos para médicos españoles.

La última en abrir la caja, ha sido la firma Rücker AG. La empresa de planificación digital ofrece trabajo a 400 ingenieros españoles, italianos y griegos.

El país germano no posee un salario mínimo para todo el Estado, sino que cada región tiene el suyo, pero el sueldo base de un ingeniero puede rondar los 3.000 euros .

No obstante, el panorama que se puede encontrar una persona sin un perfil especializado y con un nivel bajo de alemán, sería otro muy distinto. Silvia Núñez es filóloga inglesa, lleva ya un año en Alemania y tardó más de seis meses en conseguir su primer empleo en el sector de la hostelería. «No es tan fácil como parece. Depende de tu profesión y de si tu alemán es bueno. Si no es complicadísimo». También el sueldo base dista mucho de las expectativas: «trabajas por lo mismo que en España, aunque la vida allí es un poco más barata» , cuenta Silvia.

En conclusión, emigrar a Alemania puede ser una opción rentable, pero no para cualquiera.