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El órdago indepentista del 1-O aún pasa factura a la economía catalana

La región no ha vuelto a crecer más que la media española, tampoco ha recuperado sus niveles de inversión y en dos años han salido 5.500 empresas

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Cuando estalló la consulta soberanista del 1-O hace dos años se sucedieron los cálculos y las alertas de organismos sobre el impacto en la economía catalana y del resto de España. El Banco de España cifró el efecto en una ... horquilla que bailaba entre 3.500 y 30.000 millones de euros menos de actividad en toda España –de tres décimas a 2,5 puntos del Producto Interior Bruto (PIB) hasta 2019–. Por su parte, la Autoridad Fiscal señaló que la economía catalana podía entrar en recesión –con un impacto sobre su PIB que iba de 0,7 a 2,7 puntos–. La aplicación del artículo 155 de la Constitución, mediante la intervención de la comunidad, y el posterior desenlace del pulso entre la Generalitat y el Gobierno Central calmó las aguas del temor que la consulta provocó en inversores y empresarios, pero dos años después el efecto sobre la comunidad permanece. Lejos de ser inmediato, el impacto ha sido gradual pero igualmente dañino: la economía catalana no ha vuelto ser la que era y parece difícil que recobre la tracción que exhibía antes del 1-O.

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