Montero y Calviño dan la espalda al impuesto a las grandes fortunas de Iglesias

Mientras tanto, en el Senado, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, coincidió en la necesidad de aumentar la presión fiscal para llegar a los niveles europeos, pero al detallar las líneas generales de su departamento no hubo ni una palabra para el impuesto a las grandes fortunas que quiere crear Iglesias.

Montero en ningún momento se refirió a la creación de ningún otro impuesto que no sean las tasas Google y Tobin este año, además de la fiscalidad verde. En palabras de la ministra, los planes fiscales del Ministerio pasan por que las subidas de impuestos a las grandes empresas y rentas altas se aprueben en los Presupuestos de 2021 . El incremento fiscal suponía algo más de 5.000 millones, entre cuatro y cinco puntos del PIB.

Lo que sí repitió Montero es que Hacienda hará en 2021 una propuesta de «armonización de impuestos cedidos » en referencia a Sucesiones y Patrimonio. Esta es la forma con la que Hacienda quiere aumentar la presión fiscal sobre la riqueza, y no con la creación de un nuevo impuesto, como defiende Podemos. La formación morada quiere gravar a los que tienen más de un millón de euros para ingresar 11.000 millones de euros , unos cálculos de recaudación que supone diez veces más que la recaudación del actual Impuesto de Patrimonio y que expertos y asesores fiscales cuestionan.

Tampoco hubo referencia alguna en la intervención de la vicepresidenta económica Nadia Calviño en la Comisión de Reconstrucción del Congreso de los Diputados al repasar los que deben ser los grandes pilares de la reconstrucción. La vicepresidenta señaló que habrá que diseñar un «un marco impositivo progresivo », con nuevos impuestos, citando los de servicios digitales y transacciones financieras.

Calviño apostó por un plan de reformas y de inversión pública y privada que se enmarque en el plan de recuperación de la UE con seis grandes pactos: la transición ecológica, la transformación digital, el empleo y la formación profesional, la ciencia, los servicios públicos y la transformación del sector agroalimentario. Entre estas reformas, por cierto, no salió a colación la contrarreforma laboral, pese a que Iglesias unas horas antes se jactó en la misma comisión de que el Ministerio de Trabajo «ya está desmontando» la reforma aprobada en 2012.

Asimismo, Montero, rechazó en la Comisión de Hacienda en el Senado que el Ejecutivo vaya a proceder a eliminar cualquier mensualidad extraordinaria a los funcionarios. «Todo lo contrario, acabamos de aprobar la equiparación salarial en las fuerzas y cuerpos de seguridad y creemos que los empleados públicos, sobre todo los sanitarios, están haciendo un trabajo extraordinario», abundó Montero.