España ha perdido un 30% de su tejido industrial desde que comenzó la crisis

El impacto negativo sobre el sector secundario español durante la crisis ha sido mayor que el de los países de nuestro entorno, según recoge un artículo de José Carlos Fariñas, de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) en la revista. Frente al hundimiento del 30% de la producción manufacturera en España entre 2007 y 2014, en la media de la Eurozona la bajada alcanzó el 7% y en Alemania fue del 5%, mientras que en Francia la producción adelgazó un 15% y en Italia un 22%, según Eurostat.

La mayor parte de la destrucción del tejido manufacturero durante la Gran Recesión se dio en 2009: entonces el sector se contrajo un 11% mientras el resto de la economía española lo hizo un 3,6%. Desde entonces, la industria ha crecido por debajo del resto de la economía hasta 2014, año en el que ha comenzado a recuperar posiciones a rebufo de la recuperación, si bien queda camino por recorrer.

Gran parte de la destrucción del sector secundario nacional responde a la caída de la construcción , que afectó a un buen número de actividades ligadas a la industria. Otro de los factores que explican este fenómeno es el hundimiento del consumo interno, que también ha lastrado a la compra de bienes producidos en España. Solo el aumento de las exportaciones desde 2007 ha logrado paliar parcialmente este fenómeno.

Como destacó ayer en la presentación del informe el decano de la facultad de Derecho y Economía de la UCJC, José Luis Carmelo, la industria representa un 15,5% del PIB, por lo que está tres puntos por debajo de la media de la Eurozona. La economía española debe alcanzar el 20% en cuatro años según los objetivos de la UE. Para ello, Carmelo reclamó un mayor énfasis en la educación y la ganancia de competitividad.

Aunque una parte de esta disolución de la industria es coyuntural, fruto de la crisis, otra es estructural . La caída del sector ha sido constante en las últimas décadas: si en 1970 suponía el 39% del PIB español, en la actualidad es menos de la mitad. Sin ir más lejos, España es el país de la Organización para la Cooperación y Desarrollos Económicos (OCDE) que más ha reducido el peso relativo de sus manufacturas en el PIB desde 2000 .

Como destaca Fariñas, tres factores contribuyen a este proceso de desindustrialización en los países desarrollados. En primer lugar, el comercio exterior, que provoca que las importaciones de otros países como China , destruyan industria nacional por las menores ventas. Un estudio recoge que este fenómeno ha destruido un 25% de los empleos manufactureros en Estados Unidos , un porcentaje que es similar en el caso de España.

Por otro lado, la productividad del sector manufacturero crece más que la del resto de sectores, lo que a largo plazo provoca una disminución de sus precios relativos ante el estancamiento de la demanda . En tercer lugar, la expansión del sector servicios se ha traducido en una terciarización de la industria : las empresas del sector secundario cada vez producen, de manera integrada servicios, lo que acentúa la pérdida del sector.