«La empresa que hoy en día no valore a las mujeres morirá en un futuro inmediato»

TERESA SÁNCHEZ VICENTE

11/01/2016
Actualizado 12/01/2017 a las 13:00h.

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Las mujeres españolas están preparadas para hacer estallar el techo de cristal y ocupar cargos de la más alta responsabilidad. Sin embargo, en la práctica aún están lejos de conseguirlo. La representación femenina solo supone el 17,32% de los consejos de administración de las empresas del Ibex 35. En cuestión de salarios, las diferencias siguen siendo sangrantes: las féminas ganan un 24% menos que los hombres pese a que su contribución al trabajo mundial es del 52%, según datos globales de Naciones Unidas.

Expertos económicos y empresarios comienzan a ser conscientes de que las compañías españolas no han asumido aún el cambio social que supone incorporar de pleno a la mujer en el mundo laboral. Tras escribir un primer libro sobre el mundo comercial, el empresario Javier Scherk se percató de que en nuestro país hay muy pocas féminas al mando. Por ello, decidió poner en marcha otro volumen llamado «Empresa tiene nombre de mujer» (Plataforma Empresa) en el que charla con varias directivas procedentes de diversos ámbitos. Scherk, que se autodefine como un «admirador de las mujeres», lo vio claro al terminar su investigación: «La empresa que hoy en día no valore a las mujeres morirá en un futuro inmediato. Pobre de aquel que no esté rodeado de féminas por todo lo que aportan y porque son la mitad de la sociedad», afirma.

Para Scherk, las razones de este atraso residen en «la torpeza de las compañías» . «Venimos de empresas manejadas por hombres que a su vez han elegido a hombres como compañeros de trabajo», puntualiza. A aquellos que todavía piensan que no es rentable contratar a mujeres porque no quieren viajar con tanta frecuencia y evitan pasar largas jornadas en la oficina, este empresario les responde que perderán información y talento ya que la sociedad está formada por ambos sexos y no se puede prescindir de una de sus mitades. «Las empresas deben tener apertura de miras cuando las mujeres solicitan la jornada reducida y valorar todo lo que aporta una persona que ha sido madre. El rendimiento no se mide en base al número de horas que se pasan en el trabajo».

Sobre las virtudes femeninas en el desempeño laboral, Scherk destaca la capacidad para hacer «zoom» e ir al detalle y después realizar el proceso a la inversa. También subraya su valía para cuestionarlo todo y también para relativizar. Frente a los hombres, precisa que estos son más disciplinados a la hora de ejecutar una instrucción concreta.

A pesar de que aún queda mucho camino por recorrer, hay nombres y apellidos de mujeres de gran éxito profesional que se erigen en razones para un optimismo fundado. Uno de ellos es el de Ana Delgado, responsable de marketing y ventas de Vodafone España. Delgado cree que el cambio ya ha comenzado: «Cada vez más empresarios entienden que los empleados del siglo XXI tenemos hábitos, habilidades y motivaciones distintas a las generaciones anteriores. Las mujeres del siglo XXI compartimos muchos de esos valores con los hombres y poco a poco será muy difícil distinguir a un hombre de una mujer por su forma de trabajar».

Para Delgado, el principal problema no reside tanto en que las mujeres tengan un sueldo inferior en el mismo puesto como en el hecho de que ocupen menos puestos de responsabilidad que sus compañeros masculinos. «Cuando eliminemos los prejuicios inherentes a entregar un puesto directivo a una mujer, los sueldos también se equipararán», señala.

Delgado también defiende que sigue siendo rentable contratar a madres aún en el caso de que quieran viajar menos y cumplir con sus horarios. «Las profesionales con hijos somos terriblemente eficientes. Aprovechamos cada minuto de la jornada laboral. Haz la prueba y entra cualquier día en una oficina a las 13.30 y busca a hombres comiendo sin levantarse de su puesto de trabajo».

La idea de que las compañías creadas por y para hombres tienen los días contados también la comparte Consuelo Fernández, directora de marketing del Grupo Menarini España. «Las universidades, las escuelas de negocio y otros centros de formación están llenos de mujeres que se irán incorporando al mundo laboral y muchas de ellas serán las que dirijan las empresas en un futuro próximo», explica.

Sobre problemas aún latentes dentro de «empresas con una larga tradición de empleados hombres» como el que no se contrate a embarazadas o con posibilidad de estarlo , Fernández recuerda la necesidad empresarial de estar preparado ante la eventualidad de que cualquier trabajador «pueda sufrir un accidente, una intervención quirúrgica o pasar por un embarazo». «Probablemente la situación empiece a cambiar el día en que en España el padre tenga derecho a los mismos días de baja de paternidad que la madre», aclara.

También hay mujeres que reciben propuestas para ocupar puestos de responsabilidad mientras están esperando a un hijo. Es el caso de Fuencisla Clemares, directora comercial de Google España. «Tengo tres hijos y en todos y en cada uno de mis embarazos he recibido una oferta de trabajo», cuenta Clemares. «En medio del proceso de selección en Google, me enteré de que estaba embarazada y me dijeron: 'Es una buena señal. Todas las mujeres embarazadas que hemos incorporado recientemente han sido excelentes fichajes'», relata.

Para avanzar hacia una gestión más productiva que permita la conciliación familiar y en definitiva, que facilite trabajar no menos horas, pero sí hacerlo de forma distinta. Clemares pone el ejemplo de Google. «Minimizamos tiempo en desplazamientos, en la oficina y en viajar. Al final el conjunto de los empleados, ya sean hombres o mujeres, están mucho más satisfechos con la compañía. Existe flexibilidad de horarios, cada uno se gestiona su agenda, su hora de entrada y de salida y si trabajar desde la oficina o desde casa», concluye.

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