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El Ejecutivo socialista usó también a la Guardia Civil para hacer frente a huelgas

En 2006 y 2007 este cuerpo de seguridad garantizó la operativa en Canarias y Palma

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna (3i), junto al presidente de AENA, José Manuel Vargas (2i), y el delegado del Goibierno, Enric Millo (3d), durante la reunión de la comisión de seguimiento de la huelga del aeropuerto de El Prat EFE

LUIS M.ONTOSO / ANNA CABEZA

Normalidad en el aeropuerto de El Prat, pese a que ayer arrancó la convocatoria de huelga indefinida por parte de los trabajadores de seguridad de Eulen. El refuerzo del número de agentes de la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra minimizó los problemas. Las colas fueron mucho menores a las que se han ido repitiendo en las últimas tres semanas -de cinco o diez minutos y, en algunos momentos, de poco menos de media hora-, algo que sorprendió gratamente a los miles de viajeros que pisaron las instalaciones barcelonesas temiéndose una situación peor.

Con las irregularidades en la operativa del aeropuerto empezando a solventarse, el debate se ha trasladado al terreno político. El secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, denunció ayer que el uso de la Guardia Civil para garantizar la operatividad del aeropuerto de El Prat «no deja de ser una forma de esquirolaje» que vulnera el derecho a la huelga. Y criticó que el Gobierno «lo está arreglando de un modo absolutamente autoritario, sin ninguna sensibilidad hacia las condiciones de trabajo».

Una visita a la hemeroteca, sin embargo, demuestra que durante el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero se adoptaron medidas para evitar los efectos de las huelgas de transporte que conllevaron la utilización de la Guardia Civil e, incluso, del Ejército . El caso más elocuente es el de la crisis de los controladores aéreos en 2010: el abandono masivo de los puestos de trabajo el día 3 de diciembre -que, como han puesto de relieve varios autos judiciales, se debió a razones organizativas y no a causas imputables a los propios controladores- dio lugar al caos en los aeropuertos y al cierre del espacio aéreo. El Gobierno tomó, entonces, una decisión a la desesperada: decretar el estado de alarma y militarizar los centros de control durante cerca de un mes. Paralelamente, impuso un laudo arbitral, que encomendó al exministro Manuel Pimentel.

Más similitudes con El Prat, pese a las diferentes dimensiones del servicio entre uno y otro aeropuerto, guardan los paros parciales convocados por los agentes de seguridad de la empresa Trablisa en el aeropuerto de Palma de Mallorca en julio de 2007. Los sindicatos iniciaron las movilizaciones con la denuncia de que la firma había cambiado los horarios y turnos de trabajo de manera unilateral. El impacto en el servicio de las huelgas fue mínimo por la intervención de los agentes de la Guardia Civil. Así lo reconoció el representante de la Federación de Servicios de UGT, Pedro Roig, que aunque calificó las movilizaciones de «éxito» reconoció que el paso fue fluido -subrayó en declaraciones a Efe- porque la Guardia Civil realizó las funciones de los guardias de Trablisa.

Apenas unos meses antes, en diciembre de 2006, el Ejecutivo habría recurrido a este cuerpo de seguridad, una vez más, para atajar las cancelaciones y retrasos en los aeropuertos canarios por la huelga de la filial de Binter, Atlántica de Handling. Los sindicatos llegaron a denunciar que el delegado del Gobierno había ordenado a miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil evacuar el equipaje de varios aviones de Binter, trabajo para el que estaban facultados «exclusivamente» los trabajadores de «handling». El entonces delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, se limitó a señalar que las fuerzas de seguridad tenían las «órdenes de garantizar el uso público del aeropuerto a todos los ciudadanos» y animó a los sindicatos a presentar la denuncia si creían vulnerado el derecho a huelga.

Negativa sobre las presiones

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, destacó ayer desde Barcelona, y tras una reunión del comité de seguimiento del conflicto, que «El Prat ha recobrado, por fin, la normalidad» e hizo una buena valoración del dispositivo puesto en marcha. El ministro negó las presiones a los empleados y aseguró que la jornada transcurrió «con escrupuloso respeto al derecho de huelga». Además, De la Serna avanzó que mañana por la tarde se celebrará una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros para analizar la situación en el aeropuerto de Barcelona y para abordar el laudo arbitral que se ha empezado . Ahora se están preparando los trámites previos, como los informes técnicos y jurídicos, para que el arbitraje pueda iniciar su trabajo.

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