¿Por qué se dispara el precio de la luz?

El pasado domingo, día que entró la borrasca a la península, el precio medio de la electricidad bajó un 28,6%, hasta los 48,86 euros el MWh. Ayer, ya subió ligeramente, a 50,17 euros y hoy se sitúa en 69,01 euros, un 41,24% más que el domingo. Hace justo un año, estaba en 59,82 euros, un 9,7% menos.

Nuestro país es de los pocos que tiene un mix de generación muy diversificado, en el que la nuclear, la hidráulica y la eólica son las energías más baratas para generar electricidad, y el carbón y el gas natural son las más caras. Por eso, ante la escasez de viento y de lluvias, como ha sucedido en gran parte de este año, suben los precios al tener que generar más electricidad de lo habitual con carbón y gas natural. Esto ha provocado que el precio medio de este año en el mercado mayorista sea el más alto de los últimos años.

Los precios de la electricidad en el mercado mayorista español (OMIE) se fijan cada hora utilizando el algoritmo Euphemia, que también se usa en otros 22 países europeos. Los precios se casan según la demanda de cada hora y la última energía que entra, normalmente el gas, es la que fija el precio definitivo de toda la energía generada durante el día.

Esos precios del mercado mayorista se trasladan a la factura de la luz de los consumidores, pero solo repercute en el 60% de la misma, ya que el 40% restante son peajes o costes regulados (primas, subvenciones, déficit de tarifa, etc...). La electricidad tiene un precio distinto cada hora y las compañías realizan una media diaria de los 30 días facturados a cada cliente que cuenta con los contadores inteligentes.

Los cálculos de Red Eléctrica (REE) prevén que el precio de la luz más caro para el consumidor doméstico durante el día de hoy se registrará entre las 19 y las 20 horas, con 0,15652 euros el kWh, lo que supone una subida del 8,8% respecto a la misma hora de ayer. El precio más barato será entre las 3 y las 4 de la madrugada: 0,11578 euros el kWh.

Estos efectos climatológicos provocan normalmente un fuerte aumento de la generación eléctrica con energía eólica e hidráulica, que son las más baratas.