Javier Blas: «El arroz es lo que hay entre nosotros y una crisis alimentaria mundial»

- ¿Qué opina de las actuales perturbaciones en los mercados de materias primas, especialmente en todo lo referente al petróleo y los cereales?

Lo que está pasando actualmente en el mercando materias primas, sobre todo, petróleo, gas natural y materias primas agrícolas está vinculado a la pérdida suministro de Rusia por las sanciones o 'autosanciones' que se imponen a algunas empresas o por el miedo a que Rusia cierre el grifo. La perspectiva es que los precios sigan subiendo hasta que la demanda baje y, la única forma de que lo haga, desafortunadamente es que entremos en recesión. No hay perspectiva de que los precios vayan a bajar a corto plazo, a no ser que haya una desaceleración económica muy importante. De hecho, los precios no han subido más, gracias a que el crecimiento chino se ha frenado en los últimos meses por la 'política de Covid 0'. El motor económico chino está al ralentí, si estuviese funcionando a la velocidad normal, el precio del petroleo estaría mucho más alto.

- Entonces, ¿cuándo se normalizarán los precios?

Habrá que esperar a finales de año, que es cuando esperamos que el crecimiento económico tanto en Europa como en Estados Unidos se frene mucho, y eso permita que la demanda se ajuste a una oferta que hoy es inadecuada . Sobre el panel de fondo de la invasión rusa de Ucrania tenemos el problema adicional de que se ha frenado mucho la inversión en producción de materias primas, en parte por las políticas de cambio climático y porque los inversores han apoyado políticas de ESG (gobierno ambiental, social y corporativo). Hemos visto que la demanda de materias primas se ha recuperado e incluso superado los niveles anteriores al Covid pero el suministro no.

- Al margen de la inflación, que merma el poder adquisitivo de los ciudadanos, la otra gran preocupación es la posibilidad muy real de una crisis alimentaria... ¿Cómo ve toda esta situación?

El mercado que más está sufriendo en estas momentos por la escasez física de suministros debido a la guerra es el agrícola. Los tres mercados más afectados son los del trigo, el maíz y los aceites vegetales. En particular el del aceite de girasol, donde tanto Ucrania como Rusia tienen una cuota en el mercado mundial muy alta y eso combinado con que hemos tenido un tiempo desfavorable para las cosechas en varias zonas importantes del mundo: La siembra en Estados Unidos, la correspondiente a la primavera, está retrasada y la cosecha de trigo en India va a ser menor de lo esperado por la sequía. Esta combinación hace que los precios hayan subido a niveles cercanos a récords, en algunos casos a récord absolutos y esto está haciendo que los países hayan tomado decisiones muy drásticas como prohibir la exportación de productos agrícolas. El problema que tienen estas restricciones es que tienen un efecto llamada y si varios países hacen eso al final estrangulan el mercado: hay pocos suministros, los precios se van por las nubes y, finalmente, los países que pobres no pueden comprar. Vamos a ver, probablemente, un incremento del hambre.

El único consuelo que tenemos en este momento es el precio del arroz, uno de los dos mayores alimentos básicos de primera necesidad del mundo junto al trigo. El precio del arroz, por el momento, está bajo control: la cosecha va a ser relativamente buena y llevamos 10 años seguidos de buenas cosechas y los graneros están bastante llenos. El arroz es lo que hay entre nosotros y una crisis alimentaria mundial en estos momentos . Si ese mercado empieza a dar señalas de peligro y comienzan a subir los precios, tendríamos un problema mucho más grave porque el arroz no solo en Asia, sino en grandes partes de África es un alimento básico. El problema que tiene el arroz es que es un mercado relativamente pequeño y, si un par de países productores importantes tienen un problema, el precio puede subir, es muy ilíquido, y realmente cuando los problemas de 2008 pasaron a ser crisis, fue el día que el mercado arroz entró en pánico.

- ¿Cómo valora el comportamiento de España y Europa en este difícil contexto?

Capear este temporal es caro. El gran problema para España, que al final, al final lo que está sucediendo repercute en todo porque todo se transporta. A mí lo que más me preocupa es l a subida del precio gasóleo , cuando se aproxima a los 2 euros litro, introduce unos costes a la economía española significativos, auunque ahora se han hecho reformas para tratar de poner un techo al precio de la luz. Siempre pongo el ejemplo de que el precio petróleo golpea a la economía como una ola cuando rompe en la playa. Te revuelca y te tira: El impacto es inmediato, te da la bofetada en la cara. En cambio, la electricidad es como la marea: poco a poco va subiendo, no te das cuenta, sube y sube. Si estás en un sitio donde cubre al final te da igual la ola que la marea, ambas te tiran para dentro, y si no sabes nadar, te puedes ahogar. Creo que estamos viendo el impacto económico ahora del petróleo , la bofetada de la ola, pero sin darnos cuenta estamos teniendo la subida de la marea eléctrica y esa es la que también supone un coste importante a la economía española, que aunque se ponga este techo.

Luego es un coste que tienes que asumir: Europa ha decidido que no va a plegarse a las exigencias de Vladimir Putin . Se puede prescindidr de la energía rusa. ¿Es barato prescindir de ella? ¡No! Va a salir muy caro. Es una decisión política que yo comparto.

- ¿Qué rol juegan comercializadores de materias primas como Cargill, Vitol y Glencore en este contexto tan volátil?

El refranero español es muy sabio: A río revuelto ganancia de pescadores. El río de las materias primas está más revuelto que nunca y estas compañías son los pescadores, se están haciendo de oro. Están actuando de intermediarios suministrando materias primas rusas, petróleo, gas, metales y alimentos a un mercado global en el que hay países fuera de Occidente, que no tienen ningún problema en comprar mercancía rusa: Hay países que están comprando más petróleo ruso que nunca o trigo, porque no tienen más opción, porque es más barara. Los metales rusos siguen fluyendo a la economía mundial, a China, Latinoamérica, a África y el intermediario son estas compañías de las que poca gente sabe sus nombres y que no están reguladas por ningún Gobierno. Actúan prácticamente en el anonimato.

En su libro describen de forma prolija la entronización de las comercializadoras y de los mercados. ¿Cree que al modelo le queda todavía mucha vida?

El modelo va a seguir con más regulación siendo un poco menos el 'Lejano Oeste' y, quizá, haya más sheriff en este nuevo 'Lejano Oeste', más regulado. Creo que es un modelo que va continuar porque habrá nuevos actores con rasgos chino o asiáticos que van a desplazar compañías occidentales que, pero creo que las compañías de comercio van a seguir porque el mundo necesita de ellas . Las materias primas no se producen en el mismo sitio donde se consumen, alguien tiene que comprarlas, transportarlas, transformarlas y asumir el riesgo de todas estas operaciones. Esas personas son los comerciantes materias primas.

Desde hace años viene informando de un sector que no se ha caracterizado por ser muy transparente y accesible tradicionalmente. ¿Cómo han logrado convencer a todos esos ejecutivos tan celosos de su trabajo? ¿Ha tenido que pisar más de una línea roja?

No todo el mudno se sentó con nostros. Hubo una de las grandes compañías del comercio de materias primas no quiso hacerlo. Otros ejecutivos se sentaron y algunos de los más veteranos querían contar su historia, ya que piensan que el mundo era diferente hace 30 años y pagar sobornos era usual. Otras empresas lo sabían, pero se hacía como mal menor y querían hablar con nosotros tratar influir sobre el libro. En cualquier caso, las fuentes son muy importantes en un sector donde el contacto personal es fundamental.

Como periodista de materias primas un día estás cenando en un restaurante de lujo a orillas del Lago Leman y otro en Libia, en medio de una guerra para cubrir ambas partes. Es una aventura. La lista de países que uno visita no es la lista típica de vacaciones, he cubierto varias guerra pero no como periodista de guerra sino para cubrir el lado de las materias primas: Bolivia, Irak… Media África con más o menos tensión en unos u otros países. Hemos visitado entre 100 y 125 países entre Farchy y yo.