El FROB admite que era «imposible» recuperar los 9.000 millones en ayudas a NCG

En todo caso, las cuentas del año pasado del organismo dependiente del Ministerio de Economía ya reflejan que el Estado ha dado por perdidos 6.649 millones de esos casi 9.000 que puso para apuntalar la entidad ahora presidida por José María Castellano. Esto, según fuentes del ente, no tendrá un impacto «significativo» en el déficit público, algo que los ministerios de Hacienda y de Economía deberán calcular en las próximas semanas.«No altera las previsiones de déficit del Gobierno», insisten desde el Fondo, explicando además que la Comisión Europea no lo tiene en cuenta de cara al cumplimiento de los objetivos de consolidación fiscal.

El Fondo, que gestiona las entidades financieras españolas rescatadas y que en enero tratará de abrir la subasta de Catalunya Banc, paralizada ya en dos ocasiones, vendió Novagalicia a Banesco por 1.003 millones de euros, que absorberá la entidad sin nuevas ayudas públicas y que además afronta posibles pérdidas en la entidad por un esperable deterioro de activos por unos 1.000 millones de euros, debido a la alta tasa de morosidad de la entidad , que hasta septiembre afectaba al 16,7% de los créditos.

En todo caso, el FROB cubrirá entre el 85% y el 100% de contigencias futuras que pueda encontrarse el banco presidido por Juan Carlos Escotet en el grupo gallego derivado de las indemnizaciones a preferentistas de la entidad que en el proceso de arbitraje obtengan el derecho a una compensación, de la devolución de lo cobrado de más por las cláusulas suelo que la entidad anuló a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo, de la indemnización que tenga que pagar NCG a las aseguradoras Aviva y Caser por la ruptura de sus contratos de banco seguros y por la revisión de los activos que el banco traspasó a la Sareb o banco malo. El organismo público valora todos esos gastos futuros en un máximo de 800 millones, pero estima que sólo tendrá que aportar unos 200, pues no todos llegarían a darse.

La dirección de Banesco, y aunque el FROB no lo tuvo en cuenta, se comprometió a mantener la red de oficinas y el empleo en Novagalicia si finalmente se hacía con ella, así como a reabrir el grifo del crédito con un desembolso de 9.000 millones de euros. Esas promesas podrían chocar con las contrapartidas impuestas por Bruselas a Novagalicia a cambio de su rescate, entre otras la de una restricción selectiva en la concesión de préstamos y un ajuste drástico ajuste de red y plantilla. El Fondo considera que, tras la venta, Bruselas «será más flexible», a pesar de que el memorando obliga a la entidad hasta 2017, y Banesco podrá negociar con las autoridades comunitarias. En todo caso, en el caso concreto del mantenimiento de las sucursales y el empleo, Novagalicia ya tiene muy avanzado ese plan de reestructuración —además, llegó a un acuerdo de ERE con los sindicatos— y no debería afectar demasiado a los planes de Escotet.