ASÍ FUE SEVILLA 2024
El fútbol sevillano se bañó de oro en los Juegos y la Eurocopa
Jesús Navas y Fabián, además de Miranda y Juanlu, sevillanos con grandes éxitos deportivos en 2024

El deporte sevillano se vistió de gala durante el verano de 2024 con dos de los eventos deportivos más importantes del planeta: los Juegos Olímpicos de París y la Eurocopa de Fútbol. En ambas celebraciones estuvieron muy presentes los deportistas de la provincia, dejando el ... pabellón bien alto, sobre todo en lo correspondiente al deporte más practicado por los sevillanos: el fútbol. Por orden cronológico, en el campeonato de Europa se alzaron con el título de campeones y la medalla de oro los sevillanos Jesús Navas y Fabián Ruiz. El primero acaba de colgar las botas como capitán y leyenda del Sevilla, mientras que el también palaciego juega actualmente en el PSG, aunque fue criado y dio el salto al fútbol profesional de la mano del Betis. También consiguieron vestirse de oro, en este caso olímpico, dos futbolistas de las dos canteras más relevantes del fútbol local. De la verdiblanca, Juan Miranda, ahora en el Bolonia y recordado por su penalti decisivo en la Copa del Rey de 2022. También fue protagonista el sevillista Juanlu, quien está creciendo como una promesa ya real a las órdenes de García Pimienta, entrenador del primer equipo.
Estos galardones son los mayores tesoros que ha dejado el deporte sevillano en 2024, aunque no los únicos. Siguiendo el recorrido balompédico, los clubes de Sevilla también han vivido años duros a la par que emocionantes. En el Betis, la regla a seguir actualmente es la regularidad que muestra el equipo año a año, asistiendo por cuarta temporada consecutiva a las competiciones europeas, donde muestra igualmente un talón de aquiles difícil de asimilar por su parroquia.
Europa, campamento base del Betis
Por orden, el Betis fiable de la Liga tuvo sus decepciones más destacadas en los torneos por eliminatorias. Primero caería eliminado en dieciseisavos de final de la Copa del Rey en Mendizorroza. Posteriormente, en la eliminatoria directa para acceder a la Conference, el equipo verdiblanco cae a manos del Dinamo de Zagreb. Dos golpes muy seguidos que pudieron provocar que el proyecto se tambalease, aunque finalmente llegó a buen puerto con la conquista de la séptima plaza, que daba derecho a jugar la Conference esta temporada.
La plantilla del Betis ha sufrido numerosos cambios durante el pasado verano, algunos dolorosos como la marcha de Nabil Fekir, uno de los grandes ídolos del Benito Villamarín en las últimas temporadas. También ha influido el hecho de que la lesión de Isco Alarcón se haya alargado en el tiempo y apenas haya podido aparecer hasta el último mes del año. En cuanto a fichajes, el club quiso cubrir la baja de un campeón del mundo como el francés con un viejo conocido como Lo Celso, quien en los primeros meses del nuevo curso ha demostrado que el club no se equivocaba en su fichaje. Un nuevo ídolo para la parroquia verdiblanca.
El Betis sigue manteniendo ese sello de estabilidad que le imprime Manuel Pellegrini, quien ha salido en la temporada en curso de varios baches de peso, como en el propio tercer torneo europeo, con una clasificación menos brillante y holgada de lo esperado por la entidad de los rivales. También tuvo que sortear un pequeño susto en la Copa del Rey, para centrarse en Liga y sacar resultados de gran valor ante adversarios de postín y terminar el año con sensación de ir hacia arriba.
Porque el Betis, en su parcela accionarial, ha encontrado la necesaria estabilidad mediante una ampliación de capital que tampoco ha dejado a todos contentos. El bético de a pie tuvo la posibilidad de acceder a nuevos títulos de su club, aunque el grueso de las mismas quedaron en los bolsillos de los grandes accionistas, comenzando por Ángel Haro y José Miguel López Catalán, quien ya aglutinan un capital que les da la seguridad suficiente como para encabezar la asamblea verdiblanca sin oposición alguna. El Betis también ha refinanciado su deuda y vive un momento económico igualmente complejo que años anteriores, aunque con la tranquilidad de tomar decisiones sin excesivos obstáculos en el camino.
La decadencia del Sevilla
El Sevilla ha vivido otro año angustioso. A finales de 2023 contrató a Quique Sánchez Flores para que rescatase un proyecto que, por segundo año consecutivo, caminaba hacia su tercer entrenador. El técnico madrileño, tras un inicio dubitativo, fue capaz de revertir la agónica situación deportiva del equipo de Nervión, certificando por segunda temporada consecutiva que el techo del equipo era simplemente mantener la categoría. En este caso, ni siquiera se pisó Europa por medio de otra vía (como con la séptima Europa League), ya que fue eliminado en la Copa del Rey, su torneo más decente, en cuartos de final por el Atlético en el Metropolitano.
Durante el verano, el club quiso dar otro giro de guion a su futuro y apostó por cambiar nuevamente el inquilino de su banquillo. Quique decidía no continuar al frente de un proyecto que le había supuesto un terrible desgaste y el Sevilla se lanzaba a por García Pimienta, quien había realizado una temporada correcta con Las Palmas. La planificación también fue a bajo coste tras recortar casi en 100 millones el límite salarial de la plantilla. Volver a empezar, con una deuda creciente, llevando al club a haber firmado a inicios de año un crédito de 120 millones. La situación societaria no ha variado un ápice y la guerra entre Del Nido Benavente y su hijo sigue salpicando a la entidad.
La despedida de Jesús Navas
El Sevilla ha cerrado el año con la sensación agridulce de despedir a su mayor mito deportivo, Jesús Navas, con la satisfacción de hacerlo por todo lo alto. Sin embargo, no fue una despedida sencilla por lo sucedido durante el curso, con un amago de romper relaciones en el mes de mayo por parte del capitán, quien acusó al club de no poner los medios posibles para que pudiese finalizar su carrera en Nervión. Un incendio sofocado igualmente con celeridad y que desembocó en la mencionada medalla del palaciego en la Eurocopa defendiendo a España.
Su última media temporada ha sido más un valor para el vestuario que un jugador relevante para el equipo sobre la hierba. Sus conocidos problemas en la cadera le han impedido el poder terminar sus días de otro modo. Aun así, lo vivido en el Sánchez-Pizjuán en su último partido como profesional será difícil de olvidar, tanto para el propio Jesús como para una grada que se queda sin el último gran ídolo.
El Estadio de La Cartuja
Una de las obras más importantes de índole deportivo en la ciudad de Sevilla es la que se está llevando a cabo en el estadio de La Cartuja, con vistas a lo que le debe llegar en los próximos años, que no es otra cosa que acoger los partidos oficiales de Betis y Sevilla. El club verdiblanco tiene previsto trasladarse para la próxima temporada a una nueva casa mientras se ejecutan las obras del nuevo Benito Villamarín. Algo parecido en un Sevilla que esperará un par de años más para el Sánchez-Pizjuán, aunque su proyecto aún deba cumplir unas fases que están por alcanzar.
La intención es que las obras estén finalizadas con vistas a una nueva final de la Copa del Rey, donde durante el 2024 se vivió la invasión de los aficionados del Athletic, quienes no pudieron acudir a la anterior final de los suyos en el recinto sevillano por culpa del covid. Se está terminando con la pista de atletismo y construyendo una grada más cerca del césped, para que la atmósfera de fútbol sea completa.
Además, se ha vivido la confirmación de que Sevilla volverá a ser sede de un Mundial. Será en 2030, 48 años después de España 1982. Una muestra más de la importancia que las administraciones le dan a una ciudad como Sevilla como destino deportivo, con el remodelado estadio de La Cartuja como centro neurálgico de la pasión por la pelota.
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