fórmula 1 / gp de azerbaiyán
Verstappen es el rey de los coches de choque... por delante de Carlos Sainz
El campeón holandés le arrebata en el último suspiro la pole al piloto español, segundo en la parrilla. Fernando Alonso saldrá undécimo
¿Ha cambiado de equipo Carlos Sainz? El piloto español se mete en el box de Alpine y no en el de Williams
Verstappen y Sainz, tras la clasificación del GP de Azerbaiyán
Derrapes, volantazos, contravolantes, roces, toques, golpes y golpazos. Albon, Hulkenberg, Gasly, Colapinto, Bearman, Leclerc y Piastri fueron los protagonistas, en diferentes niveles, de un cúmulo de incidentes pocas veces visto sobre un asfalto seco —y muy levemente mojado en la Q3—, el de las ... calles de Bakú. El centro histórico de la capital de Azerbaiyán se tornó una pista de coches de choque de la que salió un ganador: Max Verstappen.
El tetracampeón del mundo firmó la pole y saldrá en cabeza este domingo después de una accidentada y emocionante clasificación. Tras él, un español, Carlos Sainz, que acarició el primer puesto hasta el último suspiro, después de manejar con gran acierto una jornada que batió el récord de banderas rojas de una clasificación de F1: seis.
La peligrosidad de este trazado urbano quedó certificada a la primera de cambio, en una accidentada Q1 (sesión inicial de la clasificación). Comenzó con un accidente, el de Albon (Williams), terminó con un doble incidente protagonizado por los dos pilotos de Alpine, Gasly y Colapinto y, fruto de tanto parón, duró el doble de lo que debería.
El francés simplemente se salió y aparcó en una escapatoria, pero el argentino se estrelló en esa misma curva y apareció la tercera bandera roja de la sesión justo cuando Fernando Alonso estaba a punto de finalizar la vuelta buena. El español cruzó la meta al límite. Un par de segundos más tarde y su tiempo no hubiera sido tenido en cuenta.
La Q2 amaneció con idéntico paisaje. Bearman raspó uno de los temidos muros con la parte derecha de su Haas, destrozó la suspensión del bólido y encendió otra bandera roja.
Y en cuanto abrieron de nuevo la pista, Leclerc arruinó su vuelta y la de su compañero Hamilton, que circulaba tras él. Para evitar un accidente, el monegasco tuvo que dar un volantazo para meter el Ferrari en una de las benditas escapatorias del circuito. Evidentemente, no completó una buena vuelta y la pertinente bandera amarilla neutralizó el tiempo del inglés. Minutos después, ese error se transformó en drama, porque Lewis cayó eliminado.
Idéntica suerte corrió su viejo enemigo, Fernando Alonso. Un sábado más, el español exprimió al máximo el desesperante Aston Martin, pero en la última vuelta de la serie, la completada por Tsunoda (Red Bull), el japonés de quitó la plaza en la definitiva Q3. Alonso saldrá desde la 11ª posición de la parrilla.
Para cerrar un guión perverso, fue encenderse el semáforo verde de la Q3 y comenzó a llover. Lloviznar, en realidad. Cuatro gotas suficientes para añadir riesgo a zonas especialmente sensibles como las marcas de las calles pintadas de blanco. Leclerc pasó por uno de esos sectores resbaladizos y su Ferrari acabó incrustado en las protecciones.
Cuando el rojo de la quinta bandera subió al marcador de tiempos, Carlos Sainz ocupaba la pole. Y quedaban poco más de 6 minutos para que, en la reanudación, alguien le birlara la primera plaza. Pero apenas se abrió el pitlane, Piastri, en un accidente similar al de Leclerc, también se estampó.
Sainz acarició más que nunca la pole, pero hay un hombre que nunca se rinde, que casi nunca falla y que fue de los pocos gallos de la parrilla que este inusual sábado no sufrió percance alguno. Se llama Max, se apellida Verstappen y en una última vuelta al límite, con las citadas y escasa gotas de agua cayendo, fue el mejor en la pista de coches de choque de Bakú.