La FIDE tira de las orejas a Carlsen y pide pruebas para investigar las supuestas trampas de Niemann

De entrada, Dvorkovich aclara que los dos torneos en los que se ha desatado la polémica no estaban organizados por la FIDE. Pese a todo, se han visto obligados a reaccionar: «Como organismo rector del ajedrez mundial, es nuestro deber proteger la integridad del juego y su imagen, y en vista de que el incidente sigue escalando, encontramos necesario dar un paso adelante», dice el presidente en su comunicado, que se puede leer íntegro (en inglés), en este enlace. Por supuesto, no hay ninguna alusión escatológica a las posibles formas de hacer trampas sobre las que se ha especulado estos días.

«En primer lugar, creemos firmemente que el campeón del mundo tiene una responsabilidad moral ligada a su estatus, ya que se le considera un embajador mundial del juego. Sus acciones repercuten en la reputación de sus colegas, en los resultados deportivos y, a la larga, pueden ser perjudiciales para nuestro juego. Creemos firmemente que había mejores maneras de manejar esta situación».

Reproducimos a continuación lo más destacado del texto:

«Al mismo tiempo, compartimos su profunda preocupación por el daño que las trampas suponen para el ajedrez. La FIDE ha liderado la lucha contra las trampas durante muchos años y reiteramos nuestra política de tolerancia cero hacia las trampas en cualquier forma. Ya sea en línea o 'sobre el tablero', las trampas siguen siendo trampas. Estamos fuertemente comprometidos con esta lucha y hemos invertido en la formación de un grupo de especialistas para diseñar sofisticadas medidas preventivas que ya se aplican en los principales eventos de la FIDE».

La FIDE también pide «que se refuerce la cooperación entre las principales plataformas en línea, los torneos privados y los jugadores de alto nivel, la mayoría de los cuales ya han expresado su voluntad de unir esfuerzos con la Federación».

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Aquí el documento empieza a volverse más sutil. Se nota que su redacción ha sido cuidadosamente elaborada. De entrada, pide pruebas para intervenir: «La FIDE está dispuesta a encargar a su comisión de Juego Limpio una investigación exhaustiva del incidente, cuando se aporten las pruebas iniciales adecuadas y todas las partes implicadas revelen la información de que disponen. Somos plenamente conscientes de que, en algunos casos, la incertidumbre puede perjudicar el rendimiento de los jugadores. También puede ser perjudicial para la reputación de un jugador; por eso insistimos en que se sigan los protocolos antitrampas».

Dvorkovich también propone poner en «un panel dedicado, que incluiría a representantes de las principales plataformas de ajedrez, grandes maestros, expertos en antitrampas y funcionarios de la FIDE, para combatir este riesgo y evitar que se convierta en una verdadera plaga».