Juan Pedro Domecq: «Ha sido el mejor inicio de temporada que he tenido desde hace muchos, muchos años»
Emilio de Justo indultó en Almendralejo un ejemplar de la divisa sevillana: «Fue un toro muy bravo, que tuvo mucha intensidad y mucha profundidad en su embestida»
Torero y ganadero hablan con ABC sobre el arranque de la temporada y las sensaciones en sus primeras citas
De la tromba brava de Nudista, indultado por aclamación popular, a las gotas de talento de Juan Ortega

Emilio de Justo con Nudista
Almendralejo acogió el sábado pasado una corrida de esas que hacen afición y la gente sale toreando, que tan difíciles son de ver. Alejandro Talavante, Emilio de Justo y Juan Ortega salieron a hombros -junto al mayoral de Juan Pedro Domecq- tras cortar ocho orejas y un rabo, indulto incluido. Y es que, si toda la corrida fue buena, el quinto toro fue muy bravo, quería todo por abajo y embestía con mucha profundidad. Y frente a él estuvo De Justo cuajando un faenón, de principio a fin. Lo más curioso fue que este número 99 lo habían dejado las cuadrillas como primer sobrero. El quinto de la tarde tenía la vista cruzada y lo devolvieron. ¡Qué suerte tuvimos de ver la unión de Emilio y Nudista! Porque los toreros, a veces, tienen mala suerte con los lotes. Pero los toros también. Gracias a Dios, aquí no.
Con esta corrida, Juan Pedro refrenda un gran inicio de temporada, como él mismo cuenta a ABC: «Ha sido el mejor que he tenido desde hace muchos, muchos años». En Castellón triunfaron con su hierro Roca Rey y Rufo, «se cortaron cinco orejas y se pudieron cortar siete, y embistieron tres toros bien». Y luego vino Valencia, donde no lidió una corrida completa, pero echó dos toros el día 15 para Morante, embistiendo uno (ya es algo, ya que el maestro sevillano tiene una mala suerte con los lotes digna de estudio), y tres en la corrida del 18, que embistieron los tres, destacando el primero de la tarde: «Yo creo que ha sido la ganadería con mejor estadística por su paso por Valencia, porque embistieron cuatro toros de cinco», comenta el ganadero.
El día anterior se pidió el indulto a un toro de Jandilla, al que finalmente se le dio la vuelta al ruedo. Sobre ese primer toro suyo -que le tocó a Cayetano-. y el de Borja Domecq comentó: «Fueron dos toros distintos, para triunfar los dos. Yo me quedo muy contento con mi toro, fue bravísimo, alegre, con profundidad y con mucha clase. Tristemente, no pudo refrendarse el éxito del torero. También fue un día de viento, que lo hizo todavía más difícil. Pero estoy muy satisfecho con que en una plaza de primera embistieran así».
Y luego llegó Almendralejo: «Una corrida de las excepcionales, en las que embisten todos, con la guinda de un toro grandioso al que Emilio de Justo lo toreó magníficamente, y el público pidió el indulto. Por lo que mejor, imposible», decía orgulloso Juan Pedro. Nudista ya descansa en Lo Álvaro: «Gracias a Dios tengo un equipo de gente que trabaja estupendamente, y luego un equipo veterinario de primer nivel que se han ocupado de curarle y de mimarle, porque se ganó la vida en el ruedo».
Emilio de Justo terminó la temporada pasada triunfando, y este año lleva tres puertas grandes de cuatro corridas -en Valencia le salió un lote imposible de Montalvo-. Ha demostrado que los fantasmas de la infausta encerrona ya han desaparecido, y este fin de semana ha estado superior en Almendralejo y Arenas de San Pedro. Pero especialmente bonita fue esa tarde del 23 de marzo, como dice a este periódico el torero: «Fue una tarde preciosa, muy emocionante, porque fue una buena corrida de Juan Pedro Domecq, y sobre todo ese quinto toro, que indulté, para mí fue un gran toro». Tras la corrida, se mostraba feliz por lo que había sentido en la plaza, y cómo se había visto con ese animal, al que define como «un toro muy bravo, que tuvo mucha intensidad, mucha profundidad en su embestida y mucha emotividad. Fue una faena muy exigente, todo lo que le hice fue por abajo, obligándolo mucho, toreándolo con largura, y el toro aguantó todo eso con un buen fondo».
El público se metió de pleno en la faena, y pidieron el indulto al ver la embestida del codicioso animal: «Fue una faena muy bonita, porque se me metió mucho la gente en lo que hice, le puse mucha pasión y mucha intensidad, y hubo mucha profundidad en los muletazos. Fue una tarde muy redonda de principios fin, y de esas tardes que quedan en el recuerdo, y en mi tierra, en Extremadura, mucho más». Dice el refrán que el que da primero da dos veces. Ojalá este hierro, y muchos más, nos sigan dejando extraordinarios toros esta temporada, para disfrute del aficionado y el bien de la Fiesta.
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