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ABC Cultural

Morante de la Puebla: «Los que antes me tiraban almohadillas ahora me piden autógrafos»

El número uno del escalafón analiza una temporada en la que ha revolucionado el toreo con sus triunfos, sus gestos y su responsabilidad de primera figura

Morante, en La Puebla del Río Juan Flores
Andrés Amorós

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El domingo 17 de octubre, José Antonio Morante de la Puebla toreó su última corrida española del año. Al concluir su segundo toro, le tiraron un gran número uno (como si fuera Luis Miguel Dominguín). Con él en la mano, dio la vuelta ... al ruedo. Resumía lo que los profesionales y los aficionados opinan de modo unánime: taurinamente hablando, éste ha sido el año de Morante , para el que los críticos han buscado los titulares más encomiásticos. Viene de Madrid, de recoger, en el Senado, un premio de la Asociación Taurina Parlamentaria, junto a Mario Vargas Llosa. Opino yo que siempre ha sabido torear de maravilla pero que este año, además de eso, ha asumido por fin su responsabilidad de primera figura . Charlamos sin prisas: José Antonio habla despacio, buscando la expresión más adecuada para lo que él está buscando. De vez en cuando, gasta una broma, para quitarse importancia.

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