Doce Tonys sobre doce posibles para «The producers» en Broadway
«Quiero darle las gracias a Hitler por ser un tipo tan gracioso en escena». El cómico Mel Brooks rompió moldes el domingo en el fastuoso Radio City Music Hall de Nueva York al conseguir para «The producers» («Los empresarios») un pleno en los máximos galardones del teatro estadounidense, que premian las mejores producciones de Broadway: doce Tonys sobre doce posibles.
El espectáculo de Mel Brooks ha batido el récord establecido por «Hello, Dolly», que en 1964 se llevó diez premios. Fue, en fin, una auténtica guerra relámpago la que libró «The producers», dejando en la cuneta a su máxima rival, «The Full Monty», que pese ... a aspirar a diez galardones se fue de vacío, aunque puso el escenario al rojo vivo al interpretar hasta sus últimas consecuencias (gorras fuera) el strip-tease final de los parados en una cadena de televisión nacional, si bien con el resplandor de los focos velando los atributos. La desopilante pieza que le granjeó a Brooks los dos primeros Tonys de su carrera (mejor libreto, con Thomas Meehan, y mejores canciones) arrambló con todo: desde mejor dirección y coreografía (para Susan Stroman, la tercera coreógrafa que gana ese Tony en dos años consecutivos, después de Bob Fosse y Tommy Tune, ya que el año pasado lo obtuvo por «Contact», que sigue vivo en la cartelera), hasta los premios al mejor actor (Nathan Lane le ganó la partida a su socio en la obra, Matthew Broderick, aunque lo arrastró hasta el escenario para compartir la gloria), mejor actor secundario (Gary Beach), mejor actriz de reparto (Cady Huffman), vestuario, escenografía, iluminación y orquestación. «The producers» aspiraba en total a quince premios, pero en varias candidaturas de interpretación competía contra sí mismo.
En el aspecto dramático, el premio a la mejor obra fue para «Proof», la intriga científica alrededor de la propiedad intelectual de la elucidación de un problema matemático que ya le había granjeado a su autor, David Auburn, un Pulitzer; «Proof» venció frente a rivales tan cotizados como «The invention of love», de Tom Stoppard, y «King Hedley II», de August Wilson, y se llevó también los Tonys a la mejor dirección (Daniel Sullivan) y mejor actriz (Mary-Louse Parker), aunque hubo más que consolación para «La invención del amor», ya que sus dos principales intérpretes (Richard Easton y Robert Sean Leonard, que encarnan al poeta británico A. E. Housman al final de su vida y en su juventud) se llevaron respectivamente el premio al mejor actor y mejor actor secundario; Viola Davis triunfó como mejor actriz secundaria por su conmovedor trabajo en la pieza de Wilson.
«La calle 42» se hizo con el premio a la mejor reposición de un musical, que le dio también a Christine Ebersole el Tony a la mejor actriz de la categoría, mientras que «Alguien voló sobre el nido del cuco» se hizo con el premio a la mejor reposición dramática en una temporada cuajada de reposiciones o de antiguas películas que han encontrado nueva savia al pasar de la pantalla grande a la escena tridimensional.
NO HAY LOCALIDADES HASTA 2002
La marcha triunfal de «The producers» comenzó al día siguiente de su estreno, en abril pasado, cuando vendió entradas anticipadas por valor de tres millones de dólares (unos 570 millones de pesetas), pese a tener las localidades más caras de todo Broadway: 100 dólares (19.000 pesetas) la butaca. Antes del «huracán Brooks», que arrastró al escenario al final de la gala del domingo a los verdaderos empresarios de «The producers», estaban todas las entradas vendidas hasta febrero de 2002. La cola promete prolongarse durante años. La temporada actual ha vuelto a demostrar la buena salud de la escena neoyorquina, ya que no sólo ha incrementado un 10,4 por ciento su recaudación sobre la anterior, al elevarla a más de 665 millones de dólares (casi 13.000 millones de pesetas), sino que la asistencia de público mantiene su marcha ascendente: de 11.365.962 la última temporada, a casi 12 millones en la actual. En Broadway sigue vigente el reclamo de que «no hay negocio como el negocio del espectáculo».
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