'Carmen', el genio universal de Antonio Gades

Estrenada en el Théatre de Paris el 17 de mayo de 1983, se creó a partir de la película homónima de Carlos Saura , segundo título de la trilogía que firmó junto a Antonio Gades -' Bodas de Sangre ' y ' El amor brujo ' son las otras dos-. La fundación que creo el bailarín y coreógrafo -encabezada por Eugenia Eiriz y María Esteve , viuda e hija, respectivamente, de Gades- la presenta ahora en Madrid, con la dirección artística de Stella Araúzo . «En un momento en que estamos necesitados de todo, y especialmente de belleza, es una gran alegría poder ofrecer al público esta obra, que presentamos con todo el respeto y el cariño», dice María Esteve. «El arte siempre ha jugado un papel fundamental para el ser humano, pero ahora más que nunca resulta un apoyo y un consuelo», añade Eugenia Eiriz.

Poner 'Carmen' en pie -veintitrés personas sobre el escenario- supone actualmente un esfuerzo mayor incluso que en circunstancias distintas -la compañía es privada-. «¿Vamos a llorar? -dice resuelta María Esteve- No. Todos sabemos que cuesta muchísimo, pero en ocasiones perdemos tanto tiempo llorando que no tenemos fuerza para seguir. Nosotras hemos decidido seguir adelante y empujar más que nunca para poder ofrecer al público estas funciones». «Serán unas funciones especiales, seguro», interviene Eugenia Eiriz.

Antonio Gades, recuerda su hija María, decía, «en los peores momentos de su carrera por las circunstancias que ocurrían en su entorno, que su lucha era con sus pies . Si él estuviera aquí hoy en día, seguiría luchando con más empeño que nunca con sus armas, que no eran otras que su arte. Y nosotras podemos ahora decirle que sigue luchando con su arte».

Como en la película, esta 'Carmen' teatral lleva el sello creador de Carlos Saura y Antonio Gades, duó al que se unió Antonio Saura, autor de la sencilla escenografía que presenta el espectáculo. En él, el coreógrafo alicantino mezcló la música que Bizet escribió para su popularísima obra con los ritmos y las melodías flamencas -algo que, hace treinta años, resultó una fórmula muy innovadora-, y otorgó a la coreografía una relevante humanidad al poner en el mismo plano a bailarines, guitarristas y cantaores. El público no ve sobre el escenario a una compañía de danza, sino a un grupo de personas, cada una con su personalidad, que cantan y que bailan.

La 'Carmen' de Gades y Saura es hoy, indudablemente, un clásico . Y lo es, cree Eugenia Eiriz, «porque está construida sobre la experiencia teatral, humanística e intelectual de una persona que cuando la crea tenía ya cerca de cincuenta años; de alguien que solo creó cinco obras en su vida, y que lo hacía solo cuando pensaba que tenía los elementos para contar algo nuevo . Esta 'Carmen' ha trascendido el tiempo y el gusto del público; a la gente le sigue gustando, y eso la convierte en clásica y referencial». «Y también su honestidad creativa -completa María Esteve-; muchísimas veces se construyen o se arman nuevos espectáculos dirigidos a los espectadores de ese momento, que nacen con fecha de caducidad y están sometidos a la moda del momento. Pero cuando la pretensión es ser honesto con uno mismo y con lo que se quiere contar, como es el caso, manteniendo en un tercer plano al patio de butacas, esas son las historias que verdaderamente perduran; las que consiguen llevar al espectador donde realmente quieren, y no al revés (que sea el espectador el que te lleve a ti)».