Críticas a Aitana por sus sensuales coreografías: «Enseña el kamasutra a niñas de 12 años»

La de San Clemente de Llobregat arrancaba este domingo 1 de octubre la nueva gira de su último disco, que le llevará por las grandes ciudades de nuestro país, donde las entradas ya están agotadas para ver a la gran estrella del pop español. Valencia era la ciudad elegida por la extriunfita para iniciar este recorrido, con un concierto que sorprendió a muchos de los seguidores que han seguido su carrera en los últimos años.

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Sobre el escenario, una Aitana mucho más sensual y confiada, que daba rienda suelta a multitud de coreografías nunca vistas en sus múltiples singles, al estilo de la Miley Cyrus más rebelde. Todo ello con un atuendo ideal para dejar atrás el papel de niña que ha encarnado en los primeros años de su carrera profesional: un ajustadísimo vestido corto rojo acompañado de unas botas altas de tacón negro que culminaban el inicio de la nueva estética de la catalana, mucho más erótica y oscura.

La propia Aitana era muy consciente de la del domingo era una noche muy especial, que se avecinaba un cambio importante en su carrera y no obvió el tema a la hora de dirigirse a su público: «¿Sabéis, qué? Este 2023 ha sido un año muy distinto en mi vida, muy bonito, pero con muchos cambios», confesaba, haciendo referencia no solo al vuelco que ha pegado su música, sino también su vida personal.

«Quiero deciros que todo cambio siempre es para aprender y siempre es para mejorar. Lo que pasa que yo tengo 24 años y a veces cuesta un poco darse cuenta. No me quiero imaginar las niñas pequeñas que están aquí, pero al final es lo bonito. Levantarte, caerte, levantarte y aprender. Y esta canción, la verdad es que la escribí desde lo más profundo del corazón y yo espero que os guste», aseguraba ante los miles de espectadores que la acompañaron.

De cerca seguía la escena su actual pareja, el también cantante Sebastián Yatra, que no quiso perderse el debut de su novia sobre los escenarios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El colombiano no pudo evitar la emoción cuando esta cantó 'The Killers', el íntimo tema con la que la artista española parece narrar en primera persona cómo vivieron el triángulo amoroso protagonizado por ambos y la expareja de ella, el actor Miguel Bernardeau.

Así, la veíamos estrenar nuevos bailes, inéditos hasta ahora, como el de su última colaboración junto al rapero Rels B. Esta coreografía, sin embargo, ha traído multitud de comentarios a la catalana, que durante uno de los pasos se posa sobre uno de los bailarines en el suelo, lo que muchos han interpretado como un movimiento sexual. Las reacciones no han tardado en llegar en redes sociales, con varios vídeos del momento que no han tardado en hacerse virales.

Y es que el cambio no ha convencido a gran parte del público habitual de la cantante, que incluso llegaba a criticar la nueva estética, comparándola con figuras del mundo urbano como 'La Zowi'. Esta renovada Aitana se convertía entonces en el centro de las críticas de multitud de usuarios en redes sociales, que no olvidaban recordarle a la catalana que gran parte de los espectadores que han sustentado su carrera son menores de edad.

«De monja a fácil. Esa es la evolución musical de esta chica», escribía uno de estos perfiles, mientras que otros aseguraban que había pasado «de darle vergüenza bailar a simular que folla en el escenario». Muchos padres incluso criticaban que la catalana enseñara «el kamasutra a las niñas de 12 años» con estas coreografías: «No es miedo a la evolución de Aitana, es miedo porque muchos niños de 5 y 6 añitos van a los conciertos y no son cosas para que vean».

Por su parte, los seguidores de la cantante se han volcado con ella y no han dudado en defender que la evolución es parte del cambio y que muchas grandes artistas también han dejado atrás etapas para seguir con su carrera: «Aitana no hace canciones para niños, ni Bad Bunny, ni J. Balvin. ¿Os pensáis que son los Cantajuegos? Vuestros hijos ven muchas cosas peores en las tablets y los smartphones que les empetáis para que se calles», recordaba una de ellas.