Chanel: «Soy miembro del colectivo LGTBI. Nunca lo había dicho tan abiertamente»

Cuando grabó este disco, ¿estaban las aguas más calmadas? ¿O aún estaba en mitad de la tormenta?

Yo vivo en una tormenta constante (risas), son aguas en las que me muevo bastante cómoda. Haciendo este disco he podido aprender, hacer introspección, descifrarme como artista, descubrir qué me gusta y qué no... Ha sido un proceso muy bonito, y estoy orgullosa con el resultado.

¿Se ha sentido como el agua de un río, que va bordeando las piedras sin atascarse en ellas?

Va por ahí, sí. Para los eurofans, ¡agua! se convirtió en un canto a la alegría. Pero sí, me siento así: el agua se transforma, se adapta, y ese disco va de eso porque hay sonidos de los noventa, de los dos mil, latin pop, R&B, balada. Son muchas versiones de ese agua que soy yo.

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Es un disco para todos los públicos, pero no exento de algunas rítmicas vanguardistas, experimentales, casi diría que 'duras', como en 'Vuelta y vuelta'.

Sí, ese tema tiene algo del funk brasileño que tiene un punto experimental que la gente no está acostumbrada a verme. La letra me llamó mucho la atención, porque yo di el pregón del Orgullo LGTBIQA+ en 2022, y formo parte del colectivo. La canción tiene esa cosa de «¿por qué no voy a hacer en 2024 un tema que hable de una chica cantándole a otra chica?», y me apetecía ser el altavoz de eso.

¿Había dicho esto tan claramente antes?

Sí, pero no tan específicamente ni tan abiertamente. Es que todos somos seres humanos, y vamos aprendiendo. Ahora, es lo que hay. Es lo que soy. Y orgullosa de ello.

«Doy gracias a mi familia por haber ido a terapia desde pequeña»

¿Cómo es su relación con el megahit, 'SloMo'? Lo digo porque los hits pueden ser un poco cabrones: te impulsan, pero luego te persiguen.

Eso me cuentan otros artistas, sí. Pero aún no me ha pasado. A lo mejor es por mi forma de ser, sigo siendo una niña risueña que disfruta de cada momento y mi relación con 'SloMo' es espectacular.

¿Se siente como una superviviente, nada más empezar?

Durante toda mi vida he tenido que pasar por situaciones extremas, muy difíciles. Esta es una más, pero con la peculiaridad de que ahora estoy expuesta. En algún momento sí me he sentido así, pero ahora tengo mis herramientas para pasar de ser una superviviente a una guerrera.

También con ayuda del psicoanálisis, según he leído. ¿Se sintió rara en las primeras sesiones?

No, porque he ido a terapia desde pequeña. Agradezco a mi familia haber ido a terapia para poder hablar sin tabúes, y se lo recomiendo a todo el mundo que sienta que lo necesita.

Tiene una lista negra de gente de la industria a la que no quiere volver a ver ni en pintura. ¿Qué triste, no?

No soy una persona negativa ni rencorosa, siempre miro hacia delante y soy positiva. Pero esa lista nació en un momento muy duro a nivel público, en el que leí cosas sobre mí que pasaban de la opinión a la falta de respeto, al ataque. Eso no lo voy a consentir. Pero vamos, que la gente de esa lista negra son personas a las que les he retirado el saludo... ¡wow! ¡qué mala soy! (risas).

Parte de esos ataques eran racismo puro y duro, ¿diría que España es racista?

No soy quién para dar ese titular, pero desde mi experiencia puedo decir que he recibido ataques racistas desde que tengo uso de razón.

Lo decía porque a veces, racismo y clasismo se confunden. Seguro que hay gente que la insultó cuando era una chica anónima, y que ahora que es famosa no se le ocurriría hacerlo.

¡Uf! Te sorprendería lo que hay por ahí. Al estar tan expuesta, la gente acaba diciendo cosas sobre mí que... No se dan cuenta de que lo voy a leer, de que detrás de las luces y los vestidos hay un ser humano que sufre.

Después de tanto 'hate', ¿diría que ha merecido la pena? ¿O aún está en proceso de descubrirlo?

La canción que da título al álbum habla de eso. Del sudor y las lágrimas, del esfuerzo, la energía. Si lo que haces va en consonancia con tu lista de prioridades, al final da igual el resultado. Si duermes tranquila, es que ha merecido la pena. Este disco es la mejor versión de mí que puedo ofrecer en 2024. Claro que ha valido la pena.

Hubo otro lío desagradable, cuando el creador de la coreografía de 'SloMo' le retiró el permiso para seguir usándola.

Se han dicho muchas cosas sobre eso, y aún no me he expresado públicamente al respecto. Por redes sociales dije que hay muchas cosas que no sabéis, y lo mantengo. Lo que yo te voy a decir es que obviamente voy a interpretar ese tema sobre el escenario.

¿Con otra coreografía?

Eso ya lo veréis.

Hace unos días dijo que pensar en el futuro le «agobia mucho». ¿Cosa generacional?

He cambiado de opinión (risas). Pensé que lo había dicho hace más tiempo. Pero el psicoanálisis me está ayudando mucho a pensar que el futuro no tiene que agobiar sino inspirar, dar vida, traer luz. Por eso es tan importante ir a terapia.

¿Qué recuerda de sus primeros cuatro años de vida, allá en La Habana? Con esa edad, lo que acabamos reteniendo para el futuro a veces son olores, sonidos...

Nunca me habían hecho una pregunta como esa y me parece súper interesante. De los cinco sentidos, el que me une más a Cuba es el olfato, y en concreto, el perfume de violetas. ¿Suena muy random? (risas) Era un agua de violeta que se ponía todo el mundo, y recuerdo estar siempre pidiéndosela a mi familia, que la pobre acababa harta de mí. Me echaba litros y litros para oler rico, y para sentir esa india taína que llevo dentro.